Cap. 3 No molestas

1.2K 69 5
                                    

Salgo de la habitación de Jesús dando pasos cortos por el enmudecimiento de mis músculos. Lo primero que hago es ir a la sección de lavandería que a estas horas por la mañana no hay nadie. Busco entre la ropa sucia una camiseta de pijama que había echado a lavar el día anterior. En cuanto la encuentro me quitó la camiseta de Jesús y me visto esa. Lavo la otra con esmero como me había enseñado mi abuela cuando era pequeña e íbamos a su casa en el campo. Eran buenoa tiempos. Regreso a la habitación y nada más poner un pie dentro, las miradas de mis compañeras se cargan en mí. Yo actuó como si no hubiese pasado nada para no levantar sospechas; y nadie se atreve a preguntarme nada,supongo que dan por hecho que ha pasado lo que tenía que pasar aunque no haya sido así. Para aprovechar el tiempo me doy una ducha rápida y bajo a la biblioteca antes de empezar a poner las mesas. La mayoría de los trabajos cómo poner las mesas, hacer la colada etc se los atribuye a nosotras. Mientras pongo la mesa una de las amigas de Carla me viene a preguntar sobre qué pasó con Fernando la noche anterior. Yo simplemente respondo con evasivas hasta que se va. Poco tarda en salir la comida y empezar a llegar la gente al comedor. Al acabar de comer recojo rápido ya que muchos se han ido con sus padres y vuelvo a la lavandería para recoger la camiseta de Jesús que antes había lavado a mano y puesto a secar. Observo por la ventana a uno de los gemelos y reconozco que es Dani por su manera prepotente de señalar a la gente. Esa persona a la que señala le trae unas pequeñas maletas de mano y se va en un coche que creo que es de la marca Audi. Recojo la camiseta y la dobló. Vuelvo al pasillo de los chicos a medida que me acerco a la puerta de sus se me acelera el corazón. Inconscientemente me empieza a sudar las manos y juego con la parte inferior de la falda del uniforme. Llamo a la puerta.

A-Se puede?

J-Sí, pasa.

A-Te he traigo la camiseta, gracias.

J- Gracias a ti jaja (coje la camiseta y la guarda en el cajón).

A-La he lavado a mano para que nadie se diera cuenta,por cierto te quería preguntar una cosa. Las de mi cuarto me han preguntado qué ha pasado, que les digo? Si miento se lo pueden preguntar a Fernando y si no lo hago preguntarán quién me ayuda.

J- Diles que te escapaste.

A-Lo pueden preguntar...pero bueno, gracias de nuevo, ya te dejo tranquilo.

J- Tu no molestas, quedate si quieres...

A-He visto que tu hermano se ha ido... tu no vas?

J-No, mis padres solo se llevan a uno cada fin de semana, y él es el favorito.

A-Pues no lo entiendo... yo creo que tu eres mejor (me sonríe y se me ruborizan las mejillas).

J- Yo siempre he sido la sombra de Dani... siempre he tenido que hacer lo que él quiera.

A-No se merece que seas su sombra, en serio. Lo que hiciste por mi no tiene nombre...y lo hiciste tu Jesús, no él.

J- Te lo dije, no me gusta en lo que se ha comvertido mi hermano, Dani ya es el sucesor de Fernando, cuando el se valla entra Dani.

A-Lo que haga él no tiene porqué condición arte a ti. Azme caso. Y una pregunta, que me echaste ayer en la espalda? Es que me está curando

J- Ah! Eso uno de los potingues que me echaba mi madre cuando me caia con Dani de la bici (se rasca la nuca).

A-Pues es de 10. Aunque tu hermano sea así, tienes suerte de tenerlo a tu lado...

J- Yo daría la vida por mi hermano, es lo más grande que tengo... cosa que dudo mucho que piense de mi.

A-Yo llevo tres años sin ver a mi hermana... y la verdad ahora...ya nada me importa(me quedó cabizbaja y se me cae una lágrima por la nariz).

J- No llores (me quita la lágrima con el dedo pulgar). A veces hay amigos que son como hermanos también.

A-Yo no tengo de eso... mejor me voy antes de hacer más el ridículo (me levanto).

J-Por qué dices eso?

A-Lo què?

J-Lo de que haces el ridículo.

A-Porque ya tendrás tu tus problemas para que yo te empiece a dar la lata con los míos.

A partir de esto empezamos a profundizar y contarnos nuestras vidas. La verdad nunca creí poder hablar con alguien como lo estoy haciendo con él. Creo qué no lo sabría ni mi propio diario. En muchas cosas coincidimos en forma de opinar etc, es como yo pero en tío. Durante nuestra conversación hay momentos en el que me quedo pillada viendo sus ojos color café y sin darme cuenta lo dejó de escuchar. Recobro rápido el hilo de la conversación pero también me fijo en su piel, tiene pinta de ser suave y me abruma la idea de comprobarlo, la misma idea que me crea un cosquilleo en el estómago. Trás estar charlando un buen rato y debatiendo sobre qué yo sufro por llevar falda porque se me puede ver todo y él por llevar pantalón que se le mete en el culo; entre risas decidimos ir a dar un paseo hasta el pequeño jardín que hay al lado de los establos. Seguimos discutiendo sobre faldas y pantalones, y hasta sobre el bigote de la cocinera pero se nos corta el buen royo al ver una sombra acercárse. Dani. Pensé que se había ido, pero no.

D-Jesús que haces? (gira la cara y ve a Dani como si hubiese visto un fantasma).

J- En... broo que tal? Como es que estás aquí?

Dani le hace un gesto a Jesús y se levanta del suelo. Se van alejando a paso ligero y de un movimiento ágil Dani le da una colleja a Jesús que me ha dolido hasta a mí. Me quedó un poco preocupada la verdad... pero lo mejor será que ahora vuelvo a lo mío y me vaya a hacer algunos deberes o algo de eso. Ya son siete y media, entre unas cosas y otras tendré que apurarme.

Palacio de InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora