Capítulo 8

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AGNETHA

Eran las siete de la mañana y estaba sentada en el sofá leyendo mientras me vevía un té y fumaba. Frida estaba acostada aún, y sí, se quedaba en mi casa después de todo lo ocurrido para que así ninguna tuviese que quedarse sola. Por más que leía no para de pensar en todo lo sucedido días anteriores y de si sería buena idea mudarme a otro país. En fin, adoraba mucho Estocolmo pero no quería seguir escondiendome y salir con miedo solo por Benny y Bjorn.

Escuché que Frida estaba bajando las escaleras pero aún así seguí leyendo. Había estado intentando dejar de fumar pero había llegado a un punto tan estresante que tuve que volver a la misma cantidad de antes.

-Buenos días- me dio un beso corto en los labios y se paró enfrente mia- ¿que haces despierta tan temprano? Y ya sabes que deberías dejar de fumar o al menos reducir la cantidad. No puedes estar fumando desde que te despiertas a las siete de la mañana hasta la madrugada.

-Me ayuda a pensar- ni siquiera aparté la vista del libro

-¿Y en qué piensas?- dijo mientras se sentaba al lado mía.

-En todo lo ocurrido- la mire- es que necesito empezar una vida nueva pero quiero ver que cambios se producen. Cambiando de tema, Gorel ha dimitido tras lo que ha pasado porque el ambiente en el estudio se ha vuelto insoportable. Además dice que Stig no ha pasado de criticarnos porque le hemos arruinado todo los proyectos que tenía, con el que conseguiría una fortuna.

-Me importa un comino sus proyectos y lo que piense de nosotras, lo que importa es que ya nos hemos librado de la peor parte. Y que ahora podemos ser feliz.

A continuacion de me dio un beso en la frente y nos fuimos a la cocina a prepararnos el desayuno. Ese día teniamos planeado ir a comprar algunas cosas. Mientras que me vestía y Frida se maquillaba, llamaron a la puerta.

-Frida abre, por favor. Me estoy terminando de vestir.

-Si, ya voy.

Escuché como bajaba las escaleras y abría la puerta. Preguntaron por mí y Frida dijo "Sí, ahora le digo que baje"

-Agnetha! Han venido a buscarte! Baja!- dijo en el primer escalón de las escaleras.

"¿Quien podría ser?" me pregunté. Bajé rápido las escaleras y vi a dos policias en la puerta de mi casa. Cre que me puse tan pálida como la nieve.

-Buenos días- noté que me temblaba la voz y me tranquilicé para mis adentros.

-Buenos días Sra. Faltskog. Hemos venido con alguien que se quedará contigo para siempre.

Mi expresión era una fusión entre sorpresa y confusión. Eran las nueve de la mañana, no sé a quién traerían.

De detrás de un policia salió Linda, que corrió y me abrazó.

-Mami! Te quiero!- le correspondí al abrazo y notaba como se me saltaban las lágrimas.

-Su ex-marido no podrá verla porque presenta antecedentes de violencia y el juez no permite que una niña de esa edad esté en un ambiente con una persona como él. Dentro de un rato la esperamos en la comisaría para que pueda rellenar unos papeles.

-Vale, muchísimas gracias. Estaremos lo antes posible- contestó Frida al ver que estaba demasiado emocionada.

Los dos policias se fueron y Frida permaneció a mi lado mientras le acariciaba el pelo a Linda.

-Vamos para adentro, os podeis resfriar con el frío.

Paré el abrazo hacia Linda y las tres nos metimos en la casa.

-Cielo, ¿con quién has estado todo este tiempo?- pregunté

-Estuve un tiempo con papá y luego los policias me llevaron con la tita. No me quisieron decir el por qué.

-Claro que no- dije mientras sonreía- eso es algo secreto y de adultos. Lo que importa es que ahora estás con mami, que te quiere muchisimo- noté como volvía a correr lágrimas por mis mejillas.

Llevé a Linda a su habitación y la dejé jugando con sus juguetes mientras que terminabamos de recoger todo para ir a la comisaría. Teníamos que llevar a Linda porque no la ibamos a dejar sola. Así que nos montamos las tres en el coche.

-Papá dice que eres muy mala y le haces daño a personas- dijo Linda rompiendo el silencio.

Frida me miró con cara muy desconcertada y yo no sabía que contestarle.

-Linda, sabes que te quiero mucho y yo no sería capáz de hacerle daño a nadie. Siempre te he enseñado que la violencia no es la solución. Y no quiero que escuches a papá, ¿me entiendes? Él es el que me ha hecho daño, que tuve que ir hasta al médico... y solo por amor.

-Tú decías que el amor era muy bonito.

-No es eso Linda lo que quiero decirte. Eres muy pequeña para entenderlo. Me refiero a que papá y yo ya no estamos juntos porque él me ha dañado. En su lugar está Frida ahora- la miré y ella me sonrió.

-Pero Frida no puede ser papá.

-Ya, ella será tu otra madre. Ahora tienes dos. Ella es a la que amo ahora.

-Sii, que bien! Ahora viviré con la tita Frida-hizo una pausa- segunda mamá. Seré la más guay de toda mi clase.

-Me alegro que te parezca bien, pero tiene que ser un secreto entre nosotras. Nadie puede saber que tienes dos madres, ¿vale? Porque en ese caso podrían acabar mal las cosas.

-Valee- dijo Linda mientras miraba hacia la ventana.

Siempre has sido túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora