¿Porqué no me detiene? - Obiyuki

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¿Cómo había terminado así?. Me encontraba en el jardín del palacio, estaba tirado sobre el pasto sin poder moverme. Mi pecho estaba adolorido y mis manos sangraban, parece que tendré unas cicatrices nuevas. Son aproximadamente las dos de la mañana, no es una hora adecuada para estar fuera del palacio y mucho menos en mis condiciones. Había tenido una pelea con dos intrusos que amenazaban con infiltrarse entre los guardias, fui capaz de escucharlos al mantenerme oculto arriba del árbol en donde siempre tenia mis siestas matutinas, por lo que enterarme fue casualidad. No pude ver sus rostros pues ambos lo escondían tras una especie de mascara negra, por lo que tuve que luchar sin conocer al enemigo. Afortunadamente fui capaz de golpear puntos clave para hacerlos caer rendidos, sin embargo ellos de igual manera lograron que me pusiera de rodillas, así que escaparon en cuanto me vieron acariciar mi pecho por el dolor. 

- Demonios -Suspire mientras contemplaba el cielo. Pacería una estrella de mar sin despegarme del suelo. 

Trate de reincorporarme abalanzándome hacia arriba y logrando sentarme. Di otro suspiro mas y con ayuda de mis brazos pude ponerme de pie, a esta hora la enfermería esta cerrada y dudo que Ryuu este despierto. Lo que me queda una sola opción y verdaderamente no quería tomarla.

Debía ir con la señorita. 

No quería molestarla a estas horas, no me parecía correcto pero si quería aliviar el dolor y evitar mas cicatrices era lo único que podía hacer. Una imagen mental del Amo regañándome por visitar a su novia a estas horas me ponía la piel de gallina. Ella y el Amo llevaban mas de cuatro años de relacion pero de alguna manera aun no estaban comprometidos, hecho que me dejaba pensando algunas cosas. Los dos años que estuve con la señorita lejos de los demás hicieron que mis sentimientos hacia ella se intensificaran pero también que la culpa me consumiera, yo fui la primera persona que le daba los buenos días, pude verla usando hermosos vestidos y la acompañe en su crecimiento como herborista y mujer. Me sentía afortunado por tener el privilegio de pasar todos los días a su lado y de que ella pareciera agradarle mi compañía, incluso ella me lo agradecía. Recuerdo las veces en que ella esperaba mi regreso cuando debía irme un tiempo para completar misiones que el Amo me daba y como esas ocasiones fueron los únicos momentos en donde realmente me alegre de volver a salvo. Ella se hizo mucho mas cercana a mi en ese tiempo que pasamos en Lyrias.

Eh de admitir que por un tiempo me sentí mucho mas cercano a la damita que al mismo amo, hasta habíamos creado un código de golpes para decirnos las buenas noches cuando nuestras habitaciones estaban una al lado de la otra. Recuerdo el suave tacto de sus manos verificando el estado de mis heridas y calor corporal, ella sabia perfectamente que yo no me preocupaba mucho de mi mismo pues nunca considere mi vida realmente importante, al menos hasta que ella me recordó que me necesitaba. 

"Gracias a ti puedo ser yo misma"

Esas fueron sus palabras cuando estabamos frente a una fogata, fue algo tan rápido y sin aviso que no supe como reaccionar en el momento pero si de algo estaba seguro era de que mi corazón se detuvo por al menos cinco segundos. 

Su cabello, sus manos, sus ojos, su sonrisa que me ponía de los nervios y esa extraña necesidad de recordarme lo importante que soy para ella me hacía amarla con mas intensidad cada día. Maldición, estoy profundamente enamorado de esta mujer, una mujer que por mas que la ame nunca será mía. Ella ama a otro hombre y yo solo puedo aferrarme a la idea de apoyar sus decisiones y ayudarla en su camino, incluso si eso significa ver como otros brazos la sostienen y le dan todo el amor que yo no puedo darle. 

- ¿Eh? 

Digo al despertar de mis pensamientos inútiles y regreso a la realidad, recuerdo donde estaba y lo que tenia que hacer. Cierto...mis heridas..

¿Porqué no me detiene? - Shirayuki x Obi - ObiyukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora