[𝐒 𝐄 𝐈 𝐒]

884 73 15
                                    

🌙


Después de aquel intenso reencuentro entre la pelirroja y Jackson, ella parecía evitarlo. Sus miradas jamas volvieron a chocar ni por error.

Jackson quería acercársele pero la situación no estaba a su favor, él estaba feliz, encantado y añorando estar a su lado. Aquel sentimiento era totalmente nuevo y juraba que si fuera un perro ya estaría moviendo la cola, aquellas emociones tan inexplicables ponían su piel chinita haciendo que su corazón salte con violencia en su pecho.

El olor a vainilla que desprendía puso su sentidos al cien, quería poner su nariz en el blanco cuello de la chica y disfrutar algo tan exquisito y íntimo como eso.

Lydia simplemente se negaba a mirar al chico de ojos azules que hacía querer tenerlo entre sus brazos, llenarlo de besos y jamas soltarlo.

Para empezar, jamas creyó encontrar a su otro mitad, no en esas circunstancias, ella era una mujer comprometida y amaba a Stiles de eso estaba segura. Y puede que se haya hecho la difícil pero el castaño terminó por ganar su corazón a base de mucho esfuerzo.

Aquello solo era una total tontería, no tenía sentido.

Nada ni nadie le iba a hacer cambiar de opinión. No cuando su boda está a la vuelta de la esquina.

Quería dejarle eso en claro al Gamma, entonces hizo algo que nadie espero y besó repentinamente a su prometido. Era un beso fingido y lleno de frustración que los demás interpretaron como lindo y romántico.

Los únicos en notar lo contrario fueron la bruja y su hermano, sabían que no saldría nada bueno de eso.
Temían que llegara a los extremos y todos saldrían lastimados física y emocionalmente.

El amor puede doler más que una daga clavada a un costado.

Aquello para Jackson había sido tan difícil de ver, y sus planes para acercarse a la pelirroja se habían destruido haciéndose añicos al igual que su corazón, que hecho polvo, el viento se lo llevó. Él simplemente no aguantó más y corrió subiendo las escaleras en busca de la persona en la que más confiaba.

Boyd.

Sin pensarlo entró a la habitación de moreno sin tocar, pero tampoco esperó ver aquella escena. Ethan lo abrazaba como si su vida dependiese de ello.

El beta lo miró con desprecio y lo que parecía ser rabia contenida en sus ojos. Pero él lo ignoró. Como siempre suele hacer.

"Boyd" lo llamó "necesito, necesito tu ayuda" pidió, su voz se escuchaba baja y entre cortada.

Las lágrimas amenazaban con salir.

El Omega quería ir de forma inmediata al llamado pero ¿para qué?, su corazón estaba dañado de maneras inimaginables. Jackson no tenía la culpa, ni la más mínima idea que pasaba por su mente pero aún así, no impedía que estuviera un poco molesto con él, por no quererlo, ni amarlo como el lo hacía incondicionalmente.

El único culpable era él mismo por aferrarse a algo que no tenía ni pies ni cabeza, algo que solo creó en su mente y creyó su corazón.

Estaba de espaldas a la puerta así que el ojiazul no se daría cuenta de su estado tan lamentable. Había sentido el intenso olor a tristeza y decepción, sus pies querían ir y consolarlo, preguntarle que había pasado y darle palabras de aliento. Decirle que podía llorar en su hombro sin ningún tipo de problema.

Pero sabía que no era el momento, no cuando se encontraba igual o peor que él. Apretó los puños y se dio el valor de contestar.

"Lo siento pero ahora no puedo" dijo, tragándose las ganas de decirle un: "siéntate en mi cama y dime lo que ha pasado".

Los Destinos del Alfa •STEREK•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora