Rumores, peonias y nubes |Zhuiling|

Rumores, peonias y nubes (parte única)

Pequeño disclaimer: Mo Dao Zu Shi definitivamente no me pertenece, es propiedad de Mo Xiang Tong Xiu.

Todo empezó unos meses atrás. Lan SiZhui nunca había sido una persona especialmente interesada en rumores, habladurías o chismes; en primer lugar, porque una de las reglas de su secta decía que estaba estrictamente prohibido hablar a las espaldas de los demás y, por otro lado, él mismo no veía el beneficio en especular sobre la vida de otras personas, pues a menudo esto dañaba más de lo que la gente pensaba. Si bien, SiZhui era un miembro ilustre de su secta, no sólo por ser el indiscutible hijo de HanGuang-Jun y el mismísimo Patriarca de Yiling, respetado por unos, admirado por otros y amado por unos cuantos más, gracias a su amabilidad, su gran habilidad durante las batallas en las que participaba y su carácter empático y tranquilo, el discípulo principal de Gusu Lan no supo en qué momento su nombre empezó a circular de boca en boca, esparciendo una primicia imposible de ignorar:

"¿Lo han escuchado? ¡El joven líder de la secta Lanling Jin está perdidamente enamorado del joven maestro Lan SiZhui!"

"¿Acaso hay una epidemia de mangas cortadas? ¡A este paso ninguna secta tendrá herederos consanguíneos!"

La primera vez que lo escuchó, SiZhui se encontraba en medio de una comida junto con Lan JingYi, quien, al oír los murmullos malogrados de la mesa de a lado, no pudo evitar soltar su alita de pollo y mirar conmocionado a su amigo. No podía ser posible que el cielo se estuviera abriendo de esa manera para otorgar a Lan Yuan los rayos de luz que necesitaba; porque sí, SiZhui estaba completamente enamorado de Jin Ling, y eso JingYi lo sabía bien... demasiado bien diría él. "¿Crees que el joven líder Jin esté bien en esa conferencia en Baling?", "JingYi, estaba pensando, ¿no crees que el joven líder Jin se ve un poco más delgado últimamente? Quizá no esté comiendo bien... ¡Deberíamos llevarle nísperos!", "Estoy emocionado por la caza nocturna de mañana, el mayor Wei me dijo que es posible que el joven líder Jin venga" ... ¡Es Jin Ling! ¡Sólo dile Jin Ling, maldita sea! Pensaba JingYi, abrumado por la cantidad de "joven líder Jin" que salía de la boca de Lan Yuan cada semana.

—Deberías decirle que te gusta — soltó un día JingYi mientras alimentaba a los conejos de HanGuang-Jun junto a SiZhui. Este, levemente sonrosado y con una pequeña sonrisa melancólica, negó con su cabeza.

—Él es un líder de secta, no creo ser suficiente para alguien como él.

JingYi nunca entendió los sentimientos de su amigo. A pesar de que resultaba absurdo negar su amistad extraña con Jin Ling, después de casi cinco años de pelear codo a codo y derramar sudor y lágrimas, no podía concebir cómo alguien como SiZhui se enamoró de alguien como Jin Ling, pues el denominado "joven amante" era... especial. Caprichoso, propenso a los enojos constantes, orgulloso a más no poder, representaba el polo opuesto de Lan SiZhui. No se parecían en nada más que en la gran destreza presente en ambos al momento de luchar. Sin embargo, JingYi jamás se atrevería a decirle algo así a Lan Yuan; él respetaba sus sentimientos, aunque no los comprendiera, y procuraba apoyarlo de la misma forma en la que el hijo de HanGuang-Jun lo apoyaría si él estuviera en la misma situación. Es por eso por lo que, aún dentro de su conmoción, JingYi no dio crédito a lo siguiente que sus oídos lograron captar.

—Bueno, pero, aunque estuviera enamorado de él, todos estamos de acuerdo en que ellos no harían una buena pareja, ¡ese joven líder Jin es insufrible! No merece al joven maestro Lan.

JingYi no supo exactamente cómo los palillos sobrevivieron a la furia de un Lan Yuan que, bajo su máscara de serenidad, se llevó un bocado de arroz a la boca, disimulando ignorancia ante las palabras dichas por aquellos sujetos que pretendían cuchichear sin ser escuchados. No funcionó. SiZhui sentía la bilis en la garganta y un nudo en el estómago; deseaba, desde las profundidades de su alma, aplicar la conocida fuerza bruta de Gusu Lan en esos hombres capaces de soltar tales sandeces sobre Jin Ling únicamente porque no lo conocían.