Canción: Animal - Missio
Pareja: Amane x Kou
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Todos tenemos un animal interno, o al menos es lo que cuentan los abuelos.
Cuando estamos en el proceso de ir a la "luz", nuestras almas son puestas aprueba y son transformadas en nuestro animal interno, las acciones que realicemos mostraran a los dioses si somos dignos de ir al cielo o al inferno.
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- Vete, no quiero verte de nuevo -.
Amane agarro las llaves de su carro y se fue, ignoro el mareo que sentía por su ebriedad y se dispuso a conducir a su hogar, condujo rápido para aliviar el dolor que sentía. Lo había estropeado con su hermano, justo como lo hizo con Yashiro, la amiga que más quiso pero que alejo por su problema con la bebida.
Al recordar a la albina acelero más, quería verla y disculparse con ella, cosa que no lograba porque ella lo evitaba.
En un instante el carro se volcó, lo único que Amane logro escuchar antes de quedar inconsciente fue un débil "resiste".
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- ¿Un gato? – Amane miro su reflejo en el vidrio de la florería – de todos los animales en el mundo, ¿Soy un gato! -.
- Aw que lindo. ¿te abandonaron aquí pequeño? – cuestiono la fémina mientras se inclinaba para acariciarlo.
- ¿Yashiro? –.
- Ven, iremos a casa –.
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- Por favor, Kou, quédatelo un tiempo, en lo que consigo independizarme, será por poco tiempo lo prometo – suplico la albina.
El chico suspiro resignado y acepto ayudar a su amiga.
-¡Gracias! Cuida bien de Hanako -.
"¿Hanako? Pero es macho"
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Las primeras semanas fueron difíciles para Kou, intento hablar con el gato para establecer una buena relación, pero cada vez que le decía algo, el gato volteaba su cabeza para ignorarlo, y cuando intentaba acariciarlo, el gato o se iba o le intentaba morder su mano.
En la noche es cuando más problemas tenía el rubio, pues el gato pareció adoptar bien una rutina nocturna que no le dejaba dormir, Hanako se metía a la habitación de Kou y se subía a su cama para empezar a maullar.
– "Solo estará poco tiempo, puedes resistirlo, Yashiro vendrá pronto por él" –.
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1 mes había pasado y aunque el gato ya no molestaba tanto al rubio durante la noche, si le hacía algunas "pequeñas" travesuras, tales como arañar los muebles de madera, tirar los jarrones, frutas, papeles, y morder las orejas de Kou cuando estaba distraído.
Lo hacía por 2 motivos, estaba celoso de la aparente cercanía entre Yashiro y él, y también porque creía que, si se portaba mal, el rubio se cansaría y lo entregaría con la albina, pero, no sucedía nada.
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El rubio había llegado a su departamento con muchas bolsas de compras, el gato se acercó curioso, esperaba que fueran más jarrones para romperlos, pero se sorprendió al ver productos para gatos.
- Mira, Hanako, compre esto para que puedas jugar y desestresarte -.
"¿Qué?"
- Hable con un veterinario y me dijo que probablemente estabas estresado por estar encerrado, así que también compre esta pechera – el chico agarro al gato y le coloco la pechera – Te queda, mañana iremos al parque ¿ok? – hablo feliz por poder acariciar al gato sin ser mordido, creyó que al fin había solucionado el problema.