淫らな鬼 ━━ [𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐥𝐮𝐣𝐮𝐫𝐢𝐨𝐬𝐨] ⁿᵃʳᵘˢᵃˢᵘ

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16 años. Tercer sueño húmedo

— El problema es que es tu vecino. — Le dijo la Haruno al oír a su pobre amigo sufrir.

— ¡Lo seee! Es una terrible tentación. No puedo evitar imaginar todo con él... Además de que mis sueños no ayudan en nada.

Sasuke estaba cansado, cansado de tener esos sueños húmedos. Bueno, en realidad no, lo único que lo jodía era el hecho de que no fueran reales.

— Quizá deberías ir a visitarlo. Digo, ¿Él vino antes, no? Tal vez espera a que tú hagas lo mismo. — La pelirrosa estaba segura de una cosa, su instinto de mujer le decía que Naruto no vendría a ver a Sasuke por el mero hecho de ser vecinos.

El Uchiha, quién momentos antes mantenía su rostro entre sus almohadas, alzó la vista para encontrarse con los ojos jade de su amiga.

— No lo sé... ¿Debería? Quiero decir, ¿Y si está ocupado?

— ¿Él no te dio su número telefónico? Vaya. — Soltó un bufido y se levantó. — Como sea, se que está en su casa... Cuando venía para acá lo vi en el jardín limpiando su piscina con otras personas. Pero al parecer ya se fueron.

— Ummm... Una piscina...

— En fin, yo mejor me voy. — Se dirigió hacia la puerta y se giró a ver a su amigo — Me cuentas cómo te va todo mañana. ¡Bye!

Una piscina... Las piscinas son conocías entre los pervertidos como buenos escenarios para un buen sexo, debemos aclarar que Sasuke desde que llegó su vecino, se volvió un pervertido de clóset.

— Naruto en traje de baño... — con aquella imagen mental del rubio saliendo la piscina, se quedó profundamente dormido, comenzando su tan esperado sueño.

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Sasuke se encontraba junto a Naruto celebrando su aniversario. El blondo sugirió reservar una pequeña piscina en donde puedan estar a solas, sin duda alguna el plan perfecto. La vista era hermosa, la piscina estaba reluciente y ver a su acanelado novio en traje de baño, dejando ver ese pecho (delicioso, según palabras de Sasuke) era la mismísima gloria.

Naruto tomó de la mano a Sasuke y se acercaron a un pequeño congelador que estaba en una esquina, donde al parecer había helados y refrescos.

— ¡Yo quiero un helado'ttebayo! — Sasuke tomó el helado de fresa con leche para el rubio y otro de menta con chispas de chocolate para si mismo.

Ambos quitaron el envoltorio y lo arrojaron al cesto de basura. Caminaron hacia las toallas que usaron como sillas y se echaron ahí, para tomar sol y comerse un buen helado.

El Uzumaki estaba un tanto distraído. No sabía con exactitud si es que la forma en la que Sasuke estaba chupando su helado era a propósito y si realmente era así... Quizá después de tanto chuparle el pene a Naruto se le quedó pegado esa maña.

Todas sus sospechas se fueron a la basura cuando Sasuke subió su vista y sus ojos conectaron. El azabache sonrió de medio lado sin dejar de mover su lengua sobre la punta del helado.