Egoísta o no pero no quiero que mires a nadie mas de la forma en que me miras a mi.
Detalladamente diría que me enamore de ti gracias a la lluvia, esa mañana la lluvia no dejaba de caer y la brisa del aire producia una sensación de nostalgia y tristeza.
—Te lo dije, no tiene caso estar aquí afuera.
—Eres demasiado gruñona, sabes deberías disfrutar de esto.
—La lluvia, claro que la disfruto es fría y refrescante.
—No, me refiero a este instante entre nosotros.
Tus ojos se habían iluminado con el brillo de esa pícara sonrisa tuya, esa sonrisa la sentí tan mía.
—¿Nosotros?
—Porque no bailamos un poco.
El sonido de la lluvia parecía comenzar a disminuir, tus manos tocaron mis temblorosas manos, te juro que no temblaba de frío simplemente era ese contacto entre ambos.
—No me gusta bailar, no soy buena bailando.
—Yo te ayudaré, solo confía en mi.
Recuerdo la calidez de tus manos tomar mi cintura, bailamos en un bals absurda mente tierno, la lluvia nos caía pero eso era lo menos importante, tenias razón solo importabamos nosotros.
Sin medir el tiempo y el día comprendí que estaba irremediablemente enamorada de ti, de esa sonrisa tan propia de tu carisma, incluso de tus arrebatos de locura siempre buscando alguna forma para darle un toque especial a todo, desearía que estos días no terminaran y se fueran con la lluvia.
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Una historia de amor como cualquier otra
Teen FictionEl amor no es una decisión, sucede sin avisar puedes estar sentado mirando a la nada y derrepente cruzar miradas y sentir esa emoción que recorre cada parte de ti quizás sea felicidad, pero es una emoción que da un calor especial a tu alma.