Capítulo 5

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Estaba manejando cuando a lo lejos veo la camioneta de Hank, el lugar estaba algo oscuro apenas unas luces lo iluminaban.
Estscione, gire lentamente la cabeza hacia el asiento del copiloto, allí estaba la carpeta con la información del accidente, cada vez que lo miraba era como mil puñales en el corazón. Quería de una vez y para siempre terminar con todo esto.
Agarre la carpeta, baje del auto, me acerque lentamente hasta Hank. Le tendí la carpeta con la información y me apoye en el costado del auto mirando un punto fijo a lo lejos.

- ¿Cuándo fue esto? - pregunto cerrando de golpe la carpeta

- Sabes que fue hace dos años - respondí mientras jugaba con mi collar

- ¿Porqué no me mostraste esto antes? - vuelve a preguntar dándose vuelta hacia mi

- Solo... - no sabía que decir - no quería preocuparte - dije con la voz entrecortada - Solo perdoname - empecé a llorar

Hank se acerco junto a mi y me abrazo, al sentir sus cálidos brazos lloré más fuerte.

- Todo va a estar bien, lo atraparemos te lo prometo - dijo para tranquilizarme

Asentí ante lo que dijo, varios minutos después su celular sonó al parecer tenía un nuevo caso.

- debo dejarte Lía - dijo apenado - una cosa antes de irme - dijo mientras se volvía a acercar ya que se había alejado para atender la llamada - ¿Quieres que mañana presente el caso de Russo? - pregunto dudoso

- No - respondí de golpe - quiero hacerlo yo - dije más calmada

Solo asintió a lo que dije, me dio un beso en la frente y se marcho. Yo seguía parada con la mano en los bolsillos mirando el lugar por donde se fue la camioneta del sargento, no podía creer que todo esto se estaba yendo a la mismísima mierda.
Volví a casa, quería que aquel día acabase lo más pronto posible. Recibí un mensaje de un número desconocido por lo que no le di importancia ya que estaba manejando.
Al llegar al apartamento me encuentro con otro sobre en la puerta, este era de color rojo. Se me hizo bastante extraño por lo que lo tome con una servilleta que tenía en la mochila y lo guarde en una bolsita para obtener alguna huella. Ahora debía dormir ya que mañana me tocaba ir a la estación otra vez.

La alarma sonó como toda las manañas, la apague, gire mirando el techo, frote mis manos y me levante.
La rutina era la de siempre: levantarme, bañarme, cambiarme, desayunar, estudiar y trabajar.
Me duche, busque en el armario algo tranquilo para el día.

De golpe se me vino a la mente la conversación con Hank, no le había agradado la información que le mostre con respecto al accidente

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De golpe se me vino a la mente la conversación con Hank, no le había agradado la información que le mostre con respecto al accidente. Fui a la cocina, preparé un café y prendí la tele del comedor para ver como iba a estar clima.

Mire por última vez la hora, mire la taza vacía que estaba en la pileta de la cocina, suspiré hondo, agarre la mochila, el bolso, las llaves y salí.
Primero debía pasar por inteligencia para presentar el caso, después tenía que ir a la estación para empezar como paramédico.

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