Camp

1.8K 198 250
                                    

Estaba agotado, nadie nunca le dijo que lidiar con los de primer año sería tan cansador ¡¿Es que a Hinata y Kageyama nunca se les acaba la energía?!.

—Ya no quiero ser un buen sempai—murmuró Kuroo acostado en el suelo.

—Propongo que los dejemos encerrados aquí y volvamos en la mañana a ver si no se han matado entre ellos—opinó Oikawa apoyado contra una de las paredes.

—¿Chicos? ¿Aun entrenando?—la puerta del gimnasio se abrió mostrando a un alto albino de ojos oscuros, un miembro del equipo extranjero que en realidad era japonés por lo que básicamente era el traductor de parte de su equipo.

—Hey Ban—saludo Tooru, Hazekura Ban hijo de un empresario importante en el norte de Japón, quien desde el momento que lo vieron no pudieron evitar pensar en el parecido que compartía con Kuroo, él castaño le había dicho en broma que el albino era una versión suya, pero rica.

—Los entrenadores están haciendo una barbacoa en el patio ¿No irán?—ante la sola mención de tan apetitosa comida la mayoría abandono el gimnasio como si su vida dependiera de ello.

—No había escuchado nada acerca de una barbacoa—comentó Daichi extrañado.

—Es mentira, solo creí que necesitaban una excusa para salir de esto, rápido antes de que vuelvan—aclaró el otro haciendo señas para que salieran.

—Amo a este hombre—comentó Kuroo colgando su brazo al rededor de los hombros ajenos.

—Todo sea por mi gemelo perdido—con eso ambos empezamos a reír como desquiciados.

—En serio parece que los separaron al nacer—opinó Semi.

—Ban, super tienes que ir a visitarnos a la universidad—señalo Tooru mientras secaba el sudor de su rostro con la toalla que le había robado a Daichi.

—Es verdad, hay que hablar con nuestros entrenadores para que tu equipo visite las instalaciones—apoyó el azabache revolviendo el cabello despeinado ajeno.

—¿En serio chicos? Eso sería muy genial—sonrió ampliamente como si estuviera esperando que eso pasará eventualmente, había algo en ese tipo que no le terminaba de gustar a Daichi.

—Dijiste que tenias un amigo en nuestra universidad ¿Verdad?—le pregunto Eita.

—Así es, aun que hace mucho no nos vemos—comentó con una mueca—No ayuda que la última vez que nos vimos las cosas no terminaron muy bien—agrego con algo de pena.

—Parece ser una persona muy importante para ti—comentó Kuroo dándole una suave sonrisa.

—Es la persona que amo, pero porque fui un idiota lo dejé ir—agachó la mirada mientras rascaba su cuello—espero que no tengan nada contra la homosexualidad—se apresuró a decir.

—Cariño, hablas con las personas más gay del campamento—le respondió Oikawa restandole importancia al asunto—¿Quién es esa persona? Quizás lo conozca—los ojos de chismoso le brillaban al castaño.

—No me siento cómodo diciéndolo Tooru, no se si esa persona quiere que se sepa que hubo algo entre nosotros—comentó algo inseguro.

—Entiendo, un gay de closet—sopezo—como uno que conozco—murmuró mirando sin disimulo alguno al azabache más alto.

—¿En serio hermano?—preguntó curioso el albino.

—Estoy confundido con algunas cosas, y no se bien que es lo que siento—admitió suspirando pesadamente.

—Mmm, quizás yo pueda ayudarte con eso, soy experto sacando a la gente del closet—le ofreció—chicos me lo robare un momento—dicho eso el par tomó un camino diferente—¿Entonces?—.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 02, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los Pros y Contras de salir con Kozume Kenma |KUROKEN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora