Capítulo 5

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Su trabajo como "repartidor" es agotador, el omega tiene hambre y al estar en una zona un tanto desconocida para él es difícil encontrar un lugar donde comer. Sus sentidos se intensifican al sentir ese amargo y a la vez dulce aroma del café con leche, podría acompañarlo con un buen sandwich o una rebanada de pastel de fresas y crema pensó.

En cuánto entro al local buscó un sitio cerca del ventanal para poder mirar fuera de la tienda por si le esperaba otra entrega.

Los pequeños suspiros escapaban de su boca y una pequeña presencia lo hizo voltearse, al ver a ese rubio de apareciencia dulce, su corazón dió un pequeño latido un tanto fuerte, sus sentidos se fueron únicamente al chico frente suyo.

—Buenas tardes, ¿en qué lo puedo ayudar?—

—Y-Yo... quiero una taza de café con leche, y una rebana de pastel de fresas...— de repente su pequeño corazón estaba palpitando a mil por hora.

La voz de ese mesero es encantadora, lo hipnotiza y esa sonrisa lo deja inmóvil, no puede decir otra palabra más.

—Bien, enseguida lo traere, póngase cómodo por favor—

Viendo cómo esa persona se alejaba de nuevo sentía una pequeña soledad, sus feromonas de repente estaban saliendo sin control, pero gracias a su buen sentido del olfato logró reaccionar a tiempo y tomo una de las pastillas supresoras de feromonas que llevaba todo el tiempo con él en el bolsillo de su chaqueta.

Estaba nervioso, inquieto, y sobre todo la curiosidad de saber mas de ese alfa crecían más y más.

A los pocos minutos aquel mesero había regresado con la bandeja del pedido que había solicitado. Esa sonrisa provocaba más inquietud en su corazón, y con ello, su mirada notó el pequeño membrete que el mesero traía en la camisa, específicamente decía "Aether".

—Disfrute de su comida, puse algunas galletas como muestra de hospitalidad, es la primera vez que lo vemos por aquí, espero nos visite de vez en cuando—

—Está bien, gracias...— de nuevo había quedado hipnotizado por su amable gesto, sus feromonas aún salían descontroladas, pero no con la misma intensidad de antes —Aether...—

Al terminar de comer se retiró del lugar y dejo una gran propina al mesero que lo había atendido.

—¿Así que su nombre es Aether?... Es lindo— ya fuera del lugar podía sonreír como toda una colegiala enamorada, pero estaba mucho más interesado en saber más de él.

A partir de ese encuentro comenzó a ir todos los días a esa cafetería, además de saciar su apetito, iba especialmente para ver a Aether de nuevo, pero fue más a allá de eso.

Le había tomado varias fotos y gracias a sus contactos pudieron proporcionarle los datos necesarios para "conocerle" mejor. Lo perseguía a todas partes a escondidas, investigaba por su propia cuenta que cosas le gustaba, incluso después de esos había descubierto con ayuda de su hermana mayor que había caído en el amor, pero era más profundo que eso.

—¿Y si acaso ese tal Aether es tu destinado?, eso explica el porque los supresores que estás tomando ya ni te están haciendo tanto efecto como antes— Ganyu estaba segura de lo que le había dicho.

Con eso en mente, Xiao comenzó a planear en como llevarlo a su casa, el mayor problema era preparar una habitación para ellos, y sobre todo, acabar con todas las plagas en su camino.

Por supuesto tuvo ayuda en cuanto a la limpieza de sus propios delitos, y con cada persona que iba eliminando, cada vez se sentía más seguro de que Aether lo aceptaría.

Al llegar el ansioso día donde le pidió una cita, el pequeño omega le había confesado sus sentimientos, pero para el rubio era demasiado pronto tener una relación con una persona que apenas conocía, sumandole el hecho de que, en el tiempo que Xiao estuvo haciendo sus cometidos se había enterado de la muerte de sus amigos más cercanos, incluso sus ex parejas.

Xiao no aguantó ese rechazó, así que, si no iba a ser por las buenas, iría a por Aether de la peor manera.
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𝙶𝚊𝚛𝚛𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝙰𝚖𝚘𝚛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora