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Bajaron a los vestuarios, los cuales estaban vacíos, y el de mayor cargo abrió una taquilla en la que había un traje femenino de policía y una placa con su respectivo rango e identificación.

—Ahí tienes, muñeca.— le dio las llaves de la taquilla.

—Gracias hermanito.— respondió con un guiño para vacilarle.

—Hermanito una mierda, que soy mayor que tú.— refunfuñó Jack.

—Por poco.— contestó ella, sabía que no era verdad, pero le gustaba joderle.

—¿11 años es "por poco"?, y una mierda.— soltó una risa de superioridad.

—Es verdad... que tu eres un viejo.— rio socarrona ante la cara de irritación de su hermano.

—Lo que oyes Ivanov, se fue como— Greco se calló de golpe al ver a la joven.

—¡Ivanov, Greco!— gritó la joven corriendo a abrazar a ambos.

—Jud...— recibieron gustoso el abrazo de la chica.

Después de un largo abrazo, se separaron y Judith se dirigió a su taquilla de nuevo.

—Y... ¿Qué te trae por aquí?— preguntó curioso y algo entusiasmado el búlgaro.

—Pues...— hizo una pausa para buscar algo en sus pertenencias— Digamos que ha vuelto vuestra Comisaria favorita.— sacó su identificación, con una sonrisa sincera en su rostro y un orgullo inmenso.

—Por fin vuelves, cojones.— exclamó el barbudo.

—Pues claro.— respondió la pelinegra mientras se quitaba la camiseta.

—¡¿Qué coño crees que haces, Barbie?!— gritó el Superintendente al ver como su hermana se quitaba la camiseta frente a todos.

—No me jodas Jack, que me voy a poner el puto uniforme. Además, más veces me tendré que cambiar aquí, y no voy a volver a tus gilipolleces de hace dos años.— respondió molesta.

—Ni de coña, aquí hay mucho capullo, más salido que la esquina de una mesa.— se puso frente a ella autoritario.

—Pues joder, Jack, eso es tu putísimo problema por contratar a gente así, además, ya sabes como soy; a la mínima que me toquen los ovarios, se lo dejo todo muy claro.— terminó de colocarse el polo del uniforme.

—Tks. Lo que digas, voy a organizar la malla. Vamos capullos.— ordenó mientras salía del vestuario.

Todos salieron detrás de él, dejando a Judith ordenando su casillero, pues ya se había cambiado y quería empezar a trabajar lo antes posible y conocer al resto de la malla.

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Gracias por leer, espero que os haya gustado. 

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• JUDITH CONWAY • -La hermana del Súper Intendente-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora