Marcas

307 26 4
                                    






Cuando el cuarto día de desaparecido llego, tanto él como la rubia no sabían cómo actuar, por su parte el héroe si bien seguía molesto por estar prácticamente marcado por una villana, no quitaba el hecho de que en cierta forma, poder verla bajo su control (sin necesidad de usar violencia) era reconfortante y hasta liberador. Cuando decidió por irse el sexto día, la rubia en lugar de detenerlo o amenazarlo, se acercó a él y le susurró al oído "Volvamos a jugar alguna vez~".

—(Esto es una mierda)—

Ya que las operaciones de búsqueda habían acabado cuando apareció, tuvo que dar explicaciones de donde estuvo y quiénes lo retuvieron. Por su parte, únicamente declaró "la liga trató de convencerme de unirme a ellos una vez más", aunque nadie lo hubiera creído, jugó de una manera tal que esa parecía ser la verdad y la única verdad.

—Oye Bakugo, ¿Seguro que estás bien? Te noto un poco distinto.—

—Primero que nada, estoy bien, segundo, ¿A que te refieres con distinto?—

—No lo sé, es como si... Tuvieras un aura distinta.—

El cenizo se examinó a sí mismo, no encontrando nada de lo que estaba hablando la pelimorada.

Al regresar, lo primero que había hecho era buscar a Jirou para asegurarse de su bienestar, al verla llegar con todos los demás, pudo respirar aliviado, aunque no tanto al notar un corte en su brazo. Ahora estaba hablando con ella mientras tomaban el desayuno, pues tenía hambre ya que mientras estuvo "desaparecido" no había comido muy bien, algo como fideos instantáneos y agua no era lo mejor para ese grado de "energía" que había gastado.

—Yo me veo igual orejas. Estos días que no estuve presente ¿Lograron algo en las patrullas?—

—¿Eres consciente de que te estábamos buscando?—

—Pero mientras me buscaban perfectamente pudieron detener villanos, al menos eso hubiera hecho yo.—

—Eres igual de irritante que siempre Bakugo.—

Al llevar mucho tiempo patrullando juntos, es normal que eventualmente se empezarán a llevar de un modo, aunque parecían como agua y aceite, cuando no habían que hacer rondas, ambos podían pasar momentos charlando o entrenando (lo que disfrutaba el cenizo).

—Espero que no hayas aflojado tu rutina en estos días orejas, luego de esto iremos a entrenar y ya que en un tiempo tendremos un corto descanso, debes seguir por tu cuenta.—

—Lo que digas... Aunque sabes, podrías salir con nosotros alguna vez... O salir ambos si no toleras a los demás.—

—Hay que estar listo para cualquier emergencia, ustedes pueden jugar y yo seguiré entrenando.—

Antes de acabar su desayuno, recibió un mensaje, cosa rara ya que solo su madre y padre lo tenían y ambos según la hora que era deberían de estar ocupados. Cuando encendió la pantalla, su rostro casi se vuelve pálido, pues el mensaje que recibió decía:

"¿Pensaste que no iba a conseguir tu contacto Bakugo-kun?"

"Pues lo tengo desde el primer día que “visitaste” mi lugar secreto~."

—Oye Bakugo, ¿Paso algo? Ahora sí no te ves muy bien que digamos.—

—Creo que la leche estaba mal...—

Luego de negar con la cabeza, se fue en dirección del ascensor para entrar en este e ir a su habitación, cerrando su puerta con seguro y contestando el mensaje.

«¿Qué quieres loca?»

"¡Vaya! No pensé que fueras a contestar."

"Verás Bakugo-kun, quiero seguir jugando contigo como hace días, por eso mismo te escribo."

Algolagnia - BakutogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora