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Desde hace ya varias lunas el príncipe Lan habia regresado de su secuestro, pero mas que feliz por haber vuelto a casa su mirada no tenia vida, ni el jade mayor quien era el único que sabia descifrar sus emociones sabía como animarle, pensó que darle mas de esas pequeñas criaturas que tanto cuidaba con cariño podría ayudarle a bajar la pesadez de corazón, erró en su intento y luego de semanas prefirió que seria mejor darle un tiempo a solas a su hermano con tal de que aclare sus pensamientos

El príncipe no fue el mismo desde que regresó de la superficie, aunque estaban prohibidos los rumores en el reino de Gusu, a puerta cerrada todos comenzaban a crear sus sospechas

"tal vez el príncipe paso por un trauma al lado de esas bestias, los humanos solo saben destruir lo que tocan y seguramente destruyeron la cordura del príncipe, pobre de él"

"tal vez casi fue asesinado, esas bestias no conocen limites con lo que es o no comestible, nuestro pobre príncipe fue traumatizado"

Muchos rumores se formaron pero todos coincidian en algo, tenerle lastima al jade menor por su experiencia cercana a la muerte

- Príncipe Lan, ¿hay algo de lo que usted se arrepienta en su vida?

Cuestiono un joven de cabellos azabache, desde hacía un tiempo iba a visitar al jade en la zona alejada del reino de Gusu, en donde estaba lleno de esas pequeñas criaturas marinas con antenitas peculiares.

El joven no tenía otra cosa que hacer en el reino y sus familiares siempre le hacian de lado por su comportamiento peculiar, por lo que siempre se le facilitaba escapar de casa e ir a charlar (o al menos él era quien siempre hablaba) con el jade menor.

-para serle sincero yo me arrepiento de haber usado tinta de pulpo en mi rostro, casi me dejaba ciego.

Habló en una risilla abriendo una  bolsa de tela en donde tenia algunos varios objetos que encontró cerca de la orilla perteneciente a la superficie.

El jade mayor le miro por encima de su hombro notando como entre las cosas del chico habia algo similar a una cinta roja que solia usar su salvador, posó una mano en su pecho tratando de reprimir sus pensamientos intrusivos que le atormentaban desde que volvió a Gusu.

Solto un pequeño suspiro tomando entre sus manos a una de las pequeñas criaturas que criaba, como si esta le fuera a dar alguna respuesta o le fuera a consolar.

-no haber llegado a tiempo...

Solto en un susurro no perceptible para su acompañante.

Todos sus días y lunas se arrepentía de no haber hecho algo.

De no haber llegado a tiempo a salvarlo.

- príncipe Lan, hay algo de aqui que le guste?

Cuestionó el joven triton acercandose con su bolsa para mostrarle su botin del día esperanzado de que en esa ocasión tome algo que le llamara la atención.

Lan zhan lo pensó un poco mirando el interior de la bolsa hasta toparse aquel peculiar objeto que había llamado su atención, lo tomó entre sus manos con cuidado mirando este con detalle.

- si te gusta puedes quedartelo.

habló Mo Xuan Yu emocionado de que por primera vez se haya animado a tomar algo, aunque el rostro decaido de su príncipe seguia dándole una presión en su pecho

- príncipe Lan, se encuentra bien?

Cuestionó un poco sobresaltado al notar los ojos cristalinos del mayor

-mnh... la arena...

Trató de justificarse limpiando sus ojos con cuidado para luego ver nuevamente esa cinta con melancolia.

"Wei Ying, algún día nos volveremos a ver..."

Era lo único que pensaba mientras acariciaba esa cinta roja, tratando día con día mantener viva su esperanza de volverlo a encontrar en esa vida o en la siguiente

My Sweet Prince (WangXian) //actualizaciones lentas//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora