Liberación

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Lan Zhan en todo momento trataba de manera desesperada y sin resultados zafarse de la red, se quejaba al sentir como las redes llegaban a arrancar sus escamas sin piedad alguna como si no fuera parte de su cuerpo. 

La sensación de las escamas arrancadas era peor a que te arranquen el cabello, ardía y salía sangre de aquellas zonas. 

Miraba a sus alrededores y era alejado, estaba más que fuera de los perímetros de Gusu y al ver construcciones humanas supuso que le costaría días volver nadando de nuevo hasta su hogar. 

Su cabeza dolía y se sentía mareado. 

Minutos después de su captura lo habían colocado en el suelo de madera de aquel barco pesquero y cubierto con una tela de plástico para no ser visto por la gente y que sus movimientos se hagan pasar por un montón de peces tratando de moverse en busca de volver al mar. 

Se sentía sofocado; el poco aire, la poca luz, todo le revolvía el estómago. 

Suponía que era el chico que desviaba la ruta para liberarlo, pues escuchaba los regaños de la mujer hacia el joven y al chico tratar de explicar aquel ligero cambio de ruta. 

En lo que estaba en su tiempo a solas pudo pensar un poco, los humanos no tenían colmillos por dientes, ni ojos de un rojo brillante, ni siquiera tenían garras afiladas. 

¿Su tío se había equivocado en darle esos datos? 

No, su tío y los sabios conocían todo, por algo tenían ese puesto en el reino. 

Tal vez era para sobreprotegerlo, como lo han hecho toda su vida, pues había escuchado leyendas de que su gente podía transformarse en humanos y a la inversa, los humanos podían transformarse en tritones, pero era un proceso extraño y algo arriesgado. 

El cambio se puede hacer por 24 horas. 

O puedes abandonar tus raíces y permanecer en tierra o en mar permanente. 

Pero solo era eso, leyendas ¿no? 

¿Quién abandonaría sus raíces? 

Y más importante ¿por qué abandonar sus raíces? 

Habían leyendas de que alguien de su reino, una sirena de alto estándar, cuando comenzaba a florecer el reino de Gusu, había abandonado sus raíces por un humano. 

¿Razón? Un inevitable amor que floreció en que ambos se veían día con día en la orilla del mar. La sirena sabía que su amado no sería permitido en el reino de Gusu, que sería asesinado por ser un impuro, un humano. 

En cambio, el humano sabía que la sirena sería bienvenida en su hogar como un humano más, y más importante, como su pareja. 

Luego de que ambos lo pensaron, la sirena decidió finalmente vivir en la tierra. 

Gracias a un conjuro de una bruja terrestre logró volverse humana y ser feliz con su amado. 

Cuando su hermano terminaba de relatar esa historia de amor y de buenas noches, Lan Qiren le decía las mismas palabras:

"El amor es una enfermedad mental grave y sin cura, del que cuando sea encontrado ya no hay vuelta atrás " 

Y esas palabras siempre le hicieron pensar que el amor era eso, una enfermedad, y en su inocencia él no quería enfermarse, no quería enamorarse para no abandonar sus reglas que lo formaron, para no abandonar sus principios y las tantas reglas que le forjaron toda la vida. 

Suspiró de manera pesada levantando levemente la tela para ver dónde se encontraba, estaban en un muelle y habían banderas con un símbolo rojo dando la ilusión de un sol. 

My Sweet Prince (WangXian) //actualizaciones lentas//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora