Un noche como cualquier otra estaba sentado en la silla alado de mi maquina de escribir pensado en como puedo terminar mi manuscrito, no me podía concentrar ya que sentia unos ojos viéndome fijamente, ya me iba adormir pero de repente se escucho un golpe en la puerta ya avia puesto seguro y no lo quería quitar así que solo me asome por la parte de donde se pone la llave, lo que vi fui un ojo de color amarillo viendo me por esa ranura yo me asuste y solo pensé en que podía pasar y mejor solo me fui a la cama y apague todas las luces.