Memoria 4

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La doctora Kaede me había invitado a su casa para seguir hablando de esta historia, pero en el camino a su casa ahora veníamos hablando de ella, de que había sido difícil la universidad y que en realidad esta era su segunda opción de carrera pero que le había ido bastante bien hasta el momento.

Su casa era agradable y cómoda, pero en cuanto llegamos, se desató una tormenta, no podía regresar a casa así... Kaede no tenía problemas con que me quedara, así que lo vio a modo de fiesta de pijamas y nos quedamos conversando un poco más sobre Baji y Chifuyu.

- Oye, ya mencionaste esto un par de veces pero no entiendo, ¿por qué tu clase te llamaba princesa? - Preguntó Kaede

Lo recuerdo bien, la razón de que me llamaran princesa no era por otra cosa más allá de mi estatus económico, si bien yo prefería pasar desapercibida, no podía hacerlo del todo cuando mis padres se esforzaban en hacer donaciones a la escuela y mandarme con cosas caras a la escuela, siempre quisieron que me dedicara a la medicina ya que mi padre es doctor y tiene su propio hospital... soy médica veterinaria, medicina enfocada a otro tipo de seres vivos... pero en fin, ese era el origen de mi apodo, junto al intento de sobreprotección ya que no querían verme cerca de mi hermano o de sus amigos, de hecho, nunca había sido particularmente cercana a él, por un lado él era rudo y rebelde, siempre reprobaba, mis padres lo detestaban, y si no lo hacían, al menos se notaba una diferencia enorme entre el trato que le daban y el que yo recibía, no me hacía feliz y a él tampoco, por un lado yo era obligada a cumplir con sus estándares, mientras que él luchaba contra mis padres para al final rendirse y ser todo lo opuesto que ellos esperaban de nosotros, esa enorme diferencia entre los dos nos había separado, hasta que gracias a Baji fue que volví a conectar con mi hermano.

Una de las pocas tardes que prefería pasar sola, caminando por la calle de nuevo tuve la mala suerte de escuchar que había una pelea, era por un parque hundido, me asomé un poco y vi que una pandilla pequeña pero de tipos enormes estaba recibiendo una golpiza, un árbol me tapaba la vista de quienes los golpeaban pero por la curiosidad, decidí colocarme mis audífonos y sacar mi teléfono, fingiendo no escuchar nada ni saber de lo ocurrido, solo baje las escaleras para ver con mayor detenimiento, pero no pude evitar sorprenderme de ver a Baji y a Chifuyu darles una golpiza a tipos más grandes, esa pandilla había huido, dejando a uno de ellos atrás, era mi hermano, quien ahora se encontraba en el suelo y Baji lo iba a seguir golpeando pero llegué yo.

- ¡Baji, basta! - exclamé corriendo a detenerlo. Volteó rápidamente a verme pero su sorpresa le duró poco, ya que sí le dio un puñetazo en la cara, Chifuyu me detenía - ¡Déjenlo en paz! ¡Ese es mi hermano! - Ahora sí lo dejó de golpear y se quitó de encima de él

- Dime que es una broma - Baji sonaba frustrado

- ¿Segura que es tu hermano? - preguntó Chifuyu, quien me soltó para que pudiera acercarme

- Conozco estos mechones púrpuras aún cuando tiene la cara cubierta de sangre... ¿qué les hizo? - pregunté mientras intentaba limpiar la sangre de su rostro

- ... no te incumbe - gruñó Baji

- Claro que me incumbe, es mi hermano -

- Solo intentó buscar pelea con nosotros, en nuestra defensa, nos provocó - dijo Chifuyu - en serio lo siento, no sabíamos que era tu hermano -

- Suena a algo que él haría... llevémoslo a un hospital, ¿pueden cargarlo? -

Baji suspiró con pesadez mientras se hacía una coleta - claro, dame un segundo - en cuanto terminó de peinarse, con ayuda de Chifuyu lo subió a su espalda y nos fuimos al hospital de mi papá... sí, íbamos a estar en problemas.

En cuanto llegamos a urgencias, una camilla se lo llevó de inmediato, y al dejar mis datos y los de mi hermano, el personal se comportó un tanto distinto, pero nada nuevo.

Broken promisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora