* Segundo capítulo narrado.

461 58 17
                                    

-Oh, ¡Sigueeeee! -grito rojo de placer.

Aquel hombre perfecto, del cual aún no sabía el nombre, me estaba dando por culo más fuerte que nunca.

Ambos somos felices, y cuando nuestras miradas coinciden entre gemidos y sacudidas sonreímos.

Todo es tan perfecto que dudo que acabe nunca.

Estábamos en un callejón de la ciudad, detrás de unos contenedores.

Sé que suena prehistórico y antihigiénico, pero ninguno de los dos nos podemos permitir el gasto de alquilar un hotel cada vez que queremos placer.

Llevamos desde el primer día follando todas las noches, pero solo eso.

Tras el sexo no tenemos nada más, y yo quiero tenerlo.

Me siento mal por mi futuro marido, llevo dos semanas sin escribirle nada, él ya no coge mis cartas. Pero yo no ha habido un día en el que no haya pensado en él, me importa demasiado. Aunque parece que el sentimiento no es mutuo.

Oh, querido futuro marido, ¿Por qué me haces esto?

Llegamos juntos al orgasmo, como tantas otras veces.

-¡Querido futuro marido, SÍIIII! -¿Qué he hecho? Acabo de gritar eso mientras me corría debido a la paja que me estaba haciendo aquel hombre mientras me daba por culo.

-¿Qué? -pregunta visiblemente asombrado.

-Nada, nada -respondo ruborizado.

Ha sido uno de los mayores errores que he tenido nunca, y estoy seguro que tendrá consecuencias.

Comienzo a vestirme rápidamente.

-¿Vas a casarte y estás quedando todos los días conmigo para que te folle? -me grita.

¿Dónde me he metido?

No sé qué responder ni qué hacer.

-No te vuelvas a acerar a mí, nunca, ¿Entendido?

Se viste rápidamente y se va.

Y yo me quedo ahí, sin decir nada, sin moverme y medio vestido medio desnudo, contemplando como el que posiblemente era el hombre de mi vida se aleja de mí.

Acabo de perder al hombre de mi vida y lo sé qué hacer para arreglarlo.

En estos momentos lo único que hago es llorar, llorar y asumir que todo lo que he tenido durante estas más de dos semanas se ha acabado.

Porque hasta lo que parece eterno acaba.

Echaré de menos todo, su pelo, su adorable cuerpo y culo, su pene.

"Adiós hombre me mi vida" Y lloré hasta que mis lágrimas ya no pudieron salir por mis ojos.

Dear Future Husband // L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora