Capitulo 22

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Louise, de seis años, deambulaba por los jardines de la finca de su familia. La joven se había escapado de los pasillos de la casa, y se había escondido entre la vegetación que se sembraba a su alrededor.

"Louise, ¿dónde estás? ¡Sal ahora!"

El propósito fue claro cuando escuchó el grito llamarla.

La Valliere más joven abrazó su cuerpo, con los ojos mirando al suelo mientras podía escuchar el sonido de los gritos de su madre mientras los pasos de otros sirvientes marchaban alrededor del área en la que se escondía.

Louise miró hacia abajo y se sentó en la hierba, su pequeño cuerpo significaba que podía esconderse en casi cualquier arbusto sin que nadie se diera cuenta.

Entonces, cuando dos criadas pasaron por su escondite, ninguna de ellas se dio cuenta.

Y por lo que podía saber de ellos, ni siquiera sonaba como si les importara siquiera buscarla.

"De nuevo pasamos por esto todos los días".

"¿Cómo es que Lady Karin la sigue regañando?"

"Aparentemente, ella no es buena con la magia, es muy bueno ser un Noble si ni siquiera puede lanzar un hechizo".

"Oh mi."

Louise abrazó su cuerpo más cerca cuando escuchó esas palabras. Incluso los sirvientes sabían que ella no tenía remedio con la magia.

Entonces, cuando abandonaron el área inmediata a su alrededor, Louise fue más profundo.

A un lugar donde su madre no pudiera regañarla porque no podía lanzar un hechizo, donde su padre pudiera mirarla con decepción, donde no necesitara que la compararan con sus hermanas.

El lago central, su 'Jardín Secreto' donde podría esconderse allí y olvidarse del resto del mundo. Las flores, de un blanco brillante y delicadas al tacto, florecían por todas partes. Los pájaros descansaban en los bancos y se bañaban en el agua del lago. Y lo más importante, era el pequeño bote donde podía esconderse.

Se subió al bote y se acurrucó en la manta allí.

Recordó cómo su padre ocasionalmente la llevaba a ella y a sus hermanas alrededor del lago en el mismo bote. Incluso si no había nada interesante, se sentía bien estar afuera con su familia mientras rodeaban el hermoso cuerpo de agua.

Ahora ella realmente solo vino aquí para esconderse de sus fallas. Si fallaba en lanzar un hechizo y lograba irse antes de que la regañaran, se escondía aquí y esperaba hasta que su madre se calmara.

A veces funcionaba, otras veces no.

Así que Louise Valliere, la menor de tres hermanas, se sentó en el bote mientras flotaba en medio del lago mientras trataba de contener sus emociones.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que apareciera otra persona, en lugar de la mirada furiosa de su madre, o la exasperación cansada de su padre. En cambio, era un joven que vestía una capa de color púrpura oscuro y un sombrero de ala grande que ocultaba sus rasgos.

"¡Vizconde!" Louise no pudo evitar gritar sorprendida, de alguna manera reconociendo la figura frente a ella a pesar de la falta de rasgos.

Este era el hombre con el que estaba comprometida, algo que su padre había hecho cuando ella no podía mostrar ninguna aptitud en su magia.

Se acercó al bote y se paró junto a él, levantó una mano y empujó el ala de su sombrero para revelar a un adolescente con cabello blanco y una sonrisa agradable.

"¿Estás bien Luisa?" Preguntó, la preocupación presente en su voz.

La joven no pudo evitar sonrojarse y apartar la mirada, avergonzada.

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