CAPÍTULO 7: FINAL

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———¿Steve?——— lo llamó el genio. Steve no sabía en qué momento, pero se había acercado demasiado al castaño.

———Tony... yo...——— pauso observando aquellos ojos y rostro inexpresivos no lo soporto más y rompió en llanto ———Lo siento, lo siento, lo siento tanto——— sollozo abrazando al genio, Tony no entendía por qué el soldado se estaba comportando de aquella manera.

———¿Por qué?——— pregunto sin corresponder el abrazo.

———Por lo que te orille a hacer——— confesó finalmente incrementando su llanto. Tony suspiró con pesadez aquello se le hacía molesto así que se separó del rubio notando la mirada de asombro en él.

———No necesito tu lastima o que sientas culpa, fui yo quién tomó la decisión final——— aclaro con un tono frio ———No tienes porque creer que todo gira a tu alrededor———

———Hable con Strange para buscar una forma de...———

———No hay solución Steve——— lo interrumpió ———Este es mi nuevo yo——— reafirmo ———Si no te gusta, no es mi problema, pero yo decidí vivir una vida vacía y ya———

———Pero Tony, no te volverás a enamorar———

———Jamás estuvo en mis planes enamorarme——— aclaró ———Yo soy un Playboy que usa a las mujeres y hombres a mi antojo solo para tener una noche llena de pasión para después no volver a verlos——— aquellas palabras hirieron al soldado.

———Eso quiere decir que lo de nosotros...———

———Yo no siento nada por nadie, solo placer——— respondió, el corazón de Steve se paró ante la declaración del castaño.

———Solo lo dices por decirlo——— trato de tenerle un poco más de fe, Tony rió galante.

———Todas mis acciones son así, al no tener una clase de sentimiento solo me rijo por la lógica, a mi ya no me importa que es lo que los demás piensen o sientan por mí——— rió ———Solo me importa el placer y mis proyectos, y tú por Rogers...——— pauso para sonreírle de forma cínica ———Ya no eres la excepción———

Steve se paralizó ante la declaración, era cierto que le molestaba el nuevo estado del genio, pero lo que le dolía aún más era su indiferencia hacia él, su falta de interés y frialdad, eso era lo que lo estaba matando. Steve se relajo y de la forma más serena posible se marchó del taller, una vez en su habitación se permitió desmoronarse del dolor de ver al genio así lo estaba matando y se arrepentía no haberse dado cuenta de que en verdad estaba enamorado de Tony, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, no las retuvo simplemente quería desahogarse un poco mientras lloraba una fuerte tos lo atacó, el soldado penso que con un poco de agua se le calmaría, pero mayor fue su sorpresa cuando volvió a toser y de su boca salieron pétalos morados, Steve los miró con susto y asombro, cuando finalmente recordó que él genio había pasado por lo mismo volvió a llorar sin dejar de toser pétalos.

FIN.

El Síndrome HanahakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora