La novena razón: Tu escencia inolvidable.

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Amaia.

Que particular, pero melodioso nombre suena el tuyo. Admito que me gustaría escucharte a ti decirlo con tu voz, en vez de la amiga que te llamó en un grito cuando te vi corriendo por la acera.

Pero es que realmente repito una y otra vez en mis pensamientos este nuevo descubrimiento sobre ti, especialmente porque esa tarde ha sido la última vez hasta ahora que te he visto. ¿Dónde estás? Que llevo días y noches en vela donde te extraño y te pienso, sin poder sacarte de mi mente.

Así que debo admitir que aún por más que intente distraerme, has logrado adueñarte por completo de mis pensamientos.

Todas mis razones para amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora