-Un conejo... No, una serpiente- Ahora es a Minho a quien le toca interpretar a un animal y es el turno se Seungmin adivinar.
Minho niega y señala a Changbin
-UN CERDO
Minho aplaude, Changbin se levanta molesto y Seungmin empieza a pedir perdón mientras se ríe.
-P-perdón Binnie- Seungmin no puede parar de reír, ver a su novio enfadado es lo más tierno del mundo.
-¿Pero como has adivinado eso solo porque me ha señalado, loco?- Changbin se tira encima de Seungmin y lo empieza a llenar de besos por toda la cara, que poco a poco van bajando hasta el cuello del menor.
Mientras, el móvil de Minho no para de sonar. Iba a decir algo a Seungmin pero ve lo entretenido que está y va a la cocina sin decir nada.
En cuanto llega lo descuelga.
-¿Si?
-Minho, te necesito aquí en diez minutos- Minho nota la voz de Jeongin un poco nerviosa.
-Em, si claro, ahora mismo voy- Jeongin ni se despide, dejando a Minho mirando su fondo de pantalla.
Cuando vuelve al salón se encuentra con una escena muy subida de tono, y antes de que pueda ver más grita
-¡Te cojo el coche Seungmin! ¡Si ensuciáis, limpiáis!- coge las llaves del coche y de la casa, dejando a Seungmin y a Changbin solos en la casa.
Una vez ya en el coche se dirige a la mansión de los Yang.
Sintoniza alguna radio pero no le presta mucha atención, no puede parar de dar vueltas a la razón por la que Jeongin lo ha llamado así. ¿Tendrá que matar a alguien más? No puede seguir viviendo así.¿Pero por qué no se sentía mal haciéndolo? No sentía ningún remordimiento cuando lo hacía, no sentía ningún sentimiento: alegría, tristeza, ira, miedo... Nada.
Su vida no había sido fácil, su padre, un adicto a los juegos y al alcohol, todo su dinero iba al casino. Su madre no podía llevar más dinero a casa, y su hermano siempre estaba trabajando.
Cuando Minho cumplió los 10 años ya estaba trabajando, mientras su madre y hermano estaban fuera, el cuidaba la casa para que no pareciera una pocilga. Su padre llegaba a las 3 de la mañana borracho y con problemas de ira, los cuales pagaba con su familia. No había día que alguien de su casa no fuera agredido por el.
Minho no fue criado por su madre, y mucho menos por su padre. Su hermano mayor, Soobin, fue quien lo crío, pero no fue el quien lo hizo el hombre que está yendo a que le encomienden una persona a la que matar.
Su hermano fue su única figura familiar, su pilar.
Cuando cumplió los 16, ya estaba trayendo dinero a casa. Su primer sueldo, ese sueldo que llevo orgulloso a casa y que se le fue quitado de las manos en cuanto entró por la puerta.
"Que putita más buena hemos tenido", fue lo que le dijo su padre al verlo con el sobre de dinero.
El Minho de 16 años fue corriendo llorando a su madre, la cual sólo le dijo "No sabía que ese culo se vendía tan caro, hijo"
¿Cómo le decía ahora a sus padres que solo era un camarero y ese sueldo era de tres meses?
No sabía que había hecho mal, no sabía que estaba mal con él, pero tuvieron que pasar los años para que se diera cuenta de que no era él el problema, si no sus padres.
Su madre murió cuando el recién cumplía 19 años, ahí se dio cuenta de que creció sin sentimientos, no sintió, pena, ni enfado. Sólo pasó y ya.
No le podían pedir más, esa persona le llamaba hijo, pero el no era su hijo. Su madre perdió el título de madre cuando lo llamó puta. Ella y su padre. Sólo lloraría por su hermano.
La única persona que se preocupo por el, que le había querido que le había enseñado que el mundo no era tan malo. Aunque el nunca fuera de ese mundo.
Soobin siempre le hablaba de un mundo en donde se podía amar a quien querías, sin importar lo que nos dijeran. Un mundo en donde no había drogas, delitos ni gente mala. Ese mundo en donde no hacía falta matar por dinero.
Ese mundo del cual Minho estaba tan lejos.
Se dio cuenta de que estaba llorando cuando empezó a no ver. Paro en una gasolinera y se limpio las lágrimas con las mangas de su jersey, y cuando se tranquilizó volvió a la carretera, esta vez conecto su móvil y puso la música que el quiso para que lo distrajese un poco.
Solo tardo tres canciones en llegar a la mansión, aparco el coche y se dirigió a la puerta.
Tocó y le recibió su compañero rubio.-Pasa, te están esperando- Minho ya había estado más veces en esa casa, pero aún así Chan le hacía de guía.
La casa estaba decorada con muchos espejos, demasiados para el gusto de Minho. No llegaba a entender su finalidad, pero el no es quien para decidir sobre el gusto de su jefe.
Cuando llegaron a la puerta de la oficina del señor Yang, Minho paro a Chan.
-Vas a estar ahí también ¿verdad?- Chan sonrió y le acarició el pelo al menor.
-Claro que si Lino- Minho sonrió, siempre le ha gustado que el mayor lo llamará así.
Cuando entraron, Minho pudo distinguir perfectamente a padre e hijo, los dos estaban de espaldas, mirando por la ventana el gran jardín que poseen.
El pequeño se giro primero y se sentó en una butaca, haciendo una seña para que Minho se sentará en la de al lado.
Jeongin le da una de sus mejores sonrisas, aunque Minho se da cuenta de que algo no va bien.
-¿Cómo está, Lee?- el señor Yang se da vuelta y se sienta en su gran silla de cuero.
-Bien señor, ¿y usted?
-Podría estar mejor- El más mayor abre un cajón de su mesa y saca el mismo informe que le dio a su hijo hace unas horas.
Minho vuele a mirar a Jeongin, quien no para de mover los anillos de sus dedos en señal de nerviosismo.
-Bueno Lee- la voz del Señor hace que Minho preste atención a el- Tengo un nuevo trabajo para usted- empuja el informe y Minho lo coge.
Una carpeta negra con las iniciales "LM" en blanco. Minho abre la carpeta viendo primero los datos de la persona:
Varón, 21 años, coreano, castaño, 1'70 de altura aproximadamente y de compresión física delgada.-Este es unos de los más importantes que me vas a hacer, necesito que mates a esa persona en menos de un mes.
Minho, que estaba a punto de pasar la hoja para ver su nombre y foto, levanta la mirada hacia su jefe.
-¿Un mes? S-señor, eso es muy poco tiempo
-Lo sé, pero se que podrás hacerlo, eres mi mejor sicario.
-E-esto, gracias por los halagos, pero un mes es muy poco tiempo-Minho vuele a agachar la cabeza y levanta la hoja, ahora sí, viendo la cara de su próxima victima.
-¿¡Han Jisung!? ¿Quiere usted que mate a Jisung?- El señor Yang no entiende que tanto revuelo hay con ese chico.
-Solo necesito que lo quites de mi vista, me interfiere con los trabajos. Ese ladronzuelo se lleva siempre la mitad de mi mercancía.
-Ya te dije que no era una buena idea- dice ahora Jeongin- Mira que cara tiene.
Minho seguía paralizado, ¿Cómo le iban a pedir que matara a Jisung?
-Vamos Lee, no me digas que tu también lo conoces- el señor Yang se ríe por lo bajo y se levanta.
-Señor, disculpe la intervención- dice ahora Chan- Pero no es solo el hecho de que matar a Han le sea difícil a Lee... - Chan le pone una mano por encima a Minho.
-...es que es mi ex novio- termina Minho.
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Red Blood ^MINSUNG^
FanfictionLee Minho, unos de los mejores sicarios de toda Corea del Sur. Han Jisung, el mayor ladrón del país. Una noche a Minho le mandan matar al mayor ladrón del pais, pero no consigue hacerlo. El único trabajo de Minho es matar a quien se le ordene, sin r...