Eres mía esta noche.

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Sentí cuando me tumbó sobre la cama y reboté, luego, se dirigió a su baño y su pequeño y lindo trasero se balanceaba de lado a lado mientras caminaba. Gemí y tiré de las esposas, pero no se soltaban, ni siquiera tenían pestillos de liberación como el traje.

-Si te preguntas por qué no puedes liberarte... te diré que son esposas de verdad. Le di dinero a Carol para que las comprara antes de la fiesta. - dijo mirándome desde la puerta.

-¿Por qué? - Pregunté. Apreté la mandíbula cuando empezó a pavonearse de su sensualidad matando a mi pobre clítoris.

-Bueno, ya que realmente querías ir a esa fiesta, yo decidí tener un poco de diversión contigo. ¿No te estás divirtiendo, mi amor? - preguntó. Pude ver un parpadeo de compasión en su rostro, pero al segundo que dije mis próximas palabras...

-Lo estoy, pero yo no creo que pueda aguantar más burlas, Wanda. - me quejé. - ¿Me puedes liberar? - Le pregunté mientras giraba el cuerpo para mostrarle mis manos atadas.

-Hm... - Ella pensó, haciendo girar el bastón en el aire de nuevo... - No. - contestó en cuestión de segundos. - No bebé, eres mía esta noche.

-Puedo ser tuya sin esposas, Wanda...

-¿Nunca has jugado con unas antes? No te parece que traen cierto... picante al dormitorio. - Me dio un guiño y sacudí la cabeza para responder a su pregunta. - Además de que eres una reclusa traviesa no tienes derecho a usar las manos en este momento.

Si ella seguía haciéndome esto, me iba a reventar y no en el buen sentido. Mi centro estaba apretado y palpitando continuamente, yo no creo que pueda aguantar mucho más.

-Por favor, Wanda... hazme el amor. - Gemí y traté de encontrar una posición para que mi clítoris pudiera ponerse en contacto con algo, pero sin el uso de mis manos era bastante inútil. Sólo podía esperar.

-Wow señorita Romanoff, usted no puede ir por ahí pidiéndole a agentes de policía eso. - dijo riendo. Me empujó hacia abajo y se puso a horcajadas sobre mí. Quedé realmente atascada y mi clítoris dolía tanto.

Nunca sabría lo torturante de sus burlas, hasta que pasó sus uñas de arriba a abajo por mis pechos haciendo caso omiso a los tics que mi cuerpo sufría por sus toques.

Trate de inclinarme para poder besarla pero ella simplemente me sostuvo de los hombros y me lanzo de nuevo a la cama.

Lo que hizo a continuación fue realmente cruel, o no sé si realmente increíble. Cogió su bastón y con la punta aplico presión a mi clítoris hinchado, a través de mis pantalones cortos. Apretó y empezó a hacer círculos en mi bulto sensible de nervios y cada vez la sensibilidad se me hacía demasiado difícil de soportar... ya estaba cerca de un orgasmo y mis gemidos se hicieron más y más fuertes. Cogió uno de mis pezones, lo tiró y apretó haciéndome sentir un dolor leve, pero gracias a lo que hacía con el bastón en mi clítoris el dolor desaparecía al instante. Entonces se inclinó hasta mi cuello y lo chupó como si su vida dependiera de ello.

-Oh Wanda... - Me retorcía debajo de ella y sin saberlo, una lágrima cayó de mis ojos. Nunca había querido tocar a alguien tanto en mi vida y que en este momento, me estaba torturando. Sin embargo, la presencia de las esposas le daba cierto efecto, la forma en que hacía mis manos inútiles y la forma en que me torturaba hicieron latir mi clítoris contra mi ropa interior cada vez que pensaba en ello.

Wanda continuó su trabajo con el bastón y yo continué mi forcejeo inútil. Creo que a juzgar por la sonrisa en su rostro, le gustaba verme cuando yo trataba de soltarme. Una vez quedé exhausta, me dejé caer sobre la cama y note como ella frunció el ceño pero mi visión estaba borrosa.

-¿Estas bien? - Preguntó y yo asentí para que continuara.

Yo gemía más fuerte a medida que me acercaba al esplendido orgasmo que había tomado más tiempo de lo habitual, Wanda movía el bastón contra mí lentamente, ya estaba justo en el límite. Un movimiento más del bastón y me daría lo que yo quería. Cerré los ojos, lista para explotar en placer pero... en un momento ya no sentí nada. Abrí los ojos de golpe y vi el bastón justo enfrente de su cara, debería haber estado en mi clítoris, sin embargo, estaba en frente de su cara.

-¡¿Por qué hiciste eso?! - Lloré, y traté de empujar mis caderas sobre el borde de la cama, pero no pude. Luché contra los ganchos de metal nuevamente, pero no sirvió de nada.

-Lo siento, ¿no te acuerdas? Eres una niña traviesa y estás siendo castigada. - Sonrió maliciosamente. Dios... tenía una mala racha y yo no sabía si me gustaba o lo odiaba... justo en este momento yo no estaba particularmente encariñada con ella, mi puto orgasmo se desvaneció en el olvido dejando mi centro caliente y goteando.

Gemí para poder frotarme contra cualquier cosa y no tener este vacío insoportable, pero Wanda mantuvo mis caderas hacia abajo. Y luego, como para prolongar mi sufrimiento, comenzó a desabotonarse su traje y tampoco llevaba sujetador. Se desabrochó todo y luego comenzó a jugar con sus propios pechos, rodando los pezones entre sus dedos y luego masajeaba.

-Yo puedo hacer eso. - le dije mientras miraba, casi en trance.

-Vamos entonces. - Wanda respondió, empujando sus pechos hacia adelante sabiendo muy bien que no los podía alcanzar. La miré incrédula, Dios... sí que podía ser cruel. Se río de mi expresión y continuó jugando con sus pechos haciendo el mejor de los espectáculos, mi boca se hacía agua mientras miraba su cuerpo tonificado y mi corazón se aceleraba contra mi pecho.

-Por favor... - le rogué una vez más, pero ella sólo dio una pequeña sonrisa y no me hizo caso.

-Ahora, se buena chica y lubrica esto para mí, ¿está bien? - preguntó, asomando el bastón contra mi boca cerrada. ¿Quería que lo chupara? La miré incrédula, pero sus ojos me rogaban que lo hiciera. Lo tomé en mi boca, y no era tan grueso como esperaba, más bien parecía un consolador extra grande.

La miré y sus ojos estaban fijos en mi boca, mientras yo bromeaba con el bastón como si fuera una polla real, me aseguré de montar un espectáculo para la chica pervertida que estaba encima de mí. Tomé el bastón más adentro de mi boca y vi sus ojos brillando mientras empujaba más para ver hasta dónde iría. Creo que Wanda había bebido un poco porque no podía imaginarla haciendo esto sobria.

Sentí su mano agarrarme la parte de atrás de mi cuello y luego tirando de mis rodillas. Ella también se puso de rodillas y, mientras movía una de sus manos detrás de mi cabeza, usó la otra para empujar el bastón en mi boca como un chico lo haría. Gemí ya que llenó toda mi boca. Solo pude cerrar los ojos, imaginando a Wanda con una gran polla.

Su mano sobre mi cabeza bajó aún más el bastón y luego lo saco de mi boca... lo miró y estaba lleno de mi saliva. Entonces me empujó y me tumbo de nuevo en la cama, y una vez más, se sentó a horcajadas sobre mí y empezó a poner en marcha su método de tortura previa, moviendose contra mí.

-Ese fue un buen espectáculo, me tienes toda caliente y mojada. - dijo dándome un guiño mientras seguía frotando su centro húmedo sobre mis piernas desnudas. - ¿Te está gustando tu castigo? - preguntó con una sonrisa de suficiencia mientras continuaba moviendo sus caderas.

La mire como si tuviera dos cabezas, ¿en serio me estaba preguntando eso? Ella me estaba torturando y lo sabía.

-Me estás matando Wanda, por favor, deja de joderme ya. - Me quejé.

-¿Crees que has sido castigada lo suficiente? - preguntó mientras me giraba de lado para golpear una vez más mis nalgas.

-Sí, sí, ya...

-Hmm... - se detuvo y se inclinó encima de mí, sus dedos empezaron a hacer cosquillas a mis pezones. -¿Has aprendido la lección?

-¿Cuál fue la lección? - Fruncí el ceño, pero inmediatamente me callé cuando me di cuenta de que esa respuesta podría meterme en otro castigo y la verdad no necesitaba que me jodiera más. Sin embargo, mi expresión la hizo reír y siguió haciéndome cosquillas en los pechos hasta puso sus manos sobre todo el asunto y masajeó suave y sensualmente haciéndome gemir en éxtasis.

Ella no respondió a mi pregunta. En cambio, se afirmó en mis labios y finalmente me dio lo que había anhelado durante toda la noche, ella me hizo el amor... y sí... utilizó el bastón.

Lujuria Oculta; ScarletWidow [ACTUALIZACIONES LENTAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora