𝐈 𝐝𝐨 𝐧𝐨𝐭 𝐜𝐚𝐫𝐞 𝐚𝐧𝐲𝐦𝐨𝐫𝐞 || 𓆩 𝐗𝐢𝐚𝐨𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫 𓆪

𝟎𝟑;;𝐂𝐚𝐩 𝟑

───── ❝ 𝐷𝑖𝑠𝑡𝑎𝑛𝑐𝑒 ❞ ─────

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Habían pasado unos dos días desde aquel momento, dos días en los que Xiao negaba aun lo que sentía, pero por mas que quisiese no podía ignorar aquellos sentimientos como si no hubiera nada.

En esos dos días había tratado de alejarse de manera disimulada del rubio, y al parecer funcionaba ya que Aether parecía no darse cuenta de aquello, así que suponía que todo iba de manera correcta.

Sí, ese "Suponía" estaba muy erróneo.

Era obvio que Aether se daría cuenta, ¡Ni siquiera aceptaba los platillos de tofu con almendras!, eso ya era muy raro y en cierto sentido, decepcionante.

Pero estaba bien, sí, perfectamente bien, solo era otra decepción más en la montaña que ya tenía. Pobre de nuestro pequeño y lindo blondo, quería engañarse a sí mismo diciéndose que no le dolía, cuando en realidad sentía que moriría si seguía así.

Por otro lado, Xiao intentaba contenerse, debía intentarlo mínimamente, el no quería que el viajero se diera cuenta de sus sentimientos y le repudiara o que le correspondiera, aunque lo ultimo fuera de su agrado, Aether no merecía estar encadenado a tal despreciable ser, o eso decía y creía el.

En fin, ese día por la mañana tampoco fue diferente a los dos anteriores, desde aquel día ambos jóvenes dormían en habitaciones separadas, algo que extrañó a Aether, ya que, por lo que el sabía, a Xiao le gustaba dormir con el porqué le ayudaba a evitar pesadillas causadas por su karma. Esa mañana el adeptus fue el primero en despertarse, así que quizás salga primero de aquella posada.

Había salido para poder aclarar su mente, faltaba poco para que el viajero se fuera nuevamente en su búsqueda, no podría decir que no le agüitaba aquello porqué simplemente estaba diciendo una descarada y obvia mentira, sabía que no le volvería a ver en varios meses.

Si tan solo supiese. .

Estaba sentado con tranquilidad en un árbol, mirando con aburrimiento el caminar de algunos viajeros ir de allí para allá tan temprano, hasta que desvió su mirada al brazalete de su muñeca.

¿Estaba haciendo lo correcto?.

Sí, era obvio que lo hacía.

¿Estaba seguro de eso?

La verdad ni el lo sabía.

¿Debía hacerlo?

Mucho menos lo sabía.

Con obvia molestia desvió su mirada de aquel accesorio de caracolas que su amado blondo le había dado unos días atrás, debía ignorar las dudas de su conciencia, era su deber hacer eso, como una vez su señor Rex Lapis le dijo una vez:

"Si amas a alguien, pero no pueden estar juntos, déjale ir"

Su maestro sabía que el no era fácil de manejar o tolerar por su carácter frívolo y fácil de irritar, sabía que no sería tan fácil que alguien se enamorara de el, y que si alguien lo hacía, sería la persona indicada para el.

A regañadientes por recordar aquello bajo del árbol sin dificultad, caminando de regreso a la posada con cuidado de no ser visto, odiaba que los humanos le prestaran atención, eran irritantes.