Infiel- NaruSasu Adaptacion

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 ¿Libre? ¿A qué te refieres? Y ¿Qué le hiciste a Naruto? - El pánico en su voz, era tangible. Giro la cabeza, para ver como la pelimorada acariciaba suave y amorosamente el rostro de su esposo.-Hinata, ¿porque no vas por algo de alcohol y algodones, para limpiarlo? La pelimorada, Hinata, levanto la mirada, y con algo de recelo, salió de la habitación.-Hermosa ¿verdad? - Sasuke levanto la mirada y observo, a la у que creía su amiga. Nada de lo que estaba pasando, teníasentido.- ¿Qué está pasando, Sakura? Y ¿Cómo es que la conoces? - Su amiga le devolvió la mirada y se levantó de la cama.. Se acercó a NAruto y lo miro con repulsión. Luego se arrodillo frente a el y lo sacudió. La cabeza de NAruto reboto un poco en el asiento. Pero a pesar del brusco movimiento seguía inconsciente. - Vaya. No es momento de explicaciones, aún. Quiero que el esté despierto, para que no tenga que repetir todo, dos veces. -La puerta se abrió y por ella entro Hinata con los brazos llenos de bolsas de algodón, alcohol, yodo y gazas. - ¡Dios! Que exagerada eres. Con un poquito de alcohol y algodón era suficiente. Tampoco le golpee para matar. - Hinata miro a su compañera y sin hacer caso de sus reproches, se dispuso a curar la herida de Naruto. Afortunadamente, no era muy profunda y no parecía necesitar puntos.Sasuke miraba como la pelimorada trataba el rostro de Naruto con devoción, parecía estar genuinamente enamorada de el.La punzada de celos, llego acompañada de una de pánico.Si ella lo amaba realmente, entonces Sasuke era un problema, en su plan de estar juntos. Pensó en su bebé, y como haría para mantenerlo a salvo. Un suave gemido escapo de la boca de su esposo, pero siguió sin despertar.-Bueno, ya es suficiente. - La pelimorada le lanzo una mirada venenosa. Sasuke tenía la extraña sensación, de que esto no terminaría bien.-Sakura, ¿podrías venir conmigo, un momento? Necesito hablarte, a solas. Luego de un par de segundos, en los que parecía que su amiga estaba por negarse, ambas salieron de la habitación. Lo que parecía ser una discusión y bastante fuerte, comenzó a oírse minutos después. No alcanzaba a entender que era lo que decían, pero no parecía ser nada bueno.Se preguntó si acaso, HInata había encontrado la forma de obligar a Sakura, a que la ayudara, en contra de su mejor amigo. Por más que trato de creer en ello, y en que su amiga la podría ayudar de salir bien de allí, no pudo convencerse. Sakura tenía toda la pinta de estar involucrada por voluntad propia. Además, Sasuke siempre había sabido que su amiga odiaba a Naruto, lo que nunca logro entender era el porqué. ¡Naruto! Giro la cabeza para verlo y su corazón se estrujo dolorosamente con la imagen. Estaba allí sentado, inconsciente y pálido, en esa silla. Movió las manos, tratando de ver si se podía zafar de las esposas, pero lo único que consiguió fue que estas, le lastimaran las muñecas. Lanzo un gemido y movida por la desesperación comenzó a moverse frenéticamente sobre la cama, sacudiendo toda la estructura de esta y haciendo sonar las esposas, al rozarlas con el metal de los barrotes. Se detuvo jadeando y adolorido, era inútil. En un intento por mantener la calma, cerró los ojos y respiro profundamente.Un gemido agudo de dolor, lo hizo abrirlos rápidamente. Naruto estaba removiéndose en la silla y gemía con cada movimiento que hacía.-¿Naruto? ¿Estás despierto? ¿Naruto? - La voz. Sonaba aterraday la llamaba.Movió de nuevo la cabeza y el dolor casi lo hizo llorar. ¿Había tenido un accidente? O ¿estaba enfermo? Porque, bien por el dolor de cabeza que estaba sintiendo, podría decir que fue un accidente muy grave.-¿NAruto? Cariño ¿me oyes, estas bien? - De nuevo, aquella voz.- ¿Naruto? Por favor. - La voz se cortó con un sollozo. Respiro y movió la cabeza, tratando de aclararse. ¡Su esposo! Sasuke, el lo buscaba y... ¡dios mio! Abrió los ojos con rapidez, al recordar. La luz de una lámpara fluorescente, lo hizo cerrar los ojos de nuevo.-¡Oh, gracias a dios ya despertaste! - La voz de su esposo, sonaba llena de alivio. Abrió los ojos y cuando pudo enfocar la mirada, los abrió desmesuradamente, horrorizado. Su esposo estaba esposado a una cama. Trato de ponerse de pie, pero ni siquiera pudo levantarse. Miro hacia abajo y se encontró amarrado a una silla. A pesar del palpito que sentía en la cabeza, trato de moverse, para ver si se podía zafar de las cuerdas. Era inútil. Miro de nuevo a Sasuke, sus ojos le demostraban alivio y pánico a la vez.-¿Estás bien? Dime que estas bien, por favor. - Sasuke sollozo un poco y afirmo, con un movimiento de la cabeza. - Todo va a estar bien. Te lo prometo. - Comenzó a luchar de nuevo en la silla, mientras trataba de infundirle algo de seguridad a su esposo. - Me tenías muy asustado, mi amor... - El sollozo de nuevo. - Pero no te preocupes. Todo va a estar bien. Te lo prometo. Solo déjame... -- Vaya, vaya. Así que ya has despertado. Perfecto. Creo que llego la hora de las explicaciones.