𝙶𝚊𝚛𝚛𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝙰𝚖𝚘𝚛

Prólogo

No tiene escapatoria, está acorralado.

Su deseo de mantenerlo intacto y vivo solo para él es tan fuerte, puede sentir su corazón latir tan desesperado, sentir su embriagante aroma lo hace ronronear ante su inmensa felicidad.

Sus manos acarician las suaves mejillas de su compañero, estar tan cerca de él, tomar su rostro y posar sus labios frente a los suyos lo hacen tan feliz, su alegría es tan indescriptible que solo siente su rostro completamente ardiendo, se está quemando, se está ahogando en su profundo mar de pensamientos de amor.

Sin duda lo ama, lo ama desde el primer momento en que lo vio, tan amable y tan dulce mientras trabajaba en esa pastelería, solo compraba pasteles y uno que otros postres con tal de verle todos los días por la tarde.

Tomando las manos de su amado alfa, lo miro con sus mejillas completamente sonrojadas, sintiendo su corazón latir acelerado, podía sentir que se podría quedar sin aire, pero aún así esperaba sus órdenes

—Aether por favor pídeme lo que quieras, te amo, te amo, te amo tanto, ¿Quieres dinero?¿Más ropa?¿Mi cuerpo?, Por favor pideme lo que quieras estoy dispuesto a demostrarte todo mi amor Aether, por favor embarázame tantas veces como quieras, preñame todas las veces que quieras, mantendré a nuestros hijos a salvó en mi vientre cariño, y no te faltará nada— decía el pequeño omega sobre las piernas de Aether de manera rápida y desesperada, notandose su necesidad de atención y amor de parte de su alfa, quería que lo mimara y lo amara, estaba tan feliz de tenerlo a su lado que nada más le importaba.

Secuestrarlo había sido sencillo, y mantenerlo en cautiverio en su propia casa era su mayor sueño hecho realidad.

—S-Sí... E-Espera— hablo con cierta dificultad al sentir sus labios siendo besados constantemente por Xiao, que cada palabra que intentaba decir era interrumpido de esa manera.

Al ver al minino desnudándose frente a él, lo alarmó tanto que empezaba a sacurdirse en la cama aunque estuviera encadenado.

—Oh mi amor~ Es la primera vez que dejo que mis labios toquen los de alguien más, déjame darte también mi virginidad, Aether~ te amo~...— otro pequeño ronroneo se escucho al verlo tan obediente, al fin podría hacerlo suyo.

Su marca lo haría completamente suyo, y finalmente caería ante sus pequeñas pero afiladas garras de su amor tan obsesivo.
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