El día de hoy simplemente no siento nada... No se como explicarlo, nada ni nadie me hace sentir triste o feliz... Tengo muchos cortes en mis brazos, varios son recientes, aunque a decir verdad... No los siento, debo decir que no me importa no sentir nada, hace mucho tiempo dejo de importarme la vida. Realmente quisiera un mundo donde la gente me entienda más y no me juzguen por como soy y lo que opino de preferir morir antes de seguir con está triste vida...
-Julián, amor mio- Grita mamá desde el piso de abajo
-Dime, ¿Qué paso?-Contesto algo desanimado ya que estaba pensando
-¿Estas ocupado? La verdad cielo, yo no necesito nada. Ya sabes lo que realmente pide tu padre...- Al decirme esto su voz tembló y se agudizo
-Ahora la traigo no te preocupes...-
Me arreglé y salí. Quisiera impedir que Abraham tome mucho... Su actitud se hace muy intensa y agresiva. Siempre para no quedarse tomando solo, invita a sus montones de amigos para "pasarla a lo grande". Esto siempre se refiere a tratar de violar a mi madre, golpearla con brutalidad y como no lo permito, también me golpean a mi. Solo que cuando pasa esto se olvidan de mi madre y la dejan en paz. Prefiero millones de veces que me lastimen a mi y no a ella, ella es la única a la que realmente le creo cuando me dice que me ama...
Después de un tiempo regrese a casa con la caja de cervezas que se me fue pedida, con trabajó abro la puerta y ahí esta mi padre Abraham charlando con sus amigos
-Hola hijo. ¿Qué es mi sorpresa?-Dice dirigiéndose a la caja
-Sí... Feliz cumpleaños, Abraham- Conteste con indiferencia
-¿Cuando me dirás "papá"?
Al momento que su boca pronuncia esas palabras solo pude recordar todas las veces que mamá lloraba al curarme los golpes que este maldito me plantaba...
-En... En otro día- Dicho esto acomode la caja sobre el suelo con delicadeza
-¡Vieja!- Gritó sin obtener respuesta- ¡Miriam!... Maldita sea ¿Dónde estas?- Dijo con una voz que su tonalidad ya era agresiva
-Perdón amor... ¿Qué necesitas?- Dijo ella con mucha timidez
-¿Cómo que que necesitó?- Le dijo al mismo tiempo que fue acercándose a ella lenta pero violentamente- ¿Acaso eres estúpida?
-Perdón amor... Ahorita les sirvo- Volteo rápidamente para no ser sorprendida con algún golpe
Subí las escaleras para ir a mi cuarto... No puede ser que se ame tan poco como para dejar que ese cobarde le hablé así, aun después de tener 15 años de vida con esta familia suena irónico que no lo pueda asimilar. Llegue a mi cálido cuarto para acomodarme en mi cama rígida, me coloque los audífonos y me perdí en el sonido de las canciones de mis grupos favoritos, deseando largarme de aquí, escapar de todo o en cualquier forma, pensar en como morirme...
Tiempo más tarde, un grito desolador suena tan fuerte que es capaz de despertarme de mis profundos sueños. Era mi madre, lo descubrí por su grito tan agudo y potente, lo más probable es que Abraham le este haciendo algo. Me senté en la cama, retire los audífonos de mis oídos y de pronto un grito más desgarrador y agudo, acompañado por un fuerte golpe. Lo único que pude hacer al escucharlo fue levantarme, aun sabiendo que me faltaban los zapatos, baje corriendo solo para admirar con mejor claridad lo que pasaba
-!Déjenla en paz¡- Empece a empujar a todas las personas que rodeaban lo que realmente pasaba.
Quite al último de mi camino y pude ver a mi madre golpeada, con sus prendas desgarradas, con sus hermosos ojos brillando con una tonalidad rojiza y en su suave y tersa piel unos tonos morados aparentando ser moretones. La ayude a levantarse
-Julian... Amor mio, te quiero mucho mi cielo
La ayude a caminar para llegar a las escaleras y subirlas, hasta que sentí un fuerte dolor en la columna que me paralizo
-Hijo, ¿Estas ciego?. ¿No te das cuenta que esa mujer que llevas es mía?.
Dicho esto, pude sentir otro gran golpe que me hizo caer, pegando bruscamente mi rostro sobre la escalera. Mamá iba más arriba que yo en subir, al oír el golpe se detuvo y volteo a verme
-Amor levántate
-Mamá, ve a encerrarte al cuarto- Levante la cara- Estaré bien...- Le mostré una sonrisa para que sintiera que así iba a hacer
-No te puedo dejar...- Mamá dijo esto y sentí como me jalaron los pies y mi cara chocaba en las escaleras-¡NO!- Grito desolada mente
Mamá bajo las escaleras al mismo tiempo que Abraham me levantaba de un jalón y me plantaba un puñetazo
-¡Mamá vete!- Grite al momento que empujaba a Abraham
Corrí hasta estar a lado de ella y le di un pequeño empujón para que subiera otra vez las escaleras. Mamá subió corriendo las escaleras y los amigos de Abraham se acercaron violentamente hacia a mi, comenzaron a golpearme hasta tirarme al piso, sentí demasiados golpes en el rostro que provocaron un sangrado en mi labio y en la terminación de la ceja, otros en mi cuerpo, así mismo patadas y algún insultó, pero lo único bueno es que mi madre esta bien.
Después de algunas horas puedo decir que se cansaron y fueron a terminarse la caja de cervezas que les traje.
Intente levantarme pero no pude, mis piernas no reaccionaban, por lo que tuve que arrastrarme para subir las escaleras para llegar a mi cuarto.
Me costo mucho trabajo pero ya estaba por fin en frente de la puerta, gire la manija y pude ver inmediatamente a mamá recostada en mi cama, con una pequeña lagrima que le recorría su suave mejilla tornada de morado.
Sin saber como al verla pude levantarme, me limpie la sangre con mi mano, entre a la habitación y como de costumbre me acomodé los audífonos al tiempo que prendía el ordenador para entrar a mis redes sociales.