Erotic Light

"Una tarde cargadita"

Me encuentro terminando de firmar unos papeles para poder irme a casa. Aún no me he podido sacar a Erick de la cabeza, es como si lo conociera de antes. Termino con mis papeles y me dispongo a recoger mis cosas para ir a casa. Tocan la puerta de mi oficina y entra Sonia sin esperar a que yo opine algo al respecto.

-Me quería disculpar por lo de esta mañana- alega arrepentida- se que él no la va a dejar, tienes toda la maldita razón, pero estoy tan enamorada de él Alex. Ya no se ni que pensar o hacer, esto es cada vez más jodido para mí- Termina casi llorando.

-Tranquila Nia, no pasa nada, todos cometemos errores y, pues, también nos enamoramos e ilusionamos- la abrazo- se que no estás pasando por tu mejor momento. Pero para eso están las amigas, no?, para ser tu pilar de apoyo cuando más las necesitas, y yo voy a estar en cualquier momento para vos- Me sonríe y continuo- esta noche te vienes conmigo a mi casa y pasas la noche en esta. Vemos unas pelis y me cuentas todo.En el camino compramos unos cuantos helados. ¿Te parece bien?

-Claro- responde
-

Pues bien, recoge tus cosas y vámonos.

Hacía mucho que no pasaba tiempo con alguna amiga, pienso al ver a Sonia acurrucada y dormida en mi regazo, aún con la peli andando. Después de desahogarse conmigo, pasar por alto todas las pelis, llorar como si fuese una cascada, y de engullir todo tipo de helados, se ha quedado dormida como una roca en el sofá, con su cabeza encima de mí. Me levanto, apago la tele y la acomodo fuera de mi regazo, tratando de no despertarla en el proceso. Ando hacia mi habitación a buscar unas mantas, y cuando vuelvo la arropo y otra vez la acomodo. Voy hasta mi escritorio y me dispongo a revisar algunos manuscritos que me llevé a casa.

Media hora más tarde escucho unas llaves, y tras este sonido siento la puerta principal abrirse, luego lo siento a él gritar:
-

Alex!!! Llegué hermosa, traje un delicioso vino para celebrar lo de esta mañana!!!

Río tras lo anterior.

Al parecer llegó mi compañero de piso, mi ruidoso compañero de piso. Llegó la hora de hablar con él.

-Hola Zack. Cómo te fue hoy?

-Genial hermosa- dice con una grandísima sonrisa en su rostro. Me coge desprevenida y me planta un beso en los labios -Dulces como siempre- dice sensualmente.

-Tenemos que hablar de lo ocurrido esta mañana- digo separandome bruscamente de él y tratando de terminar con el asunto sobre mi insensatez del amanecer anterior. Alego- lo que sucedió hace unas horas no va a cambiar nada entre nosotros, somos amigos y compañeros de piso Zack, nada más.

-¿Por qué no preciosa? ¿Por qué no podría cambiar nada? Lo que pasó esta mañana fue fantástico, único, salvaje y fascinante; me hizo enamorarme más de ti y de tu cuerpo, y de tu sensualidad. ¿Es qué no lo vez?

-Zack yo...

-Se que no te sientes así- me corta- pero puedo intentar y hacer que te enamores de mi, e incluso mucho más de lo que yo estoy de ti - lleva su mano hacia mi mejilla y me acaricia suavemente- Te quiero y te amo Alex. Me has hechizado completamente. ¿No te has dado cuenta?

-Zack, sabes que no puedo darte más nada que mi amistad, y bueno, vives en mi casa, una casa que quise compartir contigo. No puedo engañarte sobre mis sentimientos, no son correspondidos, y además, eres el único que sabe por todo lo que he pasado, por todas las mierdas que me han ocurrido, en fin, el único que me entiende, y no creo que..

-Y no crees que estás preparada para algo nuevo- me vuelve a cortar algo decepcionado y continúa hablando -Ok, te entiendo, pero no puedo dejar que me uses de nuevo para calmar tu furia sexual, Alex, no quiero que me uses más, no aguanto más esto, cada vez es más difícil estar a tu alrededor sin poder besarte o tocarte... He decidido que voy a conseguir un nuevo alquiler- Dice algo triste y decidido.

-Desde cuándo piensas en irte y buscar un nuevo hogar?

- Desde la última vez que pasó esto- dice adentrándose al salón. Mira a Sonia acostada en el sofá y me pregunta- ¿Qué hace Sonia acá? ¿Denuevo vuestro jefe?- pregunta sabiendo los líos de Nia.

Le doy una asentimiento de cabeza, mientras que él se sienta en un sillón, me recuesto a la pared y le digo- Nia hoy fue a mi oficina antes de irnos a casa, hecha un mar de lágrimas. El señor Williams le comentó una vez más lo de su posible- hago comillas con mis dedos-  "divorcio" entre él y su mujer, y Nia, como siempre, le creyó. Le dije que eso era otra más de sus innumerables mentiras, y pues, al parecer, se dio cuenta- Asiente con su cabeza y prosigo- Continuando con el asunto anterior entre ambos- se tensa- tienes razón, te hago daños con mis cambios de humor constantes. Si de verdad quieres irte, hazlo, no te detendré- finalizo la conversación yendo a mi habitación.