one shot

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Kirishima es un observador. Su vida entera se ha sentido como tal, primero con el incidente en secundaria y culmina con la evolución de Bakugou Katsuki.

Las palabras están amortiguadas en sus oídos, los ruidos externos apenas y llegan a hacerle eco. Su corazón palpita con taquicardia y sus manos sudan, el lapicero de tinta negra se siente tan pesado como un bloque de metal.

Hay lágrimas cayendo de sus ojos, resbalando por las mejillas mientras firma el papel.

Si, Kirishima siempre ha sido un observador cuando se trata de Bakugou Katsuki. Se mintió tantas veces durante estos cuatro años, lo miró e ignoró  cada parte que le gritaba que se alejara antes de que fuera demasiado tarde. Pero era un hombre enamorado, un héroe iluso.

—Oficialmente, están divorciados.

Bakugou estaba a su lado, imperturbable  y viendo hacia cualquier lado menos al pelirrojo.

— Gracias—El rubio se levanta y sale de la habitación.

Solo entonces el pelirrojo se permite soltar un sollozo.

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Seis años antes.

La guerra terminó,  eso es todo lo que Eijirou sabía.  All for One finalmente estaba muerto y sin esperanzas de regresar.

Una sonrisa se extiendo por su rostro y alza un puño hacia Kaminari que le regresa el gesto con igual entusiasmo. La ciudad en ruinas ahora está en silencio, ya no hay signo de lucha, ni susurro de golpes.

El mutismo no dura.

Un grito desgarrador interrumpe a mitad de la tarde, es tan potente que hace eco y rebota hasta en la mínima esquina.

Kirishima conoce ese grito, conoce la voz tanto como conoce la suya. Tanto él como Kaminaria corren hacia el lugar de origen.

Shouto esta parado a una distancia considerable de la imagen delante de ellos. Bakugou esta en el suelo, empolvado, con el traje roto, heridas cubriendo su espalda y brazos, pero no es el dolor de la batalla lo que le ha hecho gritar sino la persona en sus brazos.

Midoriya se encuentra desprovisto de toda consciencia, Katsuki lo aprieta un poco más contra su pecho.

—Resiste nerd— su voz está rota— No te vayas, no me dejes. Dijiste que ... dijiste que te quedarías, que seríamos héroes juntos— Katsuki apoya el cuerpo de Izuku en el piso con cuidado—Lo prometiste, idiota— recrimina la ira confundiéndose con el miedo—Vamos— uno, dos, tres, respiración boca a boca—Vamos, dame una oportunidad, déjame redimirme... lo prometiste— uno, dos, tres, respiración  boca a boca— Dijiste que te quedarías— su voz disminuye al paso que sus movimientos se vuelven frenéticos— Siempre logras imposibles, estúpido Deku. Logra uno más.

Hay una bocanada de aire, el pecho sube y baja lentamente. Bakugou solloza, su frente baja hasta tocar la del peliverde.

—Nunca decepciona, Izuku— susurra—voy a protegerte.

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Midoriya no despierta, su cerebro no se recupera tan rápido como se hubiese esperado, dicen que la falta de un Qirk dificultaba la recuperación. Bakugou no parecía sorprendido, aunque si furioso al punto de amenazar a los médicos y tener que sacarlo del hospital entre tres.

La recuperación de Izuku podría tardar meses, años o tal vez nunca.

El doctor fue claro con que las probabilidades eran pocas para una recuperación completa sin embargo la mirada de determinación de Bakugou frente a la condena fue lo que alertó  a los demás.

Durante seis meses consecutivos, Katsuki va todas las mañanas al hospital y relata su día a día, toma la mano de Izuku, siempre la derecha y deja caer un par de lágrimas antes de irse, Kirishima sabe esto porque ha acompañado a Bakugou el tiempo suficiente para darse cuenta.

Dancing in the rain // BkdkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora