Enamorándome por primera vez.

capítulo 21

Unos días después Damián y yo decidimos visitar el pueblo, nos paseábamos por las calles recorriendo cada rincón. Como cualquier turista íbamos a pasar la noche en el pueblo, todo marchaba muy bien hacía un día estupendo la gente del pueblo eran amables y cortes que saludaban con una sonrisa mientras pasabas.
Se acercaba la hora de almorzar, así que fuimos al restaurante del pueblo donde te hacían sentir como en casa y es que la comida era simplemente deliciosa, mientras Damián pagaba la cuenta después del banquete que habíamos disfrutado.

Vi a unos jóvenes entusiasmados y murmurando con un afiche en manos. Les observo detenidamente, se percatan de ello y con alegría me dicen: habrá una fiesta de disfraz en el pueblo, por eso, tanto jaleo, cera en la plaza y se hace cada año para estas fechas casi todo el pueblo asiste y se divierte.
Damián se acerca silenciosamente hacia mí y los chicos me dan uno de los afiches y recalcan, deberían asistir, la pasarán muy bien este año, la temática es de época victoriana.

Con mucho entusiasmo le digo a Damián, hay que ir de compras y así fue es tuvimos de compras el resto de la tarde y luego llegamos a cambiarnos a la habitación del hotel. Damián me ve arreglado y me mira con admiración y dice __ Tengo el novio más lindo.__ Seguidamente me sonrojo y le digo tú también estás guapo, eres un sueño. Mientras nos veíamos fijamente a los ojos le di un besito pequeñito y le digo te espero a fuera mientras me acercaba hacia la puerta él me llama por mi nombre:
__ Kenneth, ¡no puedo respirar si no estás aquí!__
__Seré tu aire cuando lo necesites.__

Mientras le observaba detenidamente y con amor, Él me sonríe instantáneamente.
Llegamos a la fiesta y efectivamente había muchas personas disfrutando, unas reían, algunos bailaban y otros tomaban mientras conversaban. Damián y yo estábamos juntos, pero en un momento de la fiesta nos distanciamos un poco porque se encontró con un viejo amigo de su padre, una grata sorpresa para el señor que vuelve a ver a Damián todo un adulto y no como ese niño al cual él recordaba.
Damián también estaba alegre de haberlo encontrado en aquella fiesta y mientras ellos recodaban cosas del pasado y conversaban sobre ello, decidí ir a por un trago.
Tenía una sensación extraña, creía que era porque había muchas personas a mi alrededor, así que decidí alejarme un poco de la fiesta aun lugar más cómodo y silencioso mientras disfrutaba de mi trago.
Hacía una noche muy linda con un cielo estrellado, lo que me hizo pensar y soñar despierto mientras disfrutaba de la vista y el silencio. De un momento a otro volví a sentirme observado y me dio escalofríos, volteó a ver a mis alrededores y no había nadie, estaba solo, pero esa sensación no se me iba de mi cabeza. Minutos después veo a Damián a lo lejos levantado su brazo y llamándome me acerco, hacia él y me pregunta.

__Que hacías aquí tan solito, te estuve buscando por toda la fiesta.__
__lo siento, solo me sentí un poco a túrbido y decidí alejarme un poco para relajarme unos minutos, no tuve noción del tiempo.__
__Vale, no te preocupes, te pasa algo Kenneth te noto disperso, si no te conociera diría que hasta tienes miedo.__
__No es nada, volvamos a la fiesta.__

Estando nuevamente en la fiesta voy por otro trago y le digo a Damián que esta fiesta está muy bonita. Damián me ve y toma de mi trago seguidamente lo pone en la mesa, mientras me toma por la cintura y me acerca hacía él y dice:
__¿Bailas conmigo?__
Yo me sonrojó, lo vi fijamente y sonríe nerviosamente. Estás bien pregunto seguidamente y yo le dije que si y él me dice genial, bailamos alrededor de toda la noche.

Regresamos a la habitación del hotel con mucho sueño, Damián solamente se tira a la cama y me dice buenas noches, cerrando sus ojitos cansados, le quitó los zapatos y le desabrochó su camisa para que esté más cómodo yo me pongo pijama y me acuesto en su pecho, segundo después ambos estábamos completamente dormidos.

Los días fueron pasando, yo disfrutaba mucho estando con el chico de mi sueño, en el lugar de mí sueños, y no todo era sexo. También jugábamos, bromeábamos, conversamos y nos divertimos mucho ambos.
Casi no pasábamos tiempo con el móvil, a veces yo lo tomaba para escribirle a mi mamá y a Angie. El tiempo se fue volando, ya era nuestro último día en la cabaña. Ya mañana nos regresamos a casa, dice Damián...

__lo sé, no quiero irme de aquí...__

__yo tampoco quiero irme Kenneth, pero tenemos que volver a la cotidianidad.__

__ya lo sé, aunque me encantaría quedarme aquí para siempre contigo.__

__pero no sé, puede amor, aunque esta vez las cosas serán diferente, nos veremos más seguido te lo prometo...__

__Está bien, mientras tanto, ¿nos terminamos la botella de vino para no desperdiciarla?__

__está bien pollito.__

Y así fue nuestra última noche, nos terminamos la botella de vino, conversamos de nuestros planes a futuro y luego hicimos el amor toda la noche.