El Internado De La Muerte

Capitulo 1: La noticia

Idara

Mi alarma sonó sacándome del lindo sueño en el que mi subconsciente me había metido.

Me levanté de un salto. Amaba las mañanas y aprovechar el día lleno de posibilidades.
Cuando termine mi rutina de aseo, baje a la cocina. Mi padre estaba preparando el desayuno.

— Ey, mira quien amaneció.— Me dió un beso en la frente.

— Buen dia Pa,— Mire con intriga la preparación que estaba haciendo mi padre, —¿Nuevo invento?

Mi padre asintió y puso el plato en la mesa. Olía tan bien.

Me desmayaba del hambre así que lo devore en segundos.

— Esta.. moy rico.— Hablé con el último bocado en mi boca.

Mi padre soltó una risa.

— Debes comer más despacio.

— Lo siento, — Tragué, — ¿Que eran?

— Panqueques, solo que la masa tiene avellanas y nutella, mezclada con la pasta de oreos.

— Wow, un mundo al viaje de la diabetes.

Fue un segundo en el que me costó caer.

Avellana…

Nutella…

Oreos…

Mierda Idara, ese viejo te quiere manipular. Son tus cosas favoritas.

Sin decir una palabra se sentó, agotado.
Mire fijo a mi padre antes de hablar.
Mi cuerpo sintió una oleada de pena. Parecía no haber dormido en días.

— Pa…¿Que me tienes que decir? — Dije señalando a la mezcla.

Mi padre suspiro.

— No quiero que te enojes conmigo, cariño.

— No podría. — Era cierto, él me crió solo luego de la muerte de mi madre. No me dejo sola ni una vez.

— Nos iremos de aquí.

Una oleada de tristeza recorrió mi cuerpo pero la oculte.

Le entregué una sonrisa a mi padre que se veía preocupado intentando analizar mi expresión.

—Todo estará bien, no te odio por mudarnos.

Sus músculos parecían tensarse más.
Había algo que todavía no le contaba.
Ese señor era demasiado transparente.

—Tuve una propuesta de trabajo dentro del Internado New Generation que está en uno de los pueblos a un par de kilómetros de aquí.

— Wow padre, eso es increíble.

El no se veía feliz.

— Idara, tu fuiste transferida allí también. No se permite que ningún profesor tenga a su hijo estudiando en otro lugar.

Si hubiese estado parada era más que seguro que me caería.

Tape mi tristeza.

— ¿Iré a un internado donde hay gente adinerada? — Simule felicidad.

Mi padre asintió con una sonrisa.

Capaz él era muy ingenuo o yo era buena tapando emociones.

Suspire,— Bueno, por lo menos las clases empiezan en una semana, voy a disfrutar hasta el último segu— Me interrumpió antes de que pueda terminar de hablar.

— Idara, nos vamos mañana.

Mis respiraciones salían entrecortadas.
Mi cabeza daba vueltas.

Mañana…

— ¿Qu— El timbre sonó provocando que diera un salto.

Fui a abrir.

Mi cuerpo se relajó cuando vio a la figura masculina que tanto amaba.

El morocho con sus ojos negros me entrego una amable sonrisa.

— Buen dia peque.— Saluda, sacudiendo mis pelos ya revueltos.

— Dylan — Salte a sus brazos.

Dylan era mi mejor amigo, el hermano que nunca tuve y el segundo hombre de mi vida.

— Tu padre me dijo que viniera ¿Pasó algo ?

— Nos vamos Dylan. Nos mudaremos mañana.

Dylan se quedó petrificado.

— ¿Mañana?

Solo asenti.

Nos quedamos callados,  mirandonos.
Dylan fue el que habló, haciendo que su cara se transformará de una clara tristeza y preocupación a una cara pícara.

— Entonces aprovechemos el tiempo que nos queda. — Me entrego una sonrisa y  tiró de mi brazo, — Ya volveremos Señor Jones. — Gritó, cerrando la puerta.

— Dylan…

— ¿Piensas que te voy a dejar que te vayas sin hacer una despedida? — Me entregó un casco.

— No pienso subirme a eso. — Dije señalando su moto.

— Anda, debes vivir un poco.

— Si me subo a eso capaz no viva.

— No vamos a morir, soy un gran profesional.

Me crucé de brazos, negada a subir a su moto.

— No seas amarga. —Negué con la cabeza,— Por miii — Hizo carita de perro mojado.

Carita de perro mojado no, plis.

Solté una exhalación indicando que me rendía.

Tome el casco con desgano.

— Espero que seas gentil y vayas despacio o eres hombre muerto. — Dije mientras me aferraba a su cintura.

— Como digas, gruñona.

Claramente no fue rápido, pero se sentía hermoso. Parecía que era libre.

Solté mis brazos de Dylan y los estira hacia arriba tocando el cielo.

— A la mierda con tu internado. —Grite,— Van a odiar haberme transferido.

—¿Acaso Idara Jones dijo una mala palabra?

— Oh, perdón, no debí…

Soltó una carcajada.

- ¿Te estás riendo de mí?

El asintió.

— Deja la nenita de papá atrás, a menos que quieras que te pisoteen en el internado.

— Callate y ve más rápido.

No iba a decirlo y menos a él, pero capaz tenía razón. Podría usar este cambio y mudanza para cambiar. Iba a ser un nuevo comienzo, que rezo por que no termine en desastre.

Nota de autora:

Holis mis chinchulines;) ¿Cómo están?
Espero que muy muy bien.

¿Que les pareció el primer cap de este nuevo viaje?

Ayayaya que emoción empezar esta nueva historia.

Les propongo una idea, si este cap recibe más amor de lo esperado, subiré el segundo esta misma semana.

Se los dejo en sus manos bebés.

Ya saben que los amo mucho,
Muak todo lleno de amor  :D

V.Novaro