Capitulo 6

3K 354 9
                                    

Jinx se sentía perdida, su pelo le llegaba por los hombros y para ella era una tortura.

"Me duele demasiado el corazón"

Se sentía tan dolida, no sabía que hacer.

Ekko por su parte se sentía culpable por la situación, nadie eso debería haber pasado. Cada vez que intentaba pensar en otra cosa en su cabeza solo le aparecía una imagen de Powder, de cuando ellos eran solo dos niños que disfrutaban pasar el tiempo juntos.

Las cosas eran tan fáciles antes, esos días en los que solo jugaban, solo hablaban y en los que amaba hacerla reír, en sí amaba provocar emociones en ella, obviamente emociones felices.

Camino hacía el muro y miro a Powder, en cierta forma esa niña está muerta. Y Jinx es solo el fantasma que camina por ahí con la misma cara que su añorado ángel introvertido y asustadizo.

- ¿Qué paso con la pequeña niña del mural? -. Preguntó Heirmerdinger, no es que no se diera cuenta del parecido hacía la criminal. Él simplemente quería dejarlo así hasta que el chico este preparado para hablar.

- Se fue.

- Si se fue, entonces no debería estar en el mural de los muertos ¿no? -. Se fijo en aquella imagen y pudo ver que la imagen fue pintada con amor -. Ademas nadie se va del todo.

- Lo sé, por eso es confuso a veces  porque siento que está a la vuelta de la esquina... pero otra veces la veo tan lejos.

- Encontrar a una persona es difícil en todos los sentidos, a veces creemos que conocemos a alguien y en realidad no, porque esa persona esta perdida por dentro.

- Yo sí estoy perdido.

- Todos.

Se quedaron en silencio.

Sevika estaba como loca. Silco estaba muerto y Jinx en la cárcel.

Sentía rabia hacia la chica, quería buscarla y matarla con sus propias manos pero al mismo tiempo se preocupaba por ella. Como no hacerlo, aunque Jinx no era de su agrado la quería porque la vio crecer, vio como esa pequeña niña se volvió en toda una mujer y le enseño todo lo que significa ser una.

Quiere a esa niña, aunque le cueste admitirlo.

Ahora mismo está haciendo un plan para rescatarla de la cárcel, y luego supuestamente torturarla aunque no se lo crea ni ella. No es que le vaya a perdonar por matar a Silco, pero tampoco la va a matar.

Jinx estaba aturdida ahora mismo, no había dormido ya en un tiempo y eso le provoca alucinaciones, una de ellas es la que está teniendo ahora mismo.

Ella sabe que no es real, es consciente de eso pero aun así le perturba tanto ver eso que no se puede mover de su cama. No se atreve a irse.

Ella estaba sentada en la cama mirando fijamente al suelo, o mejor dicho estaba viendo un charco de sangre.

No se atrevía a mirar hacía arriba, sabe que solo se encontrara con la imagen de su padre muerto, se encontrara con él sentado en esa silla atado y desangrado por su culpa. Así solo se enfoca en el charco de sangre.

En la habitación solo se escuchaba el goteo del grifo del baño, que estaba bastante lejos. Había tanto silencio, ni siquiera se escuchaba a los guardias.

Heirmerdinger estaba mirando la escena desde la celda, llegó hace unos minutos para tener una sesión de terapia con ella. No hablo cuando la vio solo analizaba la situación.

Jinx veía algo eso lo sabía bien. 

- Jinx -. Hablo al fin -. Guardarte las cosas nunca es la mejor opción.

- Pero hablarlo tampoco ayuda -. Al fin había podido hablar con ella después de dos semanas, se sentía como un logro. 

- No te arreglara los problemas , pero a veces sentirse escuchado ayuda.

--------------------------

Se que es corto pero el próximo tiene movida y quiero hacer ese largo.

Estoy cansada [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora