5| Tia Marge

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Los primeros 2 años en Hogwarts no habían sido como lo esperaba, quizás el título adecuado sería "Caótico" "Terrorífico" e "Inseguro" pero aún así Darcy disfrutaba de cada día en la escuela. Era simplemente magnifico estar en un lugar así, un lugar que sus padres mi hermano conocerían jamás pues no lo entendían, y no tenían magia en sus venas para adorarla como ella lo hacía.

—Darcy, tu padre y tía llegaron. Ayúdame con los platos.—Pidió Petunia a la castaña.

—No olvides decirle a papá que firme mi papel de la escuela.—Recordó a su madre organizando la mesa.—Me lo prometiste.

—Si, si.

En la entrada escuchó la puerta cerrarse, el perro de su tía corrió a las faldas de su madre haciéndola reír, Petunia prefería morir antes que tener animales en casa.

—Darcy, que bella estás.—Marge saludó a su sobrina.

Entonces la voz de su primo resonó en el comedor llamando la atención de la rechoncha mujer quien como acostumbraba hizo un comentario fuera de lugar con la intención de lastimarlo.

—¡Duddy! ¡Mi pequeño consentido!

Después de una incómoda cena donde en más de una ocasión tuvo que mentir acerca de su educación y el "internado de señoritas" al que iba pudo descansar de la atención que Marge le daba.

—¿Qué miras? ¿Eh?—Reclamó.

Darcy miró a su madre quien de misma manera hizo un gesto de incomodidad, si ellos eran malos con Harry, Marge no sería la excepción pues intentaba incordiar la maldad en cada respiración del chico.

—¿Donde estudia el chico?

—En San Brutus, es una buena escuela para muchachos difíciles.

Darcy por inercia sonrió, de todas las mentiras esa era su favorita. Harry y ella solían burlarse de las miles de instituciones que se inventaban para ocultar la magia.

—¿En San Brutus los reprenden con vara?

—¡Oh, Si! Me golpean todo el tiempo.—Harry instintivamente desvió la mirada a su prima quien con su cucharita meneaba su postre fingiendo demencia.

—Excelente, no tolero esas tonterías de no reprender a los jóvenes.—Comentó.—No te preocupes por cómo es este muchacho Vernon, lo lleva en la sangre. ¡Mal padre, mal hijo!

Supo que aquella conversación colmaría la paciencia de su primo pues de maneras inoportuna Marge empezó a hablar del difunto James Potter y claro, una mentira más para ocultar la verdad.

—¡Mi padre no era un ebrio!

Darcy se sobresaltó cuando la copa que antes estaba en manos de su tía estalló, instantáneamente supo que Harry lo había ocasionado y buscó su mirada tratando de hacer algo para calmarlo.

—Sube a dormir.—Ordenó Vernon.

Pero Marge no dejaría las cosas así, otro comentario despectivo salió de su boca sin saber que ocasionaría un caos.

—De hecho no tiene nada que ver con el padre, es la madre.

—Tia Marge...—Darcy intentó intervenir.

—Es igual con los cachorros, si algo malo tiene la perra, algo malo tendrán los cachorritos.

—¡Ya basta!

—Merlin.—Darcy murmuró colocando sus manos en sus sienes dando suaves masajes.

Su tía empezó a inflarse como un globo, un globo muy grande, redondo y gordo.

—¿Alguna vez tendremos una cena tranquila?

Finalmente la mujer salió de la casa perdiéndose en el cielo, con el caos en la mesa Harry corrió escaleras arriba y claro, Darcy lo siguió entrando a su cuarto.

—Harry.—Llamó su atención colocándose frente a él mientras el azabache se sentaba en su cama.—Harry, cálmate por favor.

—Ha sido suficiente, yo me largo de aquí.—Gruñó levantándose rápidamente poniendo varias cosas en una maleta.

—¿Y a donde irás?—Reclamó tratando de evitarlo.

—¡No lo sé! ¿Con Ron? ¡No me importa!—Continuó tirando algunos libros y así finalmente cerrarla.

—No dormirás en la calle.—Lo siguió escaleras abajo donde su padre lo detuvo.

—¡Regresa a Marge! ¡Regrésala normal ahora!—El mayor habló histérico.

—¡No! ¡Se lo merece!

Vernon se acercó con la intención de zarandearlo pero el de lentes levantó su varita en su contra.

—No puedes hacer magia fuera de Hogwarts.—Dió un paso atrás, en el fondo estaba asustado.

—¿Ah no? Pruébame.

—Te expulsarán y no vivirás aquí.

—Prefiero vivir en la calle.

Y así el joven se marchó, aunque Darcy intentó seguirlo claramente su madre con una mirada amenazante la detuvo.

—Tú.—Vernon volteó a ver a su hija.—Regresa a tu tía.

—N-No se cómo hacerlo.—Se negó.—Además, está prohibido hacer magia en casa.

Su padre bufó cansado, Darcy no mentía y aunque lo hiciera tampoco la traería, a veces las personas necesitan un escarmiento para dejar de ser malas.

Dursley |Draco Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora