' forever and always', ᴋᴍ.

Cap : unico

Angustia, tristeza, y miedo era lo único qué pasaba por la mente del castaño mientras la mirada inquisitoria de sus progenitores lo agobiada.

Sus ojos se encontraban totalmente inyectados en lágrimas, mientras miraba a su madre con terror y llevaba su mano temblorosa a la zona donde había recibido una fuerte cachetada.

Pero..

— ¿Cómo había llegado a esto?.

Horas antes

Las carcajadas del pelinegro hicieron eco en la habitación, mientras su pequeño novio lo mirada con falsa molestia.

— Estoy hablando enserio Jungkookie, esa chica se atrevió a decir que te llevaría a su cama en un tronar de dedos — dijo el menor haciendo un puchero.

Le había molestado la cara de orgullo que tenía la tipa cuando dijo aquello.

— Mi amor, sabes que no me gustan las vaginas, sino lo penes, así que no te preocupes. Aparte estoy perdidamente enamorado de mi novio y él tienes un mejor culo que esa tabla de Jennie. — aseguró, y Jimin sonrió mucho haciendo que sus ojos se volvieran dos medias lunas.

Eso era algo que el azabache amaba.

El castaño sonrió. — Eso espero Jeon, pero bueno mejor dame mimos que no quiero volver a casa — misuto bajito volviendo a enterrar su naricita en el pecho desnudó de su novio, provocándole ligeras cosquillas al mayor quien se removió para después quedar encima del castaño de bellos orbes color esmeralda.

— Hemos hecho el amor toda la tarde, bebé, tienes que volver a tu casa, no quiero que tus padres te empiecen a molestar por eso. — mencionó mientras dejaba pequeños besos en la lechosa piel del chico de bajo de él, sin tener intención de dejarlo ir en realidad.

Jimin al saber las intenciones del pelinegro atrajo su rostro para fundirse en un apasionado beso, mientras las manos del mayor recorrían el delicado cuerpo del castaño.

Éste dejaba escapar ligeros gemidos de satisfacción, el cuerpo de ambos ya se encontraba bastante pegajoso por las anteriores secciones de sexo algo que a ninguno de los dos les importó en ese momento, ya que Jungkook en ese momento se encontraba penetrando a Jimin a un ritmo moderado mientras los jadeos de ambos llenaban la habitación junto con los chasquidos de sus fogosos besos. Sus pieles chocando eran un sonido demasiado morboso a los oídos de cualquiera.

Jungkook continuó con el vaivén de su caderas cuando sintió cómo las paredes anales del castaño empezaron asfixiar su pene sintiendo cómo Jimin se correria pronto.

— ¡Ah!, si, Jungkook justo ahí, no pares... —exclamo el castaño totalmente extasiado ante la deliciosa sensación.

— ¡Oh, bebé!, mmmh, eres tan delicioso Jimin, Juro que ninguna droga le ganaría a esto!, Te amo, tanto mi amor — susurró Jungkook, igual de extasiado mientras aumentaba sus estocadas y enterraba sus largos dedos en la pequeña cintura de Jimin, quien se encontraba aferrado a las sábanas rojas de la cama.