Erotic Light

!Bienvenida a bordo!

Dicen, que cuando menos te lo esperas, llega esa persona que te hace olvidar el pasado y todo lo malo de este.... En mi opinión, esta persona sólo me hizo recordar más lo olvidado....

-Lo siento jefe- digo ignorando al chico- No sabía que estaba reunido. Y además, me dijo que pasara- Me escuso.

-Tranquila Alex, quería presentarte a mi hijo Erick, uno de nuestros escritores más recientes-Me señala al hermoso muchacho que está sentado delante de él.

Este se levanta, me toma la muñeca y me deja un beso sobre esta.

-Hola, me llamo Erick Williams, un gusto conocerte- Me dice coqueto.

Al terminar su presentación le quito mi muñeca de entre sus manos sin esperar a que me la devuelva y me quedo paralizada al recordar su nombre y dar por hecho que es el autor del manuscrito del cual le hiba a hablar al jefe.

-Yo soy Alexandra Blake- le digo sin prestarle mucha atención- Señor, vine aquí a enseñarle uno de los manuscritos que más me cautivó, y que supongo, le pertenece a su hijo-le explico a mi jefe- Me pareció bastante entretenido señor Williams- le indico con una sonrisa amistosa al escritor de esta novela.

-¿No le pareció caliente y excitante, Alex?- pregunta con guasa.

-Señorita Blake- le rectifico- y contestando a su pregunta, me pareció bastante... apasionado- Miento, auque en parte es verdad.

-¿Apasionado?- se ríe- puede ser, pero es muy excitante y caliente, además de bastante realista, no cree, Alex?- comenta volviendome a tutearme.

-Señor Williams, si a realista le llama a la vida de estar de parranda todo el tiempo, y de siempre tener en la cama a una diferente cada día. Sí, es muy realista, mucha gente cree y vive en esa vida tan sana- respondo con algo de sarcasmo- No juzgo la vida que lleven los demás.

Hace un gesto triunfante y continuo con mi comentario.

-Pero en cambio, eso no lleva a nadie a una vida ni a un futuro próspero. Al final el tiempo pasa y tú también con el, y no siempre vas poder estar de fiesta en fiesta. Terminaria solo o sola, y ahí es cuando se dará cuenta de que no todo en la vida era o es diversión- Le lanzo una sonrisa ganadora.

Me mira algo alusinado. ¿Tal vez?. Me repasa todo mi cuerpo con la mirada hasta que sus ojos van a parar en los mios y bajan hasta mis labios. No se que pasa que no puedo apartar la mirada de él, es algo totalmente hipnótico. Tiene el cabello negro azulado, ojos azules casi turqueza con pequeñas motas blancas como los de su padre, acompañados de unos pómulos marcados y un lunar a lo alto de uno de estos, justo debajo de su ojo derecho. Una nariz perfilada y unos labios gruesos, muy rosados, y bastantes apetecibles. Es bastante alto, me saca como veinte centímetros. De tez pálida lo cual le hace un lindo contraste con su pelo oscuro y le dan una apariencia de vampiro. De cuerpo musculoso, se nota que pasa varias horas en el gimnasio. Mi jefe carraspea su garganta rompiendo nuestra conexión de miradas.

-Alex, querría que tú fueses la editora personal de mi hijo- Erick sonríe

-¿Yo?

-¡Sí! Me encanta como haces tu trabajo, y a Erick tambien le fascina. Eres una de mis mejores editoras, no me defraudes- Dice tomando una vez más su asiento delante del escritorio, y dando por sentado que voy a tomar este trabajo.

-Pero señor. ¿Está seguro? No es que yo sea una incompetente, pero de seguro hay mejores que yo- señalo tratando de que este trabajo no caiga en mis manos.

-Claro que está seguro Alex, yo mismo fuí quien te escogí para esto. ¿Piensas que iba a dejar en manos de cualquiera a mi obra maestra?- pregunta Erick con una hermosa sonrisa - Te lo dejo a ti porque me gusta lo que haces- Me guiña un ojo y vuelve a darme su sorisa seductora.

-Está decidido- Exclama mi jefe- Tú serás la editora personal de los libros de mi hijo- sonríe.

-Pues bien- les muestro una sonrisa falsa- ¡Bienvenido a bordo!- Le doy la mano a un Erick muy feliz, demasiado diría yo. Presiento que esto le va traer muchos problemas a mi tan tranquila vida.

Al salir de la oficina de mi querido jefe, me sigue un eufórico Erick.

-Y bien, cuando empezamos?- casi grita de la emoción.

-Primero tendré que repazar de nuevo su manuscrito, mandarlo a corregir, hallar una portada acorde al libro, hacer la magia del encuadernado y por último mucha propaganda señor Williams.

-Por favor tuteame, llámame Erick- dice coqueto- Y a lo que me refería de empezar, eran las reuniones entre tú y yo- afirma señalandonos.

-Erick, las reuniones entre ambos serán escasas- doy por terminada nuestra conversación, doy media vuelta y vuelvo a mi oficina sin mirar atrás.

-Esto va a ser un martirio....