Los Pros y Contras de salir con Kozume Kenma |KUROKEN|

The Beginning

Episodio 1: The Beginning

—¡Kuroo!¡Kuroo!—coreaban al unísono los espectadores extasiados por la adrenalina que, los doce jugadores en la cancha, les transmitían.

Una sonrisa altiva se instaló en sus labios mientras flexionaba sus piernas dispuesto a anotar el punto decisivo que le entregaría ó no la victoria a su equipo. El peli negro saltó después de tomar impulso y azotó la pelota en dirección al otro lado de la red, los otros jugadores se pusieron a la defensiva intentando vagamente alcanzar la pelota que a último momento rebotó en la madera otorgando la victoria al otro equipo.

—¡¡Sii!!—los festejos no se hicieron esperar, tanto por parte de los jugadores como de los espectadores.

Los abrazos y las ovaciones acompañaron la victoria, entre la multitud destacaba un pequeño grupo de chicos bastante atractivos.

—¿Ya nos podemos ir?—preguntó el castaño de flequillo en degrade.

—En un momento—respondió el pequeño teñido que enfocaba al equipo victorioso con su cámara capturando los movimientos de los todos jugadores, aunque más se enfocaba en cierto azabache que obtuvo la victoria para su equipo.

—Esto del periódico escolar es sólo una excusa para tomarle fotos sin que pueda quejarse—señaló el moreno con una sonrisa burlona.

—¡N-no es así!—se defendió el menor olvidando momentáneamente su labor para centrar sus ojos en su amigo, su cabello se encontraba amarrado por una coleta, mientras sus ojos eran resguardados por unos gruesos lentes rectangulares.

—No seas malo Iwa—le riño el peli-plata dándole un "suave" codazo, que le saco el oxigeno.

—Mierda Suga—se quejó sobandose la zona afectada.

—Tu te lo buscaste—señaló el oji-caramelo.

Kenma decidió pasar de sus amigos y volver a su trabajo, fue entonces que su lente captó los cafés ojos del peli-negro mirándolo, el teñido dio un respingón y de no ser porque no tardó en sentir los chillidos de un grupete de chicas detrás suyo, hubiese pensado que el guiño que dió el chico, era para él. Con un suave sonrojo volvió a tomar fotos pero esta vez se enfocó en los otros miembros del equipo, se sentía estúpido de sólo pensar que ese guiño era para él.

—Ken vamos—le llamó Sugawara mientras recogían sus cosas.

—Ah, si—musitó el chico de cabello teñido, tomando su morral y siguiendo a sus amigos a la salida.

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—¡Broo!—el ace del equipo se colgó de su cuello aun bajo los efectos del éxtasis del partido—¡Ese saque fue genial!—alabó sacudiendo al otro por los hombros.

—Obvio Bro, todo lo que yo hago es genial—presumió el azabache con una sonrisa socarrona.

—Si tú lo dices—el setter titular lo miró con una ceja alzada.

—Shhhh, envidioso—lo calló el moreno obteniendo como respuesta que el contrario estirara su párpado inferior derecho y le enseñará la lengua.

—Oikawa no seas infantil—le regaño el entrenador golpeando suavemente su cabeza con la libreta que llevaba en manos.

—¡Papá!—exclamó ofendido sobandose la cabeza.

—Shh—lo mando a callar con gesto serio—aquí soy entrenador Oikawa, más respeto—reprendió el castaño mayor, un hombre de cincuenta y tantos, con algunas canas que aún dejaban ver su cabello castaño, ojos verdes y una que otra arruga.