Capítulo V

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Matteo

Ya es la última clase, por fin iré a casa, ya no tendré que estar más en esta estúpida escuela aunque sea solo por hoy.

Solo quiero irme; ducharme y encerrarme en mi habitación. Ya habían pasado unos cuantos días que no hablaba con Luna, era raro estar llevando una relación a distancia y pero ambos estuvimos de acuerdo en seguir así, entre el viaje, la mudanza, el inicio en la escuela no había tenido tiempo como cumunicarme con ella, las veces en las que lograba desocuparme para llamar ella no atendia, imagino lo ocupada que debe estar.

Luna es una chica muy dulce, le gusta la danza y pertenece a una de las escuelas más significativas en nuestra ciudad, imagino lo estresada que debe estar con su audición para entrar en la escuela de danza de sus sueños, eso me hace enojar mucho más por qué no estoy allí con ella, acompañadola en este momento importante en su vida. La conozco de toda la vida, sus padres son amigos de lo míos y eso hizo que desde muy pequeños siempre estuviesemos juntos. Antes solo éramos buenos amigos hasta que descubrimos que sentíamos algo mucho más fuerte el uno por el otro.

-Matteo...
... Teo
...¡Matteooooooo!- Grito Martina.

- Oye, ¿Que te pasa? ¿Porque gritas?- respondí un poco aturdido.

- ¿ En que piensas Teo? Llevamos unos minutos intentando hablarte y estás demasiado distraido pensando en no se qué- dijo Matti casi en tono de reproche.

-No es nada- lo único que pude decir.

- Bueno ya hace rato que terminó la clase y tú no haz nisiquiera guardado tus cosas en la mochila- dijo Martina.

- Vale, vale ya recojo todo, tampoco es que sea muy complicado hacerlo- solo tenía mi cuaderno y un lápiz, era muy fácil guardarlo.

...

Luego de una pequeña discusión de por quién iba a conducir y que le tocará a Matías. Por fin estábamos fuera de la escuela esperandolo por que había ido a buscar el auto donde estaba parqueado.

Subimos todos, me senté en la parte trasera por qué la niña Martina quería ir de lante y la verdad no quería discutir.

Unos minutos más tarde nos dimos cuenta que a pesar de seguir el GPS, no estábamos avanzando en el camino, terminábamos llegando nuevamente a la escuela.

- Ok, el GPS está dañando- dijo Matías en tono de cansancio.

- ¿Y lo dices así tan fácil? ¡No conocemos el camino a casa joder!- grito Martina un poco desesperada.

-¿Si sabes que esto pasa muy probablemente por tu culpa cierto?- mire directamente a Martina- Si me hubieses hecho caso de no traer esa estúpida malteada, no se fuera derramado sobre el tablero del auto.

- Ah, cierto - dijo con una pequeña gracia-  para la próxima te haré caso hermanito

- Si es que llegamos a casa claro- dijo Matías en tono burlón.

...

Decidimos seguir andando, a Martina se le ocurrió ir preguntando el camino a cada persona que pasara por su lado. Digamos que no era tan mala la idea.

- ¡Mira, mira! Allá está Bella- grito muy feliz Martina- quizás ella nos ayude, igual ella conoce está ciudad.

-¡No!- dije

- ¿Porque no? Ella nos podría ayudar- Martina dijo mirandome - Nosé  por qué no te cae bien

- Simplemente no me da buena espina

Y fue el sonido de la bocina del auto lo que hizo que Martina y yo terminaríamos nuestra discusión, para darnos cuenta que ya estábamos junto la chicha rara esa.

Lo Normal Aburre°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora