Amaia.
Que particular, pero melodioso nombre suena el tuyo. Admito que me gustaría escucharte a ti decirlo con tu voz, en vez de la amiga que te llamó en un grito cuando te vi corriendo por la acera.
Pero es que realmente repito una y otra vez en mis pensamientos este nuevo descubrimiento sobre ti, especialmente porque esa tarde ha sido la última vez hasta ahora que te he visto. ¿Dónde estás? Que llevo días y noches en vela donde te extraño y te pienso, sin poder sacarte de mi mente.
Así que debo admitir que aún por más que intente distraerme, has logrado adueñarte por completo de mis pensamientos.
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Todas mis razones para amarte
RomanceEste diario es propiedad de: George S. Este diario fue un regalo de: Doctor Patrick No conozco tu nombre, y probablemente lo olvidaría aunque lo supiera, por eso, escribiré cada detalle sobre ti que vaya descubriendo. Aunque quizás tendría el v...