sweet alpha ¡𔘓! wonki

three.

Los meses habían pasado, y con ello, el dulce Omega Yang Jungwon estaba entrando en celo, estaba encerrado en su habitación temblando y diciendo una y otra vez que necesita el aroma de aquel dulce Alfa.

— Cariño, tranquilo, espera unos momentos más y todo va a estar bien.— dijo Rosé intentando calmar a su hijo temblando y lubricando.

— Mami... Lo necesito, necesito a Riki cerca. — dijo el Omega viendo todo el desastre que había causado, previamente.

Jungwon había asegurado que tenía una chaqueta de Riki en alguna parte, sacó toda su ropa del closet buscándola, lubricante por todos lados y sus cosas desorganizadas.

Sumando a eso, pensó que tal vez aquella prenda estaba en el cuarto de lavandería, por lo que también había ido a ese cuarto a buscar la chaqueta.

Pero nada, tal vez ya se la había dado a Riki y no se había dado cuenta.

Jungwon estaba tan desesperado por tener al Alfa cerca de él, quería sentir su aroma para que esté pudiera tranquilizarse.

Por la desesperación de su cachorro, Lalisa y Roseanne decidieron llamar a Riki para que trajera bastante ropa de él.

Tuvieron que explicarle que Jungwon estaba en celo, Riki rápidamente dijo que ya iba en camino.

Riki no quería que su Omega estuviera mal, sabía que si no tenía algo del Alfa con el que estaba, el Omega podía enfermar o estresarse mucho. Algo que a Riki hizo suspirar enamorado, Jungwon necesitaba de su aroma.

— Mami, por favor mami, ayúdame. — decía Jungwon con lágrimas en sus ojitos.

Jungwon sentía su interior arder demasiado, en sus celos anteriores nunca había sentido eso, no hasta que Riki inició el cortejo.

— Tranquilo cachorro, mami y mamá ya tienen algo en mente, solo estamos esperando que eso llegué rápido. — dijo la Omega acariciando la cabellera de su cachorro.

— Mami, por favor, siento mi cuerpo arder demasiado, ya tomé un supresor pero no hizo efecto, ayúdame. — el Omega lloraba mientras grandes chorros de lubricante bajaban por sus piernas.

Rosé solo miró triste a su pequeño hijo necesitado, sabía que Jungwon necesitaba a Riki en este momento, aunque aún no eran oficialmente pareja, ambos habían creado un vínculo demasiado fuerte y lleno de amor.

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Riki ya había llegado, estaba preocupado por su pequeño Omega que haría todo lo que fuera por él.

— Señora Yang, aquí está la ropa que ustedes me pidieron. — dijo Riki con dos bolsas en sus manos

— Gracias Riki, damélas, le diré a Jungwon que le mandaste esto. — dijo Lisa tomando las bolsas.

— ¿No puedo pasar a verlo? — preguntó el jóven Alfa viendo a la Alfa.

— Riki, una vez que Jungwon te vea no te va a dejar irte, y posiblemente ambos terminen haciendo algo que no van a querer. — dijo la Alfa rascando su nuca.

— Está bien señora Yang, gracias, espero que cuando Wonie se mejore pueda sacarlo a una cita. — dijo el Alfa sonriendo.

— Y estoy más que segura que a Wonie le gustará salir contigo cuando esté mucho mejor. — dijo la Alfa tocando el hombro del jóven Alfa.

— Bien, nos vemos señora Yang, espero que mi lindo gatito se recupere pronto. — Riki hizo una reverencia y se dirigía al auto de sus padres.

Riki sabía manejar, por lo que varias veces llevaba a Jungwon a citas románticas por varios lugares hermosos de la ciudad.

Riki encendió el auto y partía rumbo a su hogar, tenía el corazón en la boca, estaba realmente preocupado por su Omega, no quería que se sintiera rechazado ya que prefirió llevarle su ropa que a él mismo.

Por su parte, Lisa llamó a su Omega para que le diera la ropa de Riki, Lisa no quería acercarse a su cachorro en celo.

— Listo cariño, aquí están las ropas de Riki, dáselas a Wonie para que se sienta mucho mejor. — dijo Lisa entregándole las bolsas a Rosé.

— Está bien, enciende el auto, debemos dejar a Wonie tener un rato solo. — dijo la Omega tocando el hombro de su Alfa.

— Está bien, por favor dales las advertencias a Wonie sobre lo que puede hacer. — dijo la Alfa viendo preocupada a su Omega.

— Tranquila, Wonie sabe lo que tiene que hacer, si él quiere hacerlo lo hará, y si no quiere entonces no hará nada. — dijo la Omega dándole una mirada comprensiva a la Alfa.

Si algo estaban seguras, el jóven Omega si quería o no utilizar las ropas de Riki para su placer, podía hacerlo.

Y si no quería, simplemente construiría un nido con la ropa de éste y estaría ahí por bastante tiempo.

Lisa y Rosé eran concientes que su pequeño cachorro ya tenía y sentía más cosas con aquel Alfa, incluso ya necesitaba de su aroma para poder calmarse un poco.

Rosé subió al segundo piso, se adentro al cuarto de su cachorro en celo y ahí lo vio, apenas entero con aquellas bolsas vio como su cachorro comenzaba a olfatear el aire.

Jungwon sintió el dulce aroma del Alfa que tanto amaba cerca, lo logro localizar el dulce aroma en esas bolsas.

Jungwon sintió como su calor disminuía un poco, el dulce aroma de Riki logró calmar a Jungwon.

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bno ya, prometo darle más bola a esta historia TT