Susurros de un demonio.

Debauched Innocence.

Quémalo todo, deja que el fuego purifique, que las llamas maten el fiel y tierno corazón deseoso por morir.
Las flores del mal han florecido en mi pecho, sus raíces perforan la fría piedra.
Las espinas de de esta retorcida melancolía agujerean el cerebro de esta alma acobardada.

Renacido me regocijo, convertido en todo aquello que no puede ser controlado, que no puede ser atado.
Amor depravado, agonía corrupta, violencia divina, perverso ser.
Convertido en un arma, encomendado a encontrar paz.
Que instinto mas poderoso es el de profanar y respirar.

Lágrimas derramadas en vano sobre un sufrimiento desinteresado.
Lluvia llena de fantasmas, encarnaciones en llanto que sangran y se revuelcan en soberbia.
Cuan humano es el creer que todo se ha hecho en consecuencia a tu existencia, el sagrado creador de esta gloriosa magnificencia.
Cuan vergonzoso es el ser humano, viviendo en un complejo, la superioridad de un organismo inferior.
Esos perversos pensamientos y egos inflamados que solo llevan a precoces tumbas llenas de repugnantes moscas.
Que fácil es, el vivir dentro de tan distorsionada mente. Puedes tan siquiera recordar quien eres en realidad?

Tus verdaderas acciones han sido olvidadas y exiliadas, soy lo único que conserva verdad.
La retorcida presencia en la que me convertí es el propio producto de mi egoísta creación,
El vicioso Dios en el que me esculpí a través de falsas ilusiones y carne desgarrada.

El amor de cualquiera de nuestras partes esta condenado al dolor, la pena de muerte a lo mejor que ninguno puede aspirar.
Aquellos con suerte perecerán, aquellos malhadados sentirán la angustia. Así que deja que todo arda, deja que toda existencia se consuma.
Quema mi psique, quema mi corazón, quemas lass cenizas de las inefables mentiras.
Para que el depravado, como yo, perciba la santa dicha de esta infinita fatalidad, sienta el regocijo de tú caída.

...

Burn it all, let the fire purify, kill the faithful tender heart that always hoped to die,
For the flowers of evil have bloomed on my chest,its roots puncturing into the cold stone,
The thorns of twisted melancholy pierce the brain of this recreant soul.

Revenant I lay, everything that cannot be controlled, that cannot be tamed.
Debauched love, corrupted agony, divine violence, vicious being,
Made into a weapon, told to find peace,
What a powerful instinct it is, to infect and to breath.

Vainly spilled tears over disinterested suffering.
The rain is full os ghosts, weeping incarnations that bleed and wallow in pride.
How human it is to believe everything was made in consequence of their existence, the holy creator of this glorious magnificence.
How embarrassing it is to be human, living in the superiority complex of a lowly organism.
Those perverted thoughts and inflamed egos will only lead to early graves full of nasty souls.
How easy it is, to live inside such a distorted mind. Can you even remember who you really are?

Your true deeds have been forgotten and exiled, I am the one keeping verity.
The twisted presence that I became is only but my own selfish doing.
Vitiated God that I sculptured through false illusions and bloody teared flesh.

Love from any of us is condemned to hurt, a death sentence is the most to hope for.
Lucky ones will perish, ill-fated will just feel the anguish. So, burn it all, let it all be consumed.
Burn the psiche, burn the heart, burn the ashes of those ineffable lies.
For a depraved, such as I, to perceive the sacred bliss of this endless fatality, to feel the rejoice of your demise. Debauched Innocence of my heart.

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Dos versiones de los mismo porque lo escribí en ingles y tras traducirlo senti que ambas eran necesarias porque cada idioma expresa lo mismo de formas diferentes manteniendo la esencia pero dandole otro matiz.