Quedarán Cenizas | +18

Capitulo 4

Danzel Knight

-Quiero que vigilen el lugar todo el tiempo. No quiero que una mosca de mueva sin que ustedes sen enteren. -Les ordeno a mi gente.

Ellos asienten y luego se marchan, dejándome solo en mi oficina.

Les ordeno a mi gente mantener vigilado cada maldito escondite que pertenece a los Mattsson. Probablemente en alguno de ellos se encuentre Diana, mi hermana.

Hay algo que todavía no me cierra. ¿Como es posible que el jodido Azael Mattsson este muerto? He intentado matarlo yo mismo cientos de veces.

Y el hecho de que Ciara Mattsson haga su papel de indefensa me tiene todavía mas confundido. Es la hija de un jodido mafioso.

Ella podría matarme sin siquiera despeinarse.

Y joder, ser asesinado por ella sería un maldito honor.

Me siento en mi silla, enfrente a mi escritorio, pensando en todo esto.

Como me gustaría inclinar en este mismo escritorio, meter mi mano entre sus piernas y descubrir cuan mojada se encuentra por mi…

Carajo, la castigaría por dejarme con las ganas ayer.

Bajo mi vista hacia mi regazo, mirando la maldita erección que tengo por su culpa.

Últimamente ando así todo el tiempo.

Le grito a Leo para que traiga a Ciara a mi oficina. Hay un par de cosas que tengo que hablar con ella.

Leo se va a buscarla, y en menos de 5 minutos la tengo pasando por la puerta.

-¿Qué coño quieres ahora? – espeta con el ceño fruncido.

La analizo de arriba abajo.

Lleva puesto un vestido color crema con un estampado de flores pequeñas. 

Se ve tan inocente.

-Siempre tan dulce. – Digo con una sonrisa en el rostro.

Me mira, cruzándose de brazos.

-Necesito que me digas donde tenia tu padre a mi hermana. – Le explico.

Camina, hasta sentarse en el asiento de enfrente a mi escritorio.

-Tu mismo lo dijiste, ¿Por qué mi padre mi diría esas cosas a mí?  – Responde, bromeando con mis propias palabras.

Me está colmando la paciencia esta chica

-Mira Ciara. No tengo tiempo para tus chistecitos. ¿Sabes donde esta mi hermana o no? – saco la pistola que tenia en el cajo, y la dejo sobre el escritorio. -Solo estas aquí porque puedes ayudarme a encontrarla. Si no me sirves, no tengo problema con poner una bala en tu cabeza.

Ella parece darse cuenta de que no estoy bromeando

-Hay un escondite bajo el suelo de mi casa. Es posible que este allí. – Dice, colaborando conmigo

-Buena chica. – Lanzo, y veo algo en sus ojos que no logro descifrar. -Prepárate que vendrás con nosotros.

Me mira emocionada y sale de mi oficina.

Debe estar feliz de volver a su casa.

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Estoy sentado en la parte de atrás del auto, con Ciara a mi lado.

Ella luce feliz por primera vez desde que la tengo conmigo.

Eso me decepciona un poco.

Llegar a su casa nos toma unos veinte minutos. Estacionamos y antes de bajar el auto le doy las llaves de la casa para que abra ella.

Caminamos hasta la entrada. Veo sus caderas balancearse en esos pantalones engomados que lleva puesto, y siento mi polla sacudirse.

Joder, parece que tengo 17 otra vez.

Entramos a la casa y ordeno a mi gente a revisar el lugar. Ciara me dio la clave del escondite antes de venir, por lo que dejo que vaya por sus cosas mientras investigo la casa.

Camino hacia el living, observando todo a mi paso

Me quedo observando unas fotos en la chimenea. En ella aparece el señor

Mattsson, una niña y una mujer. Supongo que la niña es Ciara.

-La mujer es mi madre – escucho a ciara decir detrás mío.

-Es muy hermosa. ¿Dónde esta ella? –

Pregunto, con verdadera curiosidad

-Murió. – responde secamente. -Cuando yo tenía doce años. Es realmente difícil crecer sin una madre ¿sabes? – veo la tristeza en sus ojos.

- Lo siento – Respondo, de manera fría.

- Mostrar sentimientos no es malo Danzel. –

Me dice, con un tono de voz suave.

-Lo es para mí. – espeto – No intentes cambiarme Ciara, no seria algo bueno.

Me mira intensamente unos segundos antes de decir.

-Créeme que no, que te enamores de mi seria lo ultimo que necesito. – su comentario me deja confundido, cuando estoy a punto de responder Leo entra a la habitación.

-No encontramos nada señor – me informa
Dirijo mi atención a el y le digo

-Está bien. Nos vamos. –

Vuelvo a mirar a Ciara, que luce como si hubiera visto al diablo.

- ¿Qué sucede? – Pregunto

-Danzel…yo…- se voltea hacia mí, con una mano en su estomago

¡Joder!

Le habían disparado. De su mano goteaba sangre.

Me muevo hacia ella en el momento justo que sus piernas se debilitan. La sujeto antes de que su cuerpo toque el suelo.

- ¡Qué demonios sucedió! Leo, sácanos de aquí –

Alzo a Ciara en mis brazos y comienzo a caminar hacia el auto. Siento a leo detrás mío, cubriéndome la espalda.

-Por favor, Ciara, escúchame. – empiezo a hablarle una vez que estamos en el auto. – No te atrevas a morirte.