Los rayos del poco sol que hay ese día alumbran los techos de madera de cada casa en aquel pueblo, el pelinegro de cabello levemente largo peina suavemente sus hebras azabache mientras acomoda la capa roja en su parte superior de su cabeza, atrapando los mechones rebeldes en esta
Lleva una canasta café cocida a mano sujeta por sus dedos y va a paso tranquilo por la acera de piedra, la leve brisa le mueve la prenda de tono carmín.
Beomgyu es considerado uno de los omegas más hermosos en aquel pueblo y con toda razón pues es meramente encantador, desde sus ojos pequeños de tono avellana, sus labios levemente grandes de tonos rosados, su cuerpo esbelto y llamativo, su cabello sedoso y sus buenos modales lo convierten en lo que los alfas buscan. sin embargo Beomgyu no está interesado en ser marcado por ninguno de los alfas del pueblo.
Acomoda sus ropas antes de abrir la puerta de madera de aquella panadería, inhala el aroma del pan recién horneado y se acerca al mostrador donde otro omega de cabello rubio; con aroma a miel y en estado de gestación le reciben con una sonrisa.
- Buenos días ning necesito mi pedido, ¿ya está listo?.- Pregunta suavemente y el contrario asiente, rebusca en su canasta un par de monedas para pagar los ricos panes que el omega tenía envueltos en unos trozos de papel de un color crema.
- Calientes y suaves Gyunie.- El rubio contesta y el contrario guarda los panes después de dejar un par de monedas en el mostrador de madera.- Hueles mucho a Frutos rojos te recomiendo llegar pronto a donde sea que vayas si no quieres que una tragedia suceda.- Le aconseja suavemente el rubio y Beomgyu asiente y sale a paso apresurado del local después de agradecer.
Cruza la plaza y saluda rápidamente a las personas que lo halagan y le desean un buen día, también mira incomodo a los alfas que siempre le proponen que se vuelva su omega, el hielo está resbaloso así que estuvo apunto de caer un par de veces.
Esta apresurado pues quiere llegar prontamente a aquella cabaña escondida entre los árboles y pinos del bosque. Siente una mirada pesada sobre sí pero no le da importancia porque esta demasiado ocupado tratando de que sus botas no se hundan en la nieve que hay en el bosque.
La caperusa evita que la nieve que cae de las ramas de los pinos le mojen la cabeza. Sujeta con fuerza la canasta y siente ya la incomodidad del celo comenzar a abarcar su delgado cuerpo.
Se muerde el labio y sigue caminando hace mucho se alejó del pueblo y llegó al centro del bosque siente sus piernas doblarse así que comienza a respirar con fuerza, tiene ganas de tirarse en la nieve y esperar que el calor baje.
Pero no puede, no cuando siente una presencia acercarse rápidamente a donde está, tiene terror así que se levanta y corre tan rápido como sus piernas y la incomodidad en su vientre.
Se lo permiten ;la tierra mezclada con el agua congelada le minimizan la velocidad de la huida.La canasta sigue en su mano izquierda; jala el gorro de la capa hasta tapar su cabeza su fleco le tapa levemente la visión del panorama causando que una parte del bosque no sea totalmente visible
Respira con fuerza porque necesita detenerse a inahalar y exhalar pero no puede porque el miedo y el celo lo están carcomiendo, los cuervos volaban en lo más alto y eso le asustaba. Sus piernas se ponían pegajosas por el lubricante y se pregunta si llegara a su destino.
Tropieza tan cerca del lugar que seria su salvación y no puede evitar llorar mientras ve la comida en su canasta regarse por el suelo nevado, sus piernas se aprietan buscando bajar el calor y la capucha esta mojada por el agua que cae del cielo en los indicios de lluvia. Observa con dolor la extensión boscosa mientras su vista se pone borrosa, su omega está llorando por un poco de contacto mientras se remueve como un cachorro en su interior. Aterrado y Cachondo
El frio le está quemando pero no tanto como el éxtasis que recorre su delgada anatomía.
Y el pobre Caperucita ya no puede aguantar más porque la lluvia y la nieve comienzan a caer con fuerza sobre sí. Y esta perdido hasta que unos brazos lo toman con fuerza haciéndolo chillar hasta que se desmaya por el horrible celo quedando a merced de quien le ha salvado de morir de hipotermia.
[♡❄]
Se remueve entre las sabanas sus piernas están cosquilleando y algo mojado se pasa por sus muslos con rapidez. Abre lentamente sus ojos y sus cabellos lacios se resbalan por su rostro, frota sus ojos y mira con extrañes la habitación rústica que le recibe como primer panorama al despertar.
Solo trae su suéter de lana amarillo y su capa, el pelinegro frente a él lo observa mientras pasa el trapo mojado por los muslos del omega limpiando el lubricante.
- ¿Que hacías por este rumbo Caperucita?.- gyu tiembla cuando escucha la voz del el de ojos oscuros que no lo está mirando sin embargo ejercicio presión sobre sus muslos.- Te dijeron los aldeanos que ya no te acercaras.
- Sin embargo sabes que no puedo estar muy alejado de ti.- El de cabello más largo se inclina hasta rozar sus labios con la mejilla de el contrario.
- No juegues con fuego Beomgyu
- ¿Que vas a hacer lobo, comerme?
- ...
Y todo pasa en un borrón hasta que Beomgyu termina de rodillas frente al alfa pasando sus labios por la extensión del mayor.
-Caperucita que boca tan buena tienes
- Es para comerte mejor
La recupere XD
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𝐂𝐚𝐩𝐞𝐫𝐮𝐜𝐢𝐭𝐚 𝐫𝐨𝐣𝐚 [Yeongyu]
Fanfiction🥀: ♡ [ Y Caperucita miró con sus ojos avellanas al cambia forma mientras esté abría con cuidado sus piernas disfrutando del ver al omega a su merced.] (Historia Originalmente publicada en HueningPicaFresa pero la cuenta...