Capitulo 10

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Había pasado mucho tiempo.

O al menos así lo sentía Aquino.

Desde que vio a Duxo cuando pasaron todo el recreo juntos, no había vuelto a hablar con él, a veces sus miradas se encontraban "casualmente" en los recesos, y se daban un saluda con los ojos, pero nada más que eso.

En verdad sentía que flotaba cada vez que intercambiaba miradas con esos ojos lilas que lo tenían hechizado, y más si su saludo silencioso venía acompañado de esa sonrisa que podría dejarlo hipnotizado todo el tiempo que quisiera.

¿Pero saben que tenía al castaño más emocionado?, ya habían pasado 4 días desde la última vez que hablo con Duxo, lo cual significaba que era viernes, ultimo día de clases de la semana, y si antes le emocionaba el descanso de fin de semana, ahora le emocionaba su clase de EPT.

En esa clase podría, no, el hablaría con Duxo en esa clase sin excusas, no se pondría nervioso de nuevo y llevaría una plática normal con su mayor, una charla normal entre amigos.

Un momento, ¿si quiera eran amigos?, ¿el quería ser su amigo?, solo quería ser eso?

¡Dios!, era muy temprano para comerse la cabeza con esa clase de preguntas.

Y así empezó la mañana de nuestro querido Aquinin, levantándose con todo el ánimo, alistándose con su clásica ropa y dirigiéndose al colegio. No quería que nada arruinara ese día, en verdad que el ojimiel se sentía feliz con la idea de volver hablar con el oji lila, estos días que estuvo sin contacto sin él fueron..., ¿cómo aburridos?, no podría explicarlo bien, la primera vez que intercambio palabras con el azabache fue en una situación que lo dejaba muy mal parado a él, arruinándole su polera favorita.

Pero la última vez, en su clase, fue diferente, no hubo una fuerza mayor que los obligara a convivir, si no que fue puro gusto del mayor en acercarse a él y pasar el receso juntos, se sentía especial.

El tiempo paso muy lento para su gusto, tendría que soportar hasta las dos últimas horas para hablar con su persona deseada, tal vez hasta podría acompañarla a su casa y..

—Loco todo bien?

Sacándolo de sus pensamientos escucho la voz de su amigo, Locochon.

—Si, ¿por qué?

—Estas como., ido?—.

Ante la afirmación de su amigo Alex, en el fondo estaba Jose asintiendo.

—Sí, no te preocupes, solo tengo algunas cosas en la cabeza, jaja— contesto nervioso.

—Cosas en la cabeza?, oh , y esa "cosa" tiene nombre— se acercó lento al oído del castaño para susurrarle—Duxo.

—Agh!, mierda Locochon, si que estás loco— aparto de manera brusca, al contrario.

—Jajaja, por algo soy Locochon Aquino.

—Cierto webon, que suerte la tuya que Duxo tenga que repetir taller— esta vez fue la voz gruesa de Cejo.

Lamentablemente al desaparecerme todo un recreo, levante sospechas en mis amigos y me obligaron a contarles lo que había sucedido, aunque no quisiera, porque sabía que ellos, mejor dicho, sabía que Locochon estaría jodiendome toda la semana, y así fue.

—Si.., yo aún no me lo creo; tal vez el destino quiere que seamos amigos.

—Amigos?, si tú te lo quieres co-

—YA LOCOCHON!, no todos somos pajeros como tú— no deje que el de lentes terminara su frase, aparte mi cara con un leve sonrojo.

—Disculpa? —indignado hablo el furro.

Mirándote -   AquixoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora