Los Destinos del Alfa •STEREK•

[𝐏 𝐑 𝐎 𝐋 𝐎 𝐆 𝐎]

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La manada Orquídea era una de las manadas mas poderosas del pueblo de Beacon Hills, que, a pesar de que sus integrantes se pueden contar fácilmente con los dedos de tus manos, son los suficientemente fuertes para acabar con una manada mucho mas grande que la de ellos.

La palabra rendirse absolutamente no estaba en su vocabulario, ellos preferían mil veces morir en la lucha antes que ser unos cobardes y huir sin antes haber peleado.

Eran fuertes, valientes y dispuestos a dar la vida por su Alfa si era necesario, nada ni nadie podía detenerlos cuando se trataba de su propia familia.

Derek Hale, lider de la pequeña manda, un Alfa de sangre pura con una gran inteligencia y fuerza que lo caracterizan. Su rostro estoico le hace mantener un gran porte que a muchos kailómetros de distancia desprende seguridad y peligro que hacen que le tengas mas miedo que respeto. Un olor a vino tinto y tabaco que apenas llegaba a los fosas nasales de alguien lograban sentirse mareados e incluso descolocados.

Aquel olor tan embriagador que te dejaba con las piernas como gelatina a pesar de no haber probado ninguna gota de alcohol.

El Alfa Hale, era sin duda una persona muy respetada por su familia, que si bien no compartía ningún vínculo de sangre con la mayoría, los quería como a unos verdaderos hermanos. Pero tampoco dejemos de lado aquel lazo que los unía a cada uno de ellos, un lazo que nada ni nadie podía romper.

O eso era lo que él y los demás creían.

A su derecha siempre solía permanecer una hermosa Omega de cabellos café oscuros, ojos claros que brillaban cual estrellas al anochecer, mirada dulce  y maternal que se encargaba de cuidar su manada siendo su amiga, madre, hermana y consejera.

Aquella Omega que había marcado y con la que contrajo  matrimonio desde ya bastante tiempo, siendo su pareja predestinada y el final de su hilo rojo del destino. Sin duda el pelinegro se sentía muy bendecido.

Llevando en su vientre el fruto de su amor. El bebé que traería más dicha y alegría a todos. El miembro más esperado y querido aunque nadie lo conociera.

Más el destino nunca estará conforme y le gusta sorprender con cosas inesperadas.

Es juguetón y a veces cruel pero así es él al fin y al cabo.

Ya sabes, es como el chiste que ingenuamente crees haber captado pero eres tan inocente como para descifrar el doble sentido en  él, lleno de albur y cosas sucias que en ese instante no pasaban por tu cabeza, pero por alguna extraña razón tu cerebro lo recuerda y estando en la comodidad de tus aposentos lo reflexionas.

Y te das cuenta que se han reído justo en tu cara.

La rabia te consume, quieres volver al tiempo ahora que ya sabes lo que significa y poder ser tú el que se burle más no tienes una máquina para viajar en el tiempo y te frustras e incluso quieres llorar.

Te es difícil conciliar el sueño pensando en el hubiera, más sabes que no existe, pero tu cerebro te sigue torturando y no te queda más que vivir con eso por el resto de tu vida.

Ahora duermes pero no a gusto.

Antes te preparas mentalmente para que eso no te vuelva a suceder. Pero se te olvida que el destino es impredecible, que le gusta jugar y que tú tienes la paciencia de un gato que no le gusta se tocado.

Entonces vuelves a caer pero esta vez, de una forma diferente. Ya no es el chiste de doble sentido, en cambio, es algo a que todos llaman "amor" del cual nadie te advirtió nada.

Caes como pescado en el anzuelo, te lastima más no te puedes soltar o más bien no lo quieres soltar. El dolor es soportable pero con el paso de los segundos te hace más daño, te sientes acorralado más no quieres que el pescador te tire fuera del agua por miedo a morir, te haces el fuerte y soportas. Con el paso de los minutos sientes que ya no puedes más y quieres ser devuelto al estanque pero no sabes cómo decirle eso al pescador.

Las cosas dan un jiro drásticamente inesperado y te das cuenta de una cosa que ignoraste desde el principio, que tu eres el pescador y no el pescado que siempre creíste ser.

Tú eras el que hacía daño y no al que se lo hacían.

Con toda esta explicación ¿entienden mi punto acerca del destino?.

¿No?.

Pronto lo entenderás.

Todo estaba relativamente bien, en el pueblo no había ningun tipo de peligro que amenazara con llevarse sus vidas, o no hasta ese día en el cual dos de sus betas hacían una visita de rutina a los alrededores del bosque donde encontraron a un chico que parecía haberse desmayado apenas unos segundos.

Era un humano.

Un humano que traería mucho a su paso, la casualidad no existe. Solo es el destino disfrazado intentando engañarte, jugando con tu mente y mucho más que eso.

>>Él quita, él da y cuándo quiere se puede desquitar.<<

🍑😔🍑