3| Callejon Diagon

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Harry y Darcy, después de aquella noche se volvieron mucho más unidos que antes ahora que descubrieron el mundo de la Magia.

"Todos los estudiantes deben tener;

-Un caldero de Peltre del #2.-Darcy leía la lista de lo que necesitaban.

-¿Lo encontraremos todo en Londres?-Preguntó Harry.

-Si saben dónde buscar.-Dijo Hagrid

"El Caldero Chorreante"

Hagrid y los primos caminaron por un callejón y se adentraron a un local algo descuidado, ahí vieron a gente hablar en varias mesas y bebiendo, el lugar era algo oscuro pero siguieron al semi gigante Harry sostuvo la mano de Darcy con algo de temor.

-¡Hagrid! ¿Lo de siempre?-Dijo un hombre detrás de la barra

-No gracias, estoy en un asunto oficial de Hogwarts. Vine a ayudar a Harry y Darcy.

-No puedo creerlo, Harry Potter.-Dijo aquel hombre sorprendido y en todo el lugar se envolvió en silencio

Rápidamente los murmullos inundaron el lugar;-Bienvenidos señor Potter, es un placer... ¿Usted es?

-Darcy Dursley.-La castaña se presentó.

-E-Es mi prima.-Habló con timidez.

-Soy Doris Crockford, señor Potter y señorita Dursley. Es un verdadero placer.

-Harry P-Potter es un placer conocerlo.-Un hombre con un extraño "gorro" en su cabeza se puso frente a los primos.

-¡Hola profesor!, no lo había visto. Chicos, el profesor Quirrell. Será su maestro en Defensas Contra las Artes Oscuras en Hogwarts.

-Es un placer.

-Bueno, tenemos que irnos, mucho que comprar.

-Adiós.-Se despidieron.

Salieron del lugar por la parte trasera, era un callejón estrecho y sin salida, los tres se detuvieron frente a un muro de ladrillo.

Hagrid con la sombrilla dio varios toques en el muro de ladrillos, hasta que estos se comenzaron a mover hasta dejar ver lo que había detrás de aquel muro.

-Bienvenidos al Callejón Diagon.

Delante de ellos estaba uno de los mejores lugares del mundo mágico, locales y muchos magos y brujas caminando de un lado a otro, puestos de objetos extraños.

-¿Conseguiremos todo aquí?-Preguntó Darcy viendo a Hagrid.

-Así es, su pluma, su tinta. Allá, cosas de hechicería.-Deñaló a una de las tantas tiendas.

-Pero Hagrid, no tenemos dinero ¿Cómo lo pagaremos?-Dijo Harry

-Ahí está el banco, Harry, tu dinero está en Gringotts, no hay lugar más seguro. Excepto, tal vez, Hogwarts.

-Hagrid ¿Qué son esas cosas?-Preguntó Harry aún sosteniendo la mano de Darcy.

-Son duendes, Harry. Criaturas muy inteligentes pero nada agradables, no se alejen mucho... Ajam... ajam... el señor Potter desea retirar.

El duende alzó la cabeza mirando a los que estaban presentes.

-¿Y el señor Potter tiene su llave?

-Oh sí, un minuto. La tengo por aquí.-Buscó por sus bolsillos.-Aquí está la llave y también hay otra cosa. El profesor Dumbledore me dio esto.Le entregó una carta discretamente.-Es sobre ya sabe qué, en la cámara ya sabe cuál.

-Muy bien.

Harry y Darcy se dieron una mirada ante de comenzar a seguir a otro duende que los llevó a un carrito hasta moverse y dar un viaje.

Después de aquel viaje, se detuvieron frente a unas enormes puertas.

"Cámara 687"

-La llave, por favor.-Pidió uno de los duendes que los acompañó.

Hagrid le entregó la llave y el duende abrió unas grandes puertas que al abrirse montones de oro estaban frente a los primos quienes miraron sorprendidos todo.

-¿Creíste que tus padres te dejarían en la calle?

-Si mamá y papá vieran esto, creo que ellos dormirían en la alacena.-Bromeó Darcy haciendo que su primo soltara una risa nasal.

Regresaron al Callejón Diagon ya con varios paquetes en sus brazos, habían comprado la mitad de lo que les pedían en la carta, Harry se ofreció a comprarle las cosas a Darcy ya que al irse tan de repente no pudo tener ni una moneda para comprar algo.

-Aún necesitamos... una varita.

-Ahí está Ollivander's. No hay mejor sitio ¿Por qué no me esperan ahí? Tengo otra cosa que hacer, no tardaré.

Los primos asintieron y entraron a la tienda una vez que Hagrid se fue, dejaron sus paquetes a un lado y miraron el lugar.

-Creo que el lugar de las túnicas se está llenando.-La castaña miró el local en la otra calle.-Me adelantaré, luego vengo por mi varita.

-De acuerdo.-Harry le sonrió tímido mientras su prima se iba.

Darcy se acercó al lugar chocándose con un niño rubio casi blanco quien apenas salía junto a su padre.

-Ten mas cuidado.-Se quejó el contrario.

-Draco, se más educado con la señorita.-Su padre sermoneó.-¿Como te llamas?

-Soy Darcy Dursley.-Se presentó.

El mayor miró a su hijo quien bufó y le extendió la mano a la niña presentándose;-Malfoy, Draco Malfoy.

-Fue un gusto conocerla señorita Dursley.-El mayor se despidió.

Draco por su parte miró unos segundos a la castaña con curiosidad ya que aquel apellido nunca lo había escuchado en una familia de sangre pura, al notar que era hija de muggles hizo una mueca de disgusto marchándose.

Luego de tener listas las túnicas, Darcy fue en busca de su primo quien en ese momento estaba siendo felicitado por Hagrid;-Feliz cumpleaños.-Dijo con una jaula y en ella una lechuza blanca muy hermosa.

Darcy ingresó al lugar donde compraría su varita, el hombre la miró con curiosidad tratando de reconocerla;-Usted debe ser Darcy Dursley, su primo me habló sobre su familia.

El mayor sonrió buscando alguna varita, claro que los primeros intentos salieron fatales pero la cuarta varita la escogió. Aquella soltó unas chispas de muchos colores que repararon los objetos antes destruidos.

-Es esta.-El hombre sonrió a la menor.

Dursley |Draco Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora