¡Atrápame!

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"All my favourite conversations always made in the A.M."


Comenzaba a caer la tarde y el cielo empezaba a tornarse de un tono azulado con toques un tanto morados  que hacían sentir el ambiente aún menos cálido de lo que ya era.

Era bien sabido que Louis amaba la noche, en Doncaster las noches siempre solían ser estrelladas, y durante los días grises, ver las estrellas era de las cosas que de alguna extraña manera hacían sentir a Lou melancólico para después llenarlo de serenidad.

Pero esa día parecía que las estrellas querían dejar de hacer su labor, tomar un pequeño descanso y ocultarse, no iluminar a los simples mortales debajo de ellas.

-¡Louis!-. Se escuchó a distancia la voz de Jay, pero Lou sabía que llegaría a su habitación en un par de segundos, y después de un pequeño toquido y una respuesta, la cabellera lacia de la mujer se dejó ver. -Necesito un favor cariño, ve a la panadería a comprar unos cuantos bollos para la cena-.

-Mamá, ¿es necesario?-. Preguntó Louis, después de recordar haber visto a la familia de Niall llegar por la mañana, no quería encontrarse a ninguno de ellos.

-Claro que si, te prometo que la cena valdrá la pena, así que anda-. Depositó un pequeño beso en su frente y salió de la habitación, un par de minutos más tarde Lou se encontraba espiando por la ventana, asegurándose de que no encontraría a nadie de la familia de sus queridos vecinos.

Salió rápido luego de no ver nada y corrió lo más rápido que pudo, pero al parecer el universo no estaba de humor para hacer complacencias o simplemente alguien derramo una gota de mala suerte, eso era lo que parecía, si, seguro eso era, pero una gota dejaría de hacer efecto en unas horas.

-!Espera!- Gritó Niall unos metros atrás, llegó rápido al lado de Lou con las mejillas coloradas cual tomate en su mejor tiempo, el rubio no llevaba el deporte en la sangre, realmente lo odiaba y agradecía extremadamente que su cuerpo ya era lindo aún sin ejercicio. -Dios, me pareció verte hace unos segundos salir corriendo, y ya que tengo que ir a por algunas cosas, pensé que sería buena idea salir para hacerte compañía y no sentirme asfixiado en esa casa de locos-.

-Oh, pues gracias Niall, pero la verdad tengo un poco de prisa, tu sabes, compras de urgencia- Louis rogaba porque el rubio entendiera que no podían irse juntos. -Ah, entiendo, no te preocupes, de hecho podemos salir un día en la semana, nosotros y un par de primos.-

-Si seguro, bueno, nos vemos después entonces-.

-Nos vemos luego entonces, ve con cuidado, está comenzando a oscurecer y no todo el mundo es tan encantador y guapo como yo, podrían sacarte un susto-.

-No te preocupes Niall, iré con cuidado.- Se despidió rápido y llegó a la panadería, había un par de personas adentro, un hombre algo mayor y al parecer un chico, Louis no les prestó atención y entró saludando a la cajera y tomando una charola.

Dirigió su vista a un par de hermosos bollos y de inmediato tomo algunos, se sentía satisfecho, esa gota de mala suerte se había acabado al parecer.

Miró los demás panes y decidió tomar una dona espolvoreada de azúcar para él. La cajera estaba terminando de atender al joven que vio al entrar así que siguió observando el lugar.

Por un segundo escuchó al chico pronunciar palabra y su oído se puso en alerta, una voz demasiado profunda para ser ignorada, era una voz hermosa, ronca, lenta, que parecía ocultar el secreto más preciado e indescifrable del universo.

El chico agradeció a la cajera y se dirigió a la salida, la pequeña campanilla de la puerta sonó y Louis volteó solo para ver a aquel joven salir, una cintura delgada, hombros anchos, alto, y, a pesar de tener un gorro, su cabello al nivel de la barbilla se dejaba ver, unos suaves rizos color chocolate.

Pero no fue eso lo que lo dejó perplejo y embobado, si no aquel reflejo en la puerta de cristal de unos bellos ojos.

Pero aunque eran bellos, había algo en ellos que erizo la piel de Louis, algo en cierto punto...aterrador?.

♡ ♡ ♡


Llegó a casa, dejo los bollos en la mesa del comedor y ni siquiera se tomo el tiempo de cenar, se despidió de todos con un buenas noches y subió a su habitación.

Su mente lo mantenía fijo en ese momento de tiempo, aquel par de segundos.

Nunca había visto a aquel chico en el pueblo, pero ciertamente, tendría que averiguar de quien se trataba, que escondía esa dulce y escalofriante mirada.


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⏰ Última actualización: Feb 20, 2022 ⏰

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The Mystery In Your Eyes (L.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora