Capítulo 4

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Sus fosas nasales se llenaban del dulce aroma de Xiao, con él encima suyo y sin nada de ropa la situación se ponía cada vez más complicada, era tentador, pero no era bueno para él por sus avanzados tres meses de embarazo.

—Po-Por favor, h-hoy quiero q-que me l-llenes— las súplicas entre jadeos lo hizo perder ese hilo de cordura que aún le quedaba.

Sus traviesas manos ya estaban sobre su cuerpo de nuevo, sujetando la cadera contraria, mientras que la otra masajeaba su trasero con morbo, adoraba marcar y tocar su dulce piel, y así solo deseaba poder entrar en él de una vez por todas, tal y como se lo había pedido.

Por su parte, Xiao se encargaba de provocarlo más sutilmente con constantes besos en el rostro y unas cuantas caricias en el pecho de su alfa. Cada palabra que salía de la boca del omega era un adorable "Te amo" junto a algunos jadeos que escapan de sus propios labios.

Aether respira cerca del cuello de Xiao, más específicamente al lado de su marca, la prueba de su unión.

Los pezones de Xiao se erizan con el poco tacto que recibe, y lleva sus manos hasta su miembro para atenderle, bajando y subiendo la piel de su falo lenta y tortuosamente, puede sentir la pesada respiración en su cuello, y eso lo excita de sobre manera.

—P-Por favor, d-date prisa— rogaba meneando su cadera constantemente —Ya e-estoy ba-bastante m-mojado~—

Bastó con eso para que pocos segundos después la ropa de Aether saliera volando, prenda por prenda. Lamía con insistencia la sensible zona donde había dejado su marca. No sé hizo del rogar, su instinto animal lo incitó a abrir sus paredes de nuevo, provocando un largo y agudo gemido en Xiao.

Sus labios temblorosos se dirigieron a los de Aether, quería besarlo tantas veces como fuera posible hasta terminar sin respiración.

—Mío~ Eres completamente mío~— habló con total seguridad, recibiendo un abrazo lleno de posesividad, ese sentimiento lo llenaba por completo, la idea de ser un completo posesivo con su minino lo hacía feliz al igual que a Xiao.

Se sentía tan amado y necesitado a su vez, era increíble, su sueño se convertía en realidad aunque fuera en un acto sexual, la dependencia y su obsesión a la compañía y amor de ese alfa se hace cada vez más fuerte, de por sí no quiere que nada ni nadie los separe. Todo de él le pertenece, así como Xiao le pertenece a Aether.

Las embestidas no cesaron por más veces que su interior estuviera demasiado lleno, la abundante cantidad de semen no podía mantenerse en su útero, chorreaba por doquier cada vez que salía y entraba de sus paredes.

—¡T-Te a-amo!~ ¡T-Te amo!~ — gritaba aferrandose por completo a su espalda, los rasguños eran profundos y no terminarían hasta que lo dejara descansar, pero Aether no iba a parar hasta sentirse satisfecho, su instinto de conejo se lo impide.

Una hora más tarde, un cansado Xiao temblaba ante los espasmos por su reciente orgasmo, junto a su interior rebosante de la semilla de Aether, apenas tenía algo de conciencia en sí.

Cuando el rubio quiso ayudar a Xiao a limpiarse, este se negó rotundamente, mostraba su hinchado vientre con cierto orgullo.

La única razón por la que quería sentirse "lleno", era porque así se sentía amado, era un cierto acto extraño, pero Aether no protestó. Hasta que Xiao se sintiera listo para ser limpiado se mantuvo aferrado al cuerpo contrario, descansando profundamente a pesar del ardor y dolor de algunas marcas que habían sobre su piel.
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𝙶𝚊𝚛𝚛𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝙰𝚖𝚘𝚛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora