Capitulo 6

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Se sentía muy nervioso.

No sabía muy bien que iba a suceder, como lo encontraría o que se dirían, solo tenía claro algo, que iba a disfrutar del momento lo mejor posible.

Al llegar a su casa después de la escuela, lo primero que hizo fue sacar de su mochila la polera de Duxo, aún no se podía creer lo que había sucedido,  dos días seguidos tuvo alguna interacción con el chico de cabello lacio, una más grande que la otra, pero la  tuvo, se sentía tan bien, y estaba seguro que al día siguiente también tendría una pequeña charla con el, tendría que devolverle su polera; y ahora que mencionó el tema de la polera, ya la tenía entre sus manos, la sostuvo por un buen rato observando la,  inspeccionando la,  como si quisiera hacer algo pero el mismo se lo impidiera, y era claro lo que quería hacer, quería olerla, pero eso seria muy malo, aparte de que seguro olería  a chicha morada, se dio un golpe mentalmente y se dispuso a buscar el líquido con el que su mamá quitaba las manchas.

Tampoco sabía si funcionaría, solo lo había dicho para poder quitar la cara de decepción en su rostro, no espero que de verdad le diera su polera con la promesa que se la devolvería al día siguiente, pero ahora tendría que cumplirla, no podía poner esa expresión de nuevo en su rostro, además de que tampoco sabia de lo que era capaz de hacer Duxo, su instinto le decía que no debía hacerlo enojar. La cuestión era que ese producto lo usaba su mamá para quitar las manchas de sangre que dejaban su hermana y ella en su ropa, ya mas de una vez que la había visto hacerlo con aquellas prendas y no tenia total seguridad si funcionaria con refresco o si en cambio el producto le haría daño a la polera; tampoco quería decirle a su madre, seguro se enojaría y le daría jalón de orejas por causar problemas, sip, definitivamente no se lo diría.

Corrección, le salía mas fácil decírselo.

—Que hiciste Diego Aquino?—su madre se encontraba muy enojada, con el ceño fruncido y con un claro tono de que no estaba jugando y era mejor que soltara toda la verdad.

Y es que era claro, con las preguntas que le hizo a su madre a penos llego del trabajo, era obvio que se daría cuenta, pues después de preguntarle sobre el liquido ese y que manchas borraba, su progenitora ya sospechaba y supongo que la cago cuando esta le pregunto si pasaba algo y el dijo 'nada', y pues como dijo: "tu crees que nací ayer?".

Ahora se encontraba con su mamá enojada con el palo de escoba en la mano exigiéndole que le diga la verdad, y por eso muchachos, nunca le mientan a sus madres; y para empeorar la situación, su hermana en el fondo gritando "ya pégale ma" no ayudaba mucho.

—Y-yo—nervioso buscaba una excusa, pero sabia que era imposible, mentirle mas solo agrandaría el problema y la paliza que le daría su mamá, sin mas que hacer, suspiro, y se fue a buscar la polera. Al volver se la entrego en las manos para que la observara diciendo—necesito que la laves, por favor.

—De quien es esto?—pregunto confundida, no entendía para nada la situación—esto no es tuyo, además, esto mancha no va a salir con facilidad.

—Por accidente le tire a un chico chicha morada encima, y su polera quedo manchada, me ofrecí a lavarla, pero no quería que te enteraras, aunque no sabia si ese producto que usas para las manchas de menstruación funcionaria, así que te empecé a preguntar, pero me descubriste, lo siento, solo quería solucionar el problema que yo cause solo.—termine de decir apenado, con la cabeza baja.

—Ay hijo..., deberías habérmelo dicho desde un principio, has visto la hora que es?, tu crees que esta cosa va a secar para mañana?—dijo ya mas tranquila, dejando el palo de escoba al lado, entendía la situación mas o menos, eso no quitaba el echo de la estupidez de su hijo—sabes el problema que pudiste haber causado?, su madre pudo venir a mi a buscarme problema, incluso hubiésemos tenido que comprarle una nueva el chico ese—acercándose al castaño, agarro su mejilla y se la empezó a estirar—bien, la lavare, pero para la próxima avísame si tienes algún problema, de acuerdo?—soltando su mejilla para dirigirse a la zona en donde lavaban la ropa.

Mirándote -   AquixoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora