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Naruto había aparecido nuevamente a unas cuadras de la casa de Yugao justo sobre un edificio, secándose las lágrimas su rostro se iluminó con una gran determinación.

"No volveré a derramar una sola lágrima por su culpa" el rubio proclamo en voz alta.

"Mas vale que así sea" la voz de su mejor amigo resonó en su cabeza.

"Kurama, creí que estabas durmiendo" el rubio pensó.

"Basta de charlas, al parecer tu amiga está en problemas" centrando su mirada el departamento de Yugao vio como una mancha pasaba por una de sus ventanas, sin pensarlo dos veces comenzó a correr a toda la velocidad que podía.

...

Minutos antes, en el departamento de Yugao.

La nombrada se había despertado temprano como de costumbre. Agradecía mentalmente a cierto rubio ya que gracias a su "misión" tenía más tiempo libre del que había tenido en años y más ahora que no tenía que ahorrar tanto dinero por su arma soñada.

En este momento se encontraba preparando su desayuno, pero esa paz y tranquilidad se vio interrumpida cuando escucho golpes en la puerta.

Apagando su estufa se dirigió hasta la puerta para ver quién era el que estaba llamando.

Al abrir se petrifico en su lugar. La persona que están parada frente a ella no era nada más y nada menos que Hayate Geko.

Su exnovio.

"Ha-Hayate" ella saludo pero no pudo evitar tratamudear por los nervios "¿Que te trae por aquí?" Pregunto un poco más nerviosa por su mirada.

"¿Puedo pasar?" Sin esperar su permiso, el shinobi enfermizo entro.

"Oye, no te dije que pudieras" Yugao reprendió ahora molesta.

"No me importa, *tos* tu eres mi mujer y haces *tos* lo que yo diga" volvió a ignorar el rostro molesto de Yugao.

"No sé si no te as dado cuenta pero yo desde hace más de medio año que termine contigo y no por mi culpa, fue por la tuya" mientras más tiempo pasaba los nervios se volvían enojo, pero en ese instante captó un aroma en el aire proveniente de su exnovio "¿Estás...? ¿Estás ebrio?" Pregunto al oler los rastros de alcohol.

"¿Y que si lo *cof* estoy? soy hombre *cof* y como tal puedo beber" Hayate se jacto con un poco de torpeza.

"Es por eso que lo nuestro no funcionó, eres un ebrio y lo peor es que cuando bebés te vuelves un maldito prepotente" Yugao dijo muy molesta para este momento.

"Cállate" Hayate gruño alzando la mano rememorando un trauma de Yugao que creía haber superado.

Todas las veces que el la había golpeado en las mismas condiciones en el pasado, creía que lo había superado.

El primer golpe llegó derribandola al suelo. Trato de alcanzar su arma pero tuvo que detenerse para que su mano no fuera alcanzada por otra katana.

"Oí que estuviste con otro hombre ayer. Asi que le diste tu cuerpo a el y no a tu novio" Hayate dijo tosiendo cada que hablaba mientras, se recostó sobre Yugao que intentaba sacarse debajo de el. No quería sonar débil pero en verdad necesitaba ayuda, todos los malos momentos que pasó en situaciones similares la estaban abrumando.

"alguien, por favor... Ayuda" murmuraba entre lágrimas mientras intentaba sin éxito quitárselo de encima.

Intento un golpe bajo enviando un rodillazo a sus partes nobles, solo para ser sujetado por la mano del jounin.

"eso no te servirá de nuevo perra" con esas palabras Hayate procedió a arrancar la parte superior de su pijama revelando su piel de porcelana y sus pechos cubiertos por un cómodo sostén blanco de algodón.

NARUTO: EL DICIPULO DE MADARA UCHIHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora