En una típica misión en dúo, Tanjirō es hechizado por una técnica demoníaca, ahora tiene un sentimiento abismal que hacía arder su corazón, por lo cual haría todo lo que una persona enamorada haría, besar a su mejor amigo cada vez que tuviera la opo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un dúo de amigos con una amistad inquebrantable, un rubio amante de las chicas, y un pelirrojo repleto de bondad de pies a cabeza, caminaban en una misión para derrotar a un demonio que estaba causando tipos de violaciones hacía muchachas ya comprometidas, era preocupante y tenían que terminar de una vez por todas. Para nuestra mala fortuna, era parte de las lunas demoníacas, no de alto rango pero lo suficiente para mandar a su ejecución inmediatamente.
Si le preguntaban a Zenitsu, le molestaba mucho que un demonio de malas intenciones estuviera haciendo de las suyas en el pueblo más pacífico de ese lugar. Quería hacer algo pero estaba aterrado de luchar con un demonio perteneciente de las lunas.
Por el otro lado Tanjirō sentía impotencia de no poder hacer mucho con su rango tan bajo aún, no poder salvar a tantas víctimas como quieres se siente fatal.
Ellos estaban en una carroza con un conductor joven y calvo azotando al caballo para que aumentará su velocidad. El transporte era simple, por la parte de atrás era un simple cubículo sin techo lo suficientemente grande para estirar los pies o incluso dormir, el diminuto vagón era conectado al caballo con unas cadenas y ensanblajes de hierro muy rústicos. Aunque quisieran no llegarían a tiempo, el viaje era de 10 horas, habían avanzado a las siete de la tarde cuando aún estaba anocheciendo si no tomaban un transporte se haría de día y su larga caminata sería en vano. En este caso ellos tomaron ayuda de un pueblerino para llegar sin embargo ir a tiempo era sobrepasar vários límites, el caballo movía rápidamente sus patas, estában yendo a máximas velocidades que incluso a Tanjirō aterraron un poco y pues zenitsu estaba que se le salía el corazón.
«el olor a sangre está aumentando, no hemos de estar lejos del pueblo» dijo Tanjirō alzando un poco su tono para que el mayor entendiera, o bueno el pensaba que no lo escucharía por el viento.
Zenitsu solo asintió con la cabeza aterrado por el camino, era una montaña con un precipicio a un costado de la carretera, peor el asunto el camino era muy estrecho lleno de baches y rocas de gran tamaño. Estaba a no mucho de salirse el alma del miedoso rubio.
«ES MUY RÁPIDO, SEGURO CAEREMOS AL PRECIO!!» Grito lleno de miedo por morir o ocurrir un accidente, el riesgo era demasiado. El pelirrojo intenté calmar a su amigo pero este simplemente no se detenía de insinuar su posible muerte
El conductor estaba estresado, tenia que mantener la concentración pero era imposible con dos dementes atrás hablando a cada segundo, sería descabellado decir que una vena salía de su frente de la frustración. Lo le habían pagado todavía por llevarlos y tenía que aguantar tanto.
Una roca se divisaba a lo lejos una de gran tamaño, el conductor no estaba concentrado, de hecho no estaba mi prestando atención al camino, zenitsu seguía gritando y Tanjirō sentía náuseas por ir tan rápido. Al volar el joven conductor al camino paro en seco al tener una piedra abismal aliviado por no chocar con ella. Miro enojado a los adolescentes sacándolos de su carruaje dejándolos solos en el camino a su suerte.
