━ 𐐄Ꮞ

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Un aroma dulce envolvía la cocina de los Huang, el olor a los waffles ponía ansioso al más pequeño de la familia, que ya quería probarlos.

Siendo los waffles uno de los postres favoritos del joven, este se sentía muy feliz de que su madre le haya permitido usar su preciada cocina para hacer esta comida.

Estaba nublado pero a Huang le gustaba eso, en general el día iba yendo bastante tranquilo, y eso a Renjun lo tenía preguntándose cuánto duraría «positivo no es una palabra que lo describa bien por si no se dieron cuenta».

Porque sinceramente, que todo haya salido a su favor hoy es una cosa muy extraña en la vida del chino, estaba acostumbrado a su estúpida mala suerte, no importa si es lo más tonto, algo siempre le salía mal.

Luego de terminar su labor se concentró en degustar aquel manjar que, debía admitir y no por ser egocéntrico, pero le habían quedado bastante bien. Y su felicidad aumentó al ver cómo su teléfono se iluminaba señalando una videollamada entrante de su novio la cual contestó de inmediato.

— Buenos días, príncipe, ¿cómo estás?

Sonrió como idiota al escuchar al mayor. — Hola, Jeno, estoy muy feliz, mira hice waffles. — movió su plato y sin borrar su sonrisa le mostró al otro chico su obra de arte.

— Wow, ¿y mamá te dejó usar su cocina? — Huang rió por cómo había llamado a su mamá, recordando que solo se habían visto una vez y su progenitora más o menos ya quería más a Jeno que a su propio hijo.

— Claro que sí, soy muy responsable, además me prohibió la entrada por un año y ya pasaron 11 meses.

— Yo lo hubiera hecho por dos

— No seas malo.

Cuando el mayor estuvo a punto de hablar un cuerpo se abalanzó hacia él, ajustándose para quedar en el encuadre de la cámara, saludó emocionado a Renjun y habló en inglés. — Oh, ¿es ese tu chico? ¡Hola!

Hola~. — contestó el menor con un rubor por la timidez de conocer a alguien nuevo y encima en otro idioma que no dominaba para nada.

Jeno, hermano, este chico es muy tierno, ¿seguro que no está contigo por lástima?

—  Jódete, Mark.

Quiero decir, eres atractivo, hombre, pero él es un ángel.

Sí, sí, ya entendí. Ahora si no te vas juro que vendo a tu gato.

Tsk, cuánta violencia. Adiós, lindo, cuando vivas aquí espero verte seguido. Renjun atinó solo a sonreírle y agitar su mano con confusión por lo último mientras Jeno echaba a su compañero de cuarto.

— Jeno, ¿a qué se refiere con "cuando vivas aquí"?

El chico se vio claramente nervioso.

— Ah, bueno... puede que hayamos hablado y él me... recomendó vivir aquí, pero contigo.

— Jeno, eso no es... ¿mucho? Quiero decir, ni siquiera sabes si vas a quedarte ahí.

— ...

— ¿Planeas quedarte?

— Escucha, no lo sé, ¿bien? No lo sé, es solo que...

— Te gusta ahí.

— Sí, es lindo aquí, Renjun, y es más conveniente en cuanto a trabajo, no puedo dejar pasar una oportunidad así.

— Wow, pareces bastante convencido.

— Lo he estado pensando hace tiempo.

— ¿Y en todo este tiempo no se te ocurrió hablar conmigo? ¿Ibas a dejarme pensando que volverías en algún momento?

Renjun se mantenía con su común actitud pasivo-agresivo, nunca levantaba la voz, a nadie, pero sus palabras eran suficientes. Se complementaba muy bien con Jeno que en este momento comenzaba a faltarle la paciencia, no por su pareja, sino por la situación en sí.

Nunca habían peleado, tal vez alguna discusión por cosas pequeñas, pero nunca nada serio.

— Voy a volver, solo no sé si para siempre.

Y eso le cayó como balde de agua fría en invierno sobre el más pequeño.

— ¿Por qué- por qué no lo dijiste antes?

— Estabas muy emocionado con mi regreso, no tuve el valor... iré, te juro que lo haré, solo necesito pensar en qué es lo mejor, en qué debería hacer luego.

— Lo mejor para ti ¿pero y yo? ¿Y nosotros? No pienso ser un egoísta que te mantenga aquí porque, Jeno, tampoco estoy listo para dejar todo lo que tengo en este lugar, ¿pensaste en eso?

— Ren-

— No, Jeno, solo... solo tenías que decirlo antes.

El mayor se preocupó cuando no vio más aquel rostro que tanto adora, pero suspiró cuando vio que solo había desactivado la cámara, porque sí, Renjun no pudo retener unas lágrimas y se rehusaba a que Jeno lo viera así.

Lee pasó su mano por todo su rostro en señal de frustración. — Ya es tarde, ve a descansar y luego hablaremos bien. — Renjun se guardó una réplica, ya no había caso en discutir. — Te amo... mucho.

Y sin más Huang cortó. La primera vez que no le devolvía un te amo, se arrepintió a los dos segundos después, pero ya no había vuelta atrás.

Los dos pensaban en el futuro de ambos. Pero tal vez de maneras diferentes.

𔒱

:((

¡M𝗜 N𝗢V𝗜O 𝗘S 𝗥E𝗔L!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora